Publicado hace 11 años por --320169-- a blog-sin-dioses.blogspot.de

En su misa del 22 de mayo afirmaba que "El Señor a todos, a todos nos ha redimido con la sangre de Cristo: a todos, no solo a los católicos. ¡A todos! 'Padre, ¿y los ateos?’. A ellos también. ¡A todos!" A lo cual le respondo que seguimos sin entender cuál es la lógica de la redención que predica. En su credo se asume, sin ninguna evidencia, que todos los humanos nacemos con una mancha de pecado original que nos aleja del dios de la Biblia, y que para salvarnos de ir a un infierno, que este mismo dios dispuso.

Comentarios

Ferran

A veces se habla de la crucifixión de Jesús como si hubiera sido un suicidio para morir por nosotros y perdonar nuestros pecados, pero según el relato bíblico no fue así.
Según el relato bíblico, a Jesús lo mataron, lo mandaron matar los religiosos de la época, por la libertad que predicaba.

Es curioso que los que se supone que son seguidores de Jesús, sean los que cohartan las libertades de la gente y hagan lo contrario a el que se supone que es su maestro. Las contradicciones existen.

D

#1 Y encima te ponen que muere con la certeza de que va a pasar a ser la mano derecha del jefe supremo del universo para toda la eternidad ¡Pedazo sacrificio, mira tú!

D

El Papa Francisco se cree que es una autoridad moral válida, o no sé, en su megalomanía sectaria, piensa que puede incluirme como no creyente en sus gilipolleces sectarias.

A mí sinceramente, su sangre de cristo, su pensamiento sobre la bondad y la maldad, y que piense que los ateos pueden ser buenos, me la trae al fresco.

Yo no me rijo por su moralidad, ni lo considero una autoridad válida.

Y mi pensamiento sobre los católicos es simple: mientras cumplan las leyes democráticas, no se metan en mi vida, y no intenten quitarme derechos y robar el dinero público, me da igual lo que hagan.

Yo no los incluyo en mi moral ni en mi pensamiento, ni los considero buenos o malos; sólo son personas que en el momento en que intentan tocarme los cojones luchare contra ellas.