Paul Ekman, experto en el estudio de expresiones faciales, opina que hay 5 motivos por los que no somos capaces de distinguir fácilmente las mentiras. Aunque algunos podamos creer que tenemos facilidad en desenmascarar a un mentiroso, probablemente nuestro ratio de aciertos no será mejor que decidiéndolo al azar. Peor aún, los mentirosos dan sutiles pistas, que pueden ser identificadas en grabaciones de video, pero que al parecer, tenemos una gran facilidad en ignorar.Pasemos a los motivos:
Comentarios
Yo, personalmente, soy muy tonta y muy crédula. Pero es con lo que me ha tocado vivir. Qué le voy a hacer
Creo que hay algún que otro motivo más que no menciona al autor en casos particulares. En concreto, cuando alguien habla con otra persona cara a cara. Estamos diseñados para empatizar a través de las expresiones faciales y, sin un ataque verbal muy claro, es muy difícil que alguien se predisponga a juzgar negativamente una afirmación que haga el otro, al menos instantáneamente.
Consecuencia indirecta de esto, por ejemplo, es porque la gente es mil veces más violenta cuando circula con coche: Si te das un porrazo con alguien al cruzar una esquina andando lo más probable es que la situación acabe en un disculpe, pero si a alguien se le cala el coche toda la fila de atrás que está detrás esperando a que arranque empezará a llamarle de todo menos bonito.
#1 y #2, gracias, se me había pasado, cosas del copy & paste,
Porque son algo tan cotidiano, que ahora lo raro es escuchar una verdad.
Dice que no. Mi novia me lo huele incluso por teléfono. Yo creo que es alguna vitamina que tendrá los sacos de gominolas y mierdas varias que come.
#0 PD: Edita el titular "¿Por qué..."
Porque, entre otras cosas, no sabemos distinguir los "por qués"...
Anda, cambia esa pregunta
Pues serán los otros, porque yo me doy cuenta, al menos, en un alto porcentaje de casos de cuando me están mintiendo o no están diciendo la verdad. Otra cosa es que haga como que lo ignore.