“Lentamente, pero con paso firme, la justicia empieza a prevalecer en estos terribles crímenes que se ciernen sobre la sociedad guatemalteca desde hace tres décadas”, declaró Sebastian Elgueta, investigador sobre Centroamérica de Amnistía Internacional. Amnistía Internacional ha saludado como una victoria para las víctimas la sentencia que condena a cinco guatemaltecos a sendas penas de casi 8.000 años de prisión por su intervención en una masacre de indígenas de 1982.
Comentarios
Que envíen rápidamente a Esperanza Aguirre a convencerles de que no hay que reabrir heridas, que los asesinos tienen que convivir con las víctimas y que eso de la justicia histórica es algo propio de la fracasada izquierda.
Más vale tarde que nunca.