Muchas actividades de trabajo, como estar de pie por largos períodos o estar expuesto crónicamente al polvo o a los ruidos fuertes, incrementa el riesgo de infertilidad. Otras evidencias sugieren que el riesgo de infertilidad puede ser mayor en las mujeres que cambian frecuentemente de turno de trabajo. La exposición relacionada con el trabajo a altas temperaturas, químicos, radiación, pesticidas y otras sustancias tóxicas, también se ha ligado con la infertilidad en las mujeres. Relac.: Los horarios que nos están matando
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Ya somos muchos en el planeta.