Una de las últimas entrevistas (2004) a Stanislaw Lem, autor de Solaris, Edén y otras obras de ciencia ficción. Fallecido en 2006, sigue siendo considerado uno de los autores cumbres de la ciencia ficción, con un universo propio y una cultura y conocimientos científicos fuera de lo común. Habla de su decepción por las versiones cinematográficas de 'Solaris', de su relación con Philip K. Dick, Asimov, Clarke y Radbury y de otros asuntos relacionados con el mundo de la literatura y la ficción.
Comentarios
Entrevista larga y sustanciosa, tocando un montón de temas, y la arruinan con ese titular puramente anecdótico. Y la publicación se llama "El cultural".
Ganas de llorar, me entran...
También es el responsable de que toda una generación de jóvenes se haya enganchado a la lectura. Y no precisamente de cuentitos de 20 páginas con ilustraciones.
Solo por eso, ya merece una cierta consideración.
Completamente de acuerdo con #1 #2 y #5
Y se atreven, vean la película "Solaris"; la de Tarkovski, no la de Clooney.
#7 Curiosamente, como se lee en la entrevista, a Lem no le gustó ninguna de las dos versiones.
#8 Raro es que un escritor esté satisfecho con las adaptaciones al cine de sus obras, sobre todo si no ha participado decisivamente en la elaboración.
La de Clooney es para una tarde de domingo en casa.
La de Tarkovski es para cinéfilos con ganas de trabajar un poco como espectador.
#5 Sí, porque mira que habla de otras cosas. Me parece muy interesante lo que cuenta de P.K. Dick. Fue una pena que estuviera tan mal del coco.
Respecto a Asimov, he leído cada pestiño suyo increíble. Con Lem nunca me ha decepcionado ningún libro.
En la literatura hay sitio para todos. Para Solaris y para Potter.
Un estupendo artículo, por otra parte.
#1 Sí, yo no soy muy partidario de Harry Potter, pero entiendo que tenga su público. Creo que Lem era muy exigente con los demás y consigo mismo, y eso le llevó al distanciamiento y sus críticas hacia la ciencia ficción al uso. Para él los libros de CF que se publicaban (mayoritariamente en EEUU) eran simplezas.
Por otra parte, tengo que reconocer que habiendo disfrutado mucho con Asimov y Clarke, cuando conocí la obra de Lem me pareció que estaba bastante por encima de ellos. Su imaginación a la hora de construir mundos realmente alejados de nuestra visión humana creo que requiere de mucho esfuerzo intelectual y de grandes conocimientos científicos.
Por ejemplo, en "Fiasco" hace unas descripciones de la tecnología futura que son sorprendentemente científicas, rigurosas, y a la vez, llenas de fantasía.
#2 Este mismo comentari se lo he escuchado a un compañero de trabajo, asi que tendré que leer algo de este señor.
#4 Creo que no te decepcionará. Por mi parte, si me permites una recomendación, empezaría por "Edén", "Fiasco" o "Solaris".
Recordar que en un principio, Rowling tuvo que mecanografiar la primera copia de su libro a máquina, pues no tenía ni el suficiente dinero para fotocopiarlo. Con las películas y todo, quizá Harry Potter se ha vuelto un producto de márketing, pero estoy seguro de que en un inicio, no era así. También creo que son unos libros geniales para introducir la lectura a los pequeños, por su facilidad de lectura y fluideza.
La película de Tarkovski es sublime para quedarse dormido y después dárselas de cinéfilo. Bueno, la de Clooney también. El libro es simplemente genial.
#10 No he visto ninguna de las dos películas, pero el libro creo que es el que más me ha impresionado de los que he leído de ciencia ficción.
Publicado el 08/04/2004
La literatura existe, por mucho que él no la vea. Es como el caso de la música. Decir que la música es sólo lo que se ve a simple vista es mucho suponer.
Hay obras escritas por profesores (por ejemplo) que ni siquiera llegan al mercado o se distribuyen libremente y son auténticas maravillas.
El problema, yo creo, es el poco afán que editoras y otros literatos que, como él, ponen en sacar adelante un proyecto de auténtica cultura y a nuevos artistas que les puedan "complacer". La época del escritor mecenas que estudiaba y leía obras de 40 discípulos y los ponía en la palestra ha pasado y, la verdad, es que es una pena.