Aquel pequeño y mediocre hombrecillo que llegó a hablar con acento tejano empezó a rodearse de personajes más mediocres y más manejables. Al político más incapaz que conoce la historia de España lo situó como eterno candidato a la presidencia del Gobierno, a su mediocre esposa la colocó a tiro de piedra de la alcaldía de Madrid. Solo había que esperar el momento mientras disparaba cañonazos de propaganda ultraneoliberal desde su fundación FAES y desde los libelos escritos y audiovisuales que estuvieran dentro de su área de influencia.
|
etiquetas: aznar , rajoy , mediocridad , pp