Se trata de armas consideradas «no letales» que lanzan una descarga de 50.000 voltios. Cuando el agente dispara a una distancia de 7,6 metros, salen dos cables que se prenden con una aguja en la ropa del individuo a detener y causa la parálisis total y momentánea de los músculos del cuerpo, aunque sigue conservando la vista, el oído y la consciencia. Una vez se deja de disparar, la persona se supone que recupera su estado normal.
Comentarios
Hombre sano, lo que se dice sano, no es pero dependerá de la intensidad de la carga.
El problema es que esa denominación de no letal y su aspecto plasticoso parece dar alas a algunos para que tiren de ella más de lo que deberían.
Si en condiciones normales no sacarías la pistola, probablemente el taser tampoco debas sacarlo.
Sabiendo que ya han muerto varios por disparos de táser, la respuesta es que sí es mortal.