El sector inmobiliario asegura que los clientes llaman preguntando por viviendas alejadas de las grandes urbes. - Estar encerrado entre cuatro paredes no es fácil. La monotonía agobia. La sensación de falta de libertad crece a cada momento en tu propia casa. No lo notas, pero tu vista sí: incluso apenas miras a unos pocos metros el objeto más cercano. El lugar en el que vives se te vuelve insoportable y empiezas a pensar qué cambiarías...
Comentarios
dentro de unos años veremos a gente que se compró una casa en el quinto pino y que no vale nada llorando por aqui
Ya ves, veras en unos meses, o un añito a los sumo...
Somos el país del cortoplacismo.