Lo que aportan los pobres

He tenido una conversación con un nonagenario socialista que me ha parecido interesante traer aquí, aunque sólo sea para que veamos lo que ha cambiado el socialismo. Me llamó especialmente la atención el hecho de que me encontré estando de acuerdo con el hombre en la mayoría de las premisas iniciales, seguramente porque tenía más experiencia y más tablas que yo, y no supe rebatir algunas cosas. O por el idioma, porque estamos hablando de Alemania, este verano.

La cuestión es la siguiente: la sociedad, al contrario de lo que quieren afirmar los liberales, existe. Esa sociedad genera una serie de mecanismos para su buen funcionamiento, exige unos impuestos, y presta una serie de servicios útiles a todos, pues todos tienen unos derechos, independientemente de lo que aporten.

En casi todas partes, se entiende como lógico que quienes más tienen, más aporten, y además de manera creciente. Por eso los impuestos son progresivos y no proporcionales, al menos buena parte de ellos.

Los ricos, y las clases medias, por tanto, aportan su dinero a la sociedad.

¿Y qué es lo que aportan los pobres?

En otro tiempo, aportaban sus brazos y sus vidas para la milicia, pero esta se ha disuelto y ha pasado a ser un servicio pagado más.

En otro tiempo aportaban manos y bocas, por su número de hijos, pero eso tampoco sucede en la actualidad.

¿Qué aportan ahora los pobres a la sociedad?

Según este hombre, parte del descontento actual proviene de que hay un grupo que no aporta nada a la sociedad y que se siente con el derecho de pedir a los demás cuanto necesita, mostrando su enfado cuando no obtiene lo que pide.

Todo el mundo tiene que aportar a la sociedad según su capacidad, pero eso no se circunscribe solamente a a la capacidad económica. Convertirlo todo en dinero y pasarlo todo por el mercado es precisamente la base del liberalismo, que convierte a la sociedad en mercado, eliminando sus otras vertientes.

¿Y qué es lo que se supone que aportan actualmente los pobres a la sociedad? Mientras esto no se resuelva, crecerá el malestar de los que se sienten explotados, y será en detrimento de la idea de sociedad y para beneficio de los enemigos de este concepto. Porque no hay nada más antisocial, nada más liberal, que entender que hay personas que no tienen por qué aportar nada.