Según los últimos ensayos clínicos presentados en la reunión anual de la Sociedad Americana de Oncología Médica, el uso de una terapia biológica ya utilizada puede ayudar a retrasar la progresión del cáncer de ovario más agresivo. El uso del anticuerpo monoclonal bevacizumab puede cambiar estas pautas de tratamiento ya que "es la primera vez que una agente antiangiogénico consigue mejorar la supervivencia libre de progresión de esta enfermedad tan difícil de tratar".
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