Naftalí Frenkel, un comerciante judio, pasó de prisionero a director de su campo de reeducación soviético en sólo tres años. Y lo hizo a través del buzón de sugerencias del centro, al recomendar un sistema que aplicaba a la producción del campo comunista el sistema de capitalismo más salvaje. Solchenitzin lo resume en la fórmula “comerás según lo que trabajes” y los presos se agrupaban en tres categorías: los capaces de trabajo pesado, los capaces de trabajo ligero y los inválidos.
Comentarios
#1 Los de la primera categoría, si cumplían, recibían 800 gramos de pan y 80 gramos de carne al día, ración que iba decreciendo hasta la mitad para los inválidos, a los que prácticamente condenaba a muerte por desnutrición.
¿Seguro?
#4 Chico, el dia que repartieron sentido del humor te quedaste en casa, verdad?
Ahí ahí, rompiendo tópicos.
Hijo de puta.
#1 Amigüitos, este es un ejemplo de alguien que NO se lee el meneo
que judio¡¡¡¡
Otra muestra de que el capitalismo es mejor que el comunismo