El velo de Ana Pastor ante el teócrata iraní Ahmadinejad fue "trending topic" en Twitter durante días y prácticamente una noticia de alcance mundial. No se puede decir que la mantilla negra de la embajadora española ante la "Santa sede" haya recibido la misma atención estos días, pese a que refleja la obsesión común de los teócratas por dirigirse a mujeres con la cabeza tapada.
Envolver, cubrir...este debate está alcanzando cotas de sofisticación. ¿Si los velos islámicos tuvieran rejilla y transparencia serían más moralmente aceptables para los occidentales?
El hecho fundamental aqui no se puede perder de vista. EL hecho es que la embajadora de un país democrático y aconfesional no sólo se coloca una prenda religiosa para visitar al jefe de un estado teocrático, sino que le promete a éste la más leal sumisión y seguir financiando masivamente sus actividades en España.
La diferencia radica en que la mantilla española o el pañuelo a modo de velo en las iglesias, es una prenda cuyo uso ha quedado relegado a ceremonias concretas (las cofrades por ir más coquetas o elegantes) y no es de obligada vestimenta ni siquiera ante el Papa, sin embargo el velo islámico es de uso riguroso en ciertos países y situaciones y no me imagino a Ana Pastor caminando por Teherán sin llevarlo puesto.
Lo primero que me ha venido a la mente es esa gente que siempre se queja de las críticas a los católicos pero que luego no hay huevos de decir nada del islam.
#4 Ese argumento, claramente, no se puede emplear para bloquear a perpetuidad cualquier crítica contra las actitudes culturalmente discutibles por parte de no islámicos. Si es una costumbre protocolaria inaceptable que la mujer se cubra el rostro delante de un gobernante ¿Qué más da que el gobernante sea católico o musulmán?
Naturalmente que hay diferencias culturales en el uso de la mantilla y del velo islámico. Pero no deja de ser una coincidencia reseñable la exigencia protocolaria de que la mujer se cubra el rostro delante de un gobernante, sea el papa o el presidente de una república islámica.
Comentarios
#2 Efectivamente http://www.vanitatis.com/fotos/album/200806061album1_g.jpg (Por cierto es la Duquesa, hace muchos años) Y aquí tienes una foto de unas cofrades en procesión: http://www.orihueladigital.es/orihuela/semana_santa/mantillas_dolores_160308_3_ok.JPG seguramente provocativa para los árabes, ya que la mantilla NO CUBRE EL PELO, sólo lo envuelve....y llevan tacones y falda "corta".
Envolver, cubrir...este debate está alcanzando cotas de sofisticación. ¿Si los velos islámicos tuvieran rejilla y transparencia serían más moralmente aceptables para los occidentales?
El hecho fundamental aqui no se puede perder de vista. EL hecho es que la embajadora de un país democrático y aconfesional no sólo se coloca una prenda religiosa para visitar al jefe de un estado teocrático, sino que le promete a éste la más leal sumisión y seguir financiando masivamente sus actividades en España.
La diferencia radica en que la mantilla española o el pañuelo a modo de velo en las iglesias, es una prenda cuyo uso ha quedado relegado a ceremonias concretas (las cofrades por ir más coquetas o elegantes) y no es de obligada vestimenta ni siquiera ante el Papa, sin embargo el velo islámico es de uso riguroso en ciertos países y situaciones y no me imagino a Ana Pastor caminando por Teherán sin llevarlo puesto.
#1 La mantilla creo haberla visto también en los toros, no sé, no me hagas mucho caso.
Lo primero que me ha venido a la mente es esa gente que siempre se queja de las críticas a los católicos pero que luego no hay huevos de decir nada del islam.
#4 Ese argumento, claramente, no se puede emplear para bloquear a perpetuidad cualquier crítica contra las actitudes culturalmente discutibles por parte de no islámicos. Si es una costumbre protocolaria inaceptable que la mujer se cubra el rostro delante de un gobernante ¿Qué más da que el gobernante sea católico o musulmán?
Naturalmente que hay diferencias culturales en el uso de la mantilla y del velo islámico. Pero no deja de ser una coincidencia reseñable la exigencia protocolaria de que la mujer se cubra el rostro delante de un gobernante, sea el papa o el presidente de una república islámica.
"la exigencia protocolaria de que la mujer se cubra el rostro"
Se cubra la cabeza, quería decir. El rostro queda libre tanto por el velo de Pastor como por la mantilla de Figa.