Hace 15 años | Por lindeloff a luissolana.com
Publicado hace 15 años por lindeloff a luissolana.com

Es conocida la historia de un tal Pablo de Tarso, cruel perseguidor de los cristianos, que un día descubrió que él no tenía razón y que los que la tenían eran los contrarios. Para que el cambio se entendiera mejor, cuentan las historias que, en su tarea de perseguidor, un día se cayó del caballo y, al levantarse, vió claro su error (...) Este debate sobre los tránsfugas está mal planteado y peor resuelto.

Comentarios

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El problema son las listas cerradas y su interpretación actual: no se puede argumentar que has votado a la persona y a las siglas a la vez. Es o una cosa o la otra. Si lo que se votan son las siglas, el transfuguismo no debería existir, ya que la renuncia de un concejal / diputado conllevaría la entrada en su lugar del siguiente en la lista. Si lo que se votan son las personas, las listas deberían ser abiertas para poder elegir explícitamente a cuáles individuos se vota y cuáles no.

La polémica sobre el transfuguismo no tiene nada que ver con el "cambio de opinión" del implicado. No se cuestiona el que alguien pueda cambiar de partido cuando le apetezca, sino la perversión del sistema democrático que conlleva el que alguien se lleve votos de los ciudadanos a otra formación política distinta a la que votaron.

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#3 tú lo has explicado mejor.

Edito: Habría que eliminar también la disciplina de partido.

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Pues que hagan listas abiertas.

ElCuraMerino

#2: Por encima del cadáver de los partidos (menos alguno pequeño, que sí que reclama listas abiertas). He ahí la panacea a la que no están dispuestos a renunciar.

m

#5 Vamos a ver, que el poder reside en el pueblo, no en los partidos. Si se quiere hacer una ley, con suficientes firmas se puede realizar. Otra cosa es que no nos movilizemos para hacerlo porque es más cómodo criticas a los partidos desde nuestro ordenador (o que lo haga otro)...

m

Yo creo que cambiar de opinion no es malo, perfecto de hecho. AHORA, los tránsfugas no sólo cambian de opinión (opinión que muchas veces tiene que ver con los €), sino que se adueñan de la opinión de todos los votantes de su partido, y por ahí no.

Si cojieran y dijeran "dejo mi escaño porque no estoy deacuerdo con las ideas de mi partido y vuelvo a ser un ciudadano normal hasta las próximas elecciones", entonces si que lo apoyaría, pero casualmente eso no pasa.