La oposición está a favor de la celebración del Gran Premio de Bahréin, algo inesperado pero que a Hugh Robertson, ministro británico de deportes, le encuentra sentido; es una oportunidad única para que el pueblo de Bahréin aproveche la cobertura mediática y se haga oír internacionalmente con sus reivindicaciones: "Podemos entender por qué grupos opositores quieren que la carrera siga adelante si están planeando protestas alrededor, y eso es un peligro", declara preocupado a Telegraph.
Comentarios
Se puede liar muy gorda.
Surgen dudas:
y tanto
Ya te digo