Hace 14 años | Por --77058-- a elperiodico.es
Publicado hace 14 años por --77058-- a elperiodico.es

Lijia Zhang (Nanjing, 1964) recibió a los 16 años el mejor regalo de su madre: un puesto de trabajo en una fábrica estatal de misiles. Los dickensianos 10 años siguientes, que dilapidó revisando casquetes, sus primeros escarceos sexuales y su lucha política en Tiananmén quedan relatados en El socialismo es genial. Empieza su autobiografía reescribiendo la caverna de Platón: una rana era feliz en su ciénaga hasta que una tortuga le describió un mundo mejor.

Comentarios

Catacroc

Es mejor que sea consciente de ello, no arregla mucho, pero es un paso mas.

P

#1 Si un paso más para darle un revolcón al asunto, hace falta.

D

#1 #2 #3 no necesitais vuestro pc. dádmelo que yo les daré uso.

D

En el mundo que imagino se cazarán alces en los bosques húmedos de los cañones que rodearán las ruinas del "Rockefeller Center". Se llevarán ropas de cuero que durarán toda la vida. Se trepará por lianas tan gruesas como mi muñeca que envolverán la torre "Sears". Y cuando se mire hacia abajo, se verán pequeñas figuras humanas machacando maíz y secando tiras de carne de venado en el asfalto de alguna gigantesca autopista abandonada.

sigh...

S

No es mas feliz quien mas tiene sino quien menos necesita. Me quedo en mi cienaga.
No necesito Audis ni restaurantes caros. Hago bien mi trabajo, tengo una familia genial y cuido a mis amigos.
Soy feliz y me da igual que otros tengan cienagas mas grandes. Si son mas grandes tendrán mas bichos.