Hace un tiempo me invitaron a Lima para dar una charla. Justo antes de volver a casa, en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, unos policías muy enojados me llevaron a la rastra a un subsuelo, me pusieron las manos contra la pared, me abrieron las piernas, rompieron una por una las artesanías que le llevaba de regalo a Nina y me hicieron pasar una eternidad maravillosa junto a dos perros amaestrados: uno blanco, el otro negro.
"Al revés que sus dueños, los perros que huelen droga son inteligentes y dóciles. Yo jamás los había visto trabajar, por eso creía que los perros adiestrados, cuando huelen una maleta sospechosa, ladran fuerte. Y no es así en absoluto. El primer perro que olfateó mi valija se sentó y se quedó quieto. Esa es la señal del crimen: sentarse inmóviles. "
Comentarios
Mira por donde, gracias a meneame, he descubierto a Casciari. Preveo una larga amistad.
Muy bueno.
"Al revés que sus dueños, los perros que huelen droga son inteligentes y dóciles. Yo jamás los había visto trabajar, por eso creía que los perros adiestrados, cuando huelen una maleta sospechosa, ladran fuerte. Y no es así en absoluto. El primer perro que olfateó mi valija se sentó y se quedó quieto. Esa es la señal del crimen: sentarse inmóviles. "
Genial Casciari