El próximo día 29 de julio, Andrés y Javier sentarán en el banquillo a la empresa Valoriza, que presta sus servicios en el madrileño Hospital del Henares. Esta pareja de homosexuales alega que sufrieron acoso y fueron despedidos por su condición sexual. “Nos hacían bromas y contaban delante de nosotros chistes, como dicen ellos, de maricones” Al final, tanto Javier como Andrés se vieron obligados a recibir tratamiento psicológico “por mobbing homófobo por parte de compañeros y jefes”.
Comentarios
Dejemos que actúe la justicia. De momento ellos dicen una cosa, y la empresa dice que a uno lo despidieron por insultar a unas directivas, y al otro por falta de necesidad. Podrían ser igual de inocentes o culpables tantos unos como otros.
Voto errónea porque el titular ya da por sentada la existencia del mobbing, cuando esto es algo que debe dirimirse en los juzgados.
tiene pinta de pataleta aprovechando su condición sexual.Al final va a ser imposible despedir a un hommosexual aunque sea un inepto en su trabajo.
Puedo certificar que en el mundo comercial existe muchísimo mobbing de ese, pero en sentido contrario. Y no es nada raro que no salga nunca en la prensa. Yo mismo fui tan imbécil e ingenuo, hace años, de ir a ofrecerle una pasta gansa (casi todo mi patrimonio) a un bufete para que me representara en una demanda a mi empresa (de seguros), dirigida por gays, de la que no tuve más remedio que marcharme, y que me hacían la vida imposible a más no poder por haberles descubierto (quién les mandaba ir a mi despacho a escondidas). Se lo dejé bien claro al abogado: "no espero ganar, solo joderlos al máximo. Me basta con que salgamos en la prensa para que otros se animen a denunciar a estos cabrones, y serán muchos, en toda España." Jamás olvidaré la cara del tío. Se encendió como un farol y dijo "sí, ese lobby se queja mucho, pero luego son los peores cabrones". Ambos estuvimos de acuerdo en que allí donde hubiese un juez homosexual, o secretario judicial o hasta señora de la limpieza, nos harían la vida imposible, y ese bufete quedaría marcado para siempre. Al día siguiente me llamó el chavalote. El jefe del bufete no quería aceptar el caso. Lo peor, que ni siquiera lo puedo contar. Únicamente se me ocurrió con algún amigo que creía de mi entera confianza. O bien me tomaron por loco, o por homófobo, o gay frustrado. No me lo dijeron, pero se notaba. Aún encima.
#1 Corregido.
#3 no sé en que te basas para afirmar que se están aprovechando por su orientación sexual,lo mas normal es que un homosexual sufra acoso en su trabajo y no al revés. "Al final va a ser imposible despedir a un hommosexual aunque sea un inepto en su trabajo" ejem, hasta la fecha las sentencias condenando la discriminación en el trabajo se pueden contar con los dedos de la mano, y no porque no exista, sino porque a la justicia le importa un pimiento, así que no entiendo que sentido tiene invertarse un supuesto acoso laboral.
#4 jajaja repito... jajaja. Recuerdo tu caso, ese dia me llegó a mi radar gay un mensaje de la gran mente pensante gay, amo y señor del lobby gay, con el objetivo de hacerte la vida imposible con nuestras artimañas gays. Pero pensé "está vez no, no hay que discriminar a los pobres héteros porque son personas cómo nosotros", así que me desice del carnet gay que me permitía tener acceso a todos los locales de moda mas fashion del mundo y decidí luchar por que ni un solo hetero más fuese perseguido por los horribles gays.
Un consejo, las enfermedades mentales se pueden curar, busca ayuda.
#2,
Gracias