“Con esto de los topillos los agricultores han llenado todo de veneno y yo no pienso comerme nada de lo que cace”, justifica convencido. Y eso que sabe que las codornices que mata, por ser migradoras, pueden ser francesas, pero prefiere no arriesgarse. Porque también sabe de compañeros que han abierto el buche a una paloma recién cazada y se lo han encontrado repleto de granos de cebada de un extraño color rojo fosforito. Es el veneno anticoagulante masivamente repartido por la Junta de Castilla y León para intentar acabar con el topillo campes
Comentarios
#1 Por supuesto que no debieron consentirlo, si el hombre no alterara el curso de la naturaleza esos topillos habrían acabado en el buche de las rapaces, que es el destino que debieron tener siempre, pero ya casi no quedan aves de esa clase y los animales de los que se alimentan no tienen más remedio que proliferar.
eso de envenenar los ratones creo que debio prohibirse!!!!!!!
y al final lo que mejor resultado les dio, fue remover la tierra
Esto es una verdadera masacre, un atentado medioambiental, son unos terroristas, están llevando a cabo practicas absolutamente desaconsejables y además totalmente ilegalizadas! Han legalizado el uso de venenos solo en este caso. Se están cargando la caza (la cual mueve millones de euros en la zona cada año) y además están acabando con todo su patrimonio ecológico, como muy bien dice la noticia, mueren palomas, codornices y tortolas a cientos y se quedan tiradas en el campo... de alimento a las ratas... Esto parece una situación más propia de un país tercermundista