Sí, el nivel de patetismo a la que llega la gente trastocada por el fúmbol es inenarrable.
acojonante... que puto ridiculo...
Orgolasmo, lo llamaría yo. Pero no lo toméis en serio: ¡lo fingen!
Comentarios
Sí, el nivel de patetismo a la que llega la gente trastocada por el fúmbol es inenarrable.
acojonante... que puto ridiculo...
Orgolasmo, lo llamaría yo. Pero no lo toméis en serio: ¡lo fingen!