Hace 2 años | Por --682766-- a elpais.com
Publicado hace 2 años por --682766-- a elpais.com

Hacia finales de los años setenta, Lluís Torrent, un joven promotor inmobiliario de Torroella de Montgrí (Girona), hizo el trato de su vida. Ocurrió cuando en su oficina entró un belga enamorado de la Costa Brava que le compró de una tacada dos inmuebles y, de paso, le puso sobre la pista de un negocio aparentemente anodino que acabaría siendo muy importante. Unos cromos de futbolistas que estaban arrasando en otras latitudes de Europa y nadie había llevado aún con éxito a España. Las colecciones de Panini.

Comentarios

A

De vender casas en la Costa Brava
Joder, lo dice como si eso fuera el trabajo más cutre del mundo.

D

#1 Yo no lo veo así; podría haber sido: De director Comercial (por vincularlo a la profesión) y lo vería igual.