Se enteraron un mes después y lo llamaron a casa. El chaval no se arrugó y fue. Le dijeron que no podía salir con una chica musulmana. Ghufrán lo cuenta ahora en la ciudad gallega adonde huyó con su enamorado. «Mi padre me pegó hasta dejarme un ojo morado y me rapó el pelo por delante. Mi madre me gritó que soy una puta. Que soy mierda de perro.
#1 "Po si", a veces nos da verguenza hablar de amor, sin embargo no de hablar de guerra... algún día los valores serán los verdaderos, el amor tomará la prioridad, y la guerra la última.
¡Qué bonito, se conocieron aprendiendo a tomar un yogurt sin cuchara, agujereando el fondo.
Haz el amor y no la guerra.
Una frase que leí hace tiempo decia "un pez y un pajaro se pueden enamorar, pero donde haran si nido?" en el caso de esta pareja su nido esta en Galicia, me alegro por ellos, el amor nunca debería tener obstaculos.
Comentarios
#1 "Po si", a veces nos da verguenza hablar de amor, sin embargo no de hablar de guerra... algún día los valores serán los verdaderos, el amor tomará la prioridad, y la guerra la última.
¡Qué bonito, se conocieron aprendiendo a tomar un yogurt sin cuchara, agujereando el fondo.
Haz el amor y no la guerra.
Cuando el amorr entra en el corazon no hay fronteras que valgan . joder que bonito me a quedao
Los padres son un poco capullos.¿No?
Bueno un poco no.
Cuanto daño hace el no tener cultura en muchas familias...
Una frase que leí hace tiempo decia "un pez y un pajaro se pueden enamorar, pero donde haran si nido?" en el caso de esta pareja su nido esta en Galicia, me alegro por ellos, el amor nunca debería tener obstaculos.