Hace 11 años | Por equisdx a hablandodeciencia.com
Publicado hace 11 años por equisdx a hablandodeciencia.com

A más de uno le sonará la expresión “sana, sana, culito de rana, si no sana hoy sanará mañana” (o variantes de la misma) que suele emplear un adulto para calmar el dolor que sufre un niño cuando se ha dado un golpe. La frase suele pronunciarse mientras se acaricia, frota o besa la zona dolorida. Muchas madres han tratado de calmar así el dolor de sus hijos durante mucho tiempo pero, ¿realmente funciona? ¿hay alguna explicación científica? Para responder a estas preguntas debemos saber algo más acerca de los mecanismos del dolor.

Comentarios

zordon

#0 Felicidades!!

Black_Diamond

En mi casa eramos más de "A ver que me mete pako" lol

eddard

En 1965, Ronald Melzack and Patrick Wall publicaron un artículo en Science titulado “Pain Mechanisms: A New Theory” [Mecanismos del dolor: una nueva teoría] en el que proponían su teoría de la puerta del dolor. Estos autores propusieron que tanto las fibras pequeñas (P), que transmiten el dolor, como las fibras grandes (G), que transmiten el tacto, envían la información a dos zonas distintas de la médula espinal. Ambas activan una célula transmisora (T) que envía la información el cerebro. Hay, sin embargo, una puerta de control (SG) que inhibe la activación de esta célula transmisora, impidiendo que la señal dolorosa llegue al cerebro. Las fibras que transmiten el dolor inhiben esta puerta de control, desinhibiendo así a la célula transmisora y permitiendo la sensación de dolor. Por contra, las fibras grandes que transmiten las sensaciones táctiles, activan esta puerta de control, inhibiendo la sensación dolorosa. Esta teoría también propone que el cerebro puede regular la activación de esta puerta del dolor, incluyendo así al sistema nervioso central en la red de sensación del dolor, y proporcionando una explicación a la influencia de la parte psicológica en la sensación dolorosa, más allá de una simple experiencia fisiológica. Según esta teoría, mientras mayor sea la activación de las fibras grandes, menos será la sensación de dolor. Esto explicaría por qué cuando nos damos un golpe tendemos a frotar la zona dolorida, a meterla debajo de un grifo abierto o a agitarla. Y esto es lo que explicaría por qué funciona el “sana, sana, culito de rana” que las madres recitan a sus hijos mientras frotan la zona dolorida.

Brugal-con-cola

-Mama me duele la cabeza
-Tirate un peo pa tereza

-Mama me duele la barriga
-Tirate un peo parriba

Asi me criaron a mi