Como demócrata , mi más sentido agradecimiento a la derecha de este país por no haber hecho absolutamente nada para intentar para al fascismo en mi país.
En mi bola de cristal veo que el próximo en pasar a la irrelevancia es Abascal. Va a ir todo a Feijoo como caballo ganador, tipo moderado y aglutinador del centroechaspañol. Solo así podrán aspirar a gobernar en España.
#2 En mi bola de cristal Feijóo fracasa en Madrid, jugando a la política sería, moderada y aglutinadora que le gustba a la derecha hace 15 años. Para cuando se dan cuanta de que la derecha ha entrado en el trumpismo y la única que podía parar esto era Ayuso, Vox ya es la primera fuerza política de la derecha.
#3 no lo descarto, mi bola de cristal es un modelo anticuado. Pero hemos visto a la misma gente transitar desde un autopercibido centro comedido hasta una derecha exaltadamente patriótica, nostálgica y bravucona, pasando por un estadio intermedio de ultraliberalismo que creían moderno. ¿Puede ser un camino de ida y vuelta? Ya pasó con los que se convirtieron en demócratas de toda la vida en un pis-pas. Y no me refiero a los gerifaltes que representan un papel sino a la gente de a pie, al votante.
Comentarios
El día que quede uno, se sacará el carnet del PSOE.
Como demócrata , mi más sentido agradecimiento a la derecha de este país por no haber hecho absolutamente nada para intentar para al fascismo en mi país.
En mi bola de cristal veo que el próximo en pasar a la irrelevancia es Abascal. Va a ir todo a Feijoo como caballo ganador, tipo moderado y aglutinador del centroechaspañol. Solo así podrán aspirar a gobernar en España.
#2 En mi bola de cristal Feijóo fracasa en Madrid, jugando a la política sería, moderada y aglutinadora que le gustba a la derecha hace 15 años. Para cuando se dan cuanta de que la derecha ha entrado en el trumpismo y la única que podía parar esto era Ayuso, Vox ya es la primera fuerza política de la derecha.
#3 no lo descarto, mi bola de cristal es un modelo anticuado. Pero hemos visto a la misma gente transitar desde un autopercibido centro comedido hasta una derecha exaltadamente patriótica, nostálgica y bravucona, pasando por un estadio intermedio de ultraliberalismo que creían moderno. ¿Puede ser un camino de ida y vuelta? Ya pasó con los que se convirtieron en demócratas de toda la vida en un pis-pas. Y no me refiero a los gerifaltes que representan un papel sino a la gente de a pie, al votante.