El Gobierno reconoce 829 vícitmas mortales de ETA, pero las asociaciones de víctimas del terrorismo elevan esa cifra hasta los 858. La primera víctima fue Begoña Urroz, una niña de 22 meses que fue alcanzada por una bomba incendiaria en San Sebastián, el 27 de junio de 1960. ETA anuncia el "cese definitivo de la actividad armada".
#9:
#8 Y parece que tenemos casos aún más "sangrantes", como este que cita hoy el jukebox. Y más que habrá:
La muerte de José Antonio Cardosa Morales, que para más inri se le ha atribuído a ETA, cuando todo indica lo contrario (GAL), y aparece en todas las listas de victimas de ETA, también en la portada de Público de hoy. Por si acaso, en vez de investigarlo, se ha cubierto con un tupido velo:
"Y no es otra que la de las circunstancias que atañen a la muerte de José Antonio Cardosa Morales, desintegrado por una carta-bomba el 20 de septiembre de 1989 en Errenteria. Privado de la verdad, José Antonio se ha quedado también sin memoria, verdareparación y justicia. Sobre estas tres últimas poco tengo que decir, pero sobre la primera, sí, por lo tanto, allá voy.
Cardosa era un veinteañero objetor de conciencia y cartero eventual. A mediodía de aquella fecha, repartía las cartas sin saber que las suyas saldrían bastos. La bomba le explotó en las manos cuando apretó un sobre para introducirlo a través de la ranura de un buzón. La carta iba dirigida contra un militante de Herri Batasuna que había conseguido la condena por torturas de un tristemente famoso comisario de Policía, que en sumomento había saludado la sentencia prometiendo que alguien acabaría en la cuneta.
En materia de funerales, los vascos hemos alcanzado una variedad incidental impropia de un pueblo tan pequeño, pero la experiencia es un grado. En el de Cardosa, se dieron cita los simpatizantes de la Izquierda Abertzale -denunciando otro episodio de 'guerra sucia'- y las autoridades -condenando el nuevo atentado de ETA-. Ni que decir tiene que los primeros intentaron agredir al entonces gobernador civil, Goñi Tirapu, y que sus guardaespaldas sacaron las pistolas y le pegaron un tiro en la pierna a uno de asediadores.
Por supuesto, nunca hubo reivindicación del atentado, ni sospechosos, ni detenidos, ni juicio, ni condenas. Algún mal pensado diría que ni investigación. Sólo hubo un manto de silencio, todo lo cual, ha permitido que veintidós años y un mes más tarde, el nombre de José Antonio Cardosa Morales figure, contra toda evidencia, en cada una de las listas de víctimas de ETA que se publican hoy.
La justicia será asunto de los tribunales, la reparación compete al Gobierno y la memoria apela al conjunto de la sociedad, pero como dejemos la verdad vivida en primera persona en manos ajenas, nos humillaremos zampándonos un relato en el que la dejadez, la falta de rigor y los intereses bastardillos harán síntesis para negarnos que cada muerto fue es un caso individual y que en los pliegues y detalles de cada historia anida la verdad histórica. En su lugar habrá quien prefiera mezclarlo todo y propinarnos una compota podrida. Proclamar que a José Antonio Cardosa no lo mató ETA es tan sólo otra forma de recalcar que a otros sí los mató ETA."
Según wiki-eta:
Asesinado en Rentería (Guipúzcoa).
José Antonio era cartero. A las dos y media del mediodía, cuando trataba de introducir un paquete en uno de los buzones del número 23 de la calle de Juan de Olazábal, la carta bomba hizo explosión. José Antonio, de 22 años, murió en el acto.
ETA se desvinculó del atentado y lo atribuyó a los aparatos del Estado.
Son 829, solo que queda mejor decir que la primera víctima fue una niña pequeña, pero no, no fue víctima de ETA. Aquí un reportaje en el que se ve que el atentado en el que murió Begoña Urroz no la hizo ETA (en euskera): www.berria.info/lagun_ikusi.php?id=1432 (el reportaje ganó el premio Rikardo Arregi de periodismo).
#8 Y parece que tenemos casos aún más "sangrantes", como este que cita hoy el jukebox. Y más que habrá:
La muerte de José Antonio Cardosa Morales, que para más inri se le ha atribuído a ETA, cuando todo indica lo contrario (GAL), y aparece en todas las listas de victimas de ETA, también en la portada de Público de hoy. Por si acaso, en vez de investigarlo, se ha cubierto con un tupido velo:
"Y no es otra que la de las circunstancias que atañen a la muerte de José Antonio Cardosa Morales, desintegrado por una carta-bomba el 20 de septiembre de 1989 en Errenteria. Privado de la verdad, José Antonio se ha quedado también sin memoria, verdareparación y justicia. Sobre estas tres últimas poco tengo que decir, pero sobre la primera, sí, por lo tanto, allá voy.
Cardosa era un veinteañero objetor de conciencia y cartero eventual. A mediodía de aquella fecha, repartía las cartas sin saber que las suyas saldrían bastos. La bomba le explotó en las manos cuando apretó un sobre para introducirlo a través de la ranura de un buzón. La carta iba dirigida contra un militante de Herri Batasuna que había conseguido la condena por torturas de un tristemente famoso comisario de Policía, que en sumomento había saludado la sentencia prometiendo que alguien acabaría en la cuneta.
En materia de funerales, los vascos hemos alcanzado una variedad incidental impropia de un pueblo tan pequeño, pero la experiencia es un grado. En el de Cardosa, se dieron cita los simpatizantes de la Izquierda Abertzale -denunciando otro episodio de 'guerra sucia'- y las autoridades -condenando el nuevo atentado de ETA-. Ni que decir tiene que los primeros intentaron agredir al entonces gobernador civil, Goñi Tirapu, y que sus guardaespaldas sacaron las pistolas y le pegaron un tiro en la pierna a uno de asediadores.
Por supuesto, nunca hubo reivindicación del atentado, ni sospechosos, ni detenidos, ni juicio, ni condenas. Algún mal pensado diría que ni investigación. Sólo hubo un manto de silencio, todo lo cual, ha permitido que veintidós años y un mes más tarde, el nombre de José Antonio Cardosa Morales figure, contra toda evidencia, en cada una de las listas de víctimas de ETA que se publican hoy.
La justicia será asunto de los tribunales, la reparación compete al Gobierno y la memoria apela al conjunto de la sociedad, pero como dejemos la verdad vivida en primera persona en manos ajenas, nos humillaremos zampándonos un relato en el que la dejadez, la falta de rigor y los intereses bastardillos harán síntesis para negarnos que cada muerto fue es un caso individual y que en los pliegues y detalles de cada historia anida la verdad histórica. En su lugar habrá quien prefiera mezclarlo todo y propinarnos una compota podrida. Proclamar que a José Antonio Cardosa no lo mató ETA es tan sólo otra forma de recalcar que a otros sí los mató ETA."
Según wiki-eta:
Asesinado en Rentería (Guipúzcoa).
José Antonio era cartero. A las dos y media del mediodía, cuando trataba de introducir un paquete en uno de los buzones del número 23 de la calle de Juan de Olazábal, la carta bomba hizo explosión. José Antonio, de 22 años, murió en el acto.
ETA se desvinculó del atentado y lo atribuyó a los aparatos del Estado.
Ni una cifra ni otra. Las víctimas mortales no son las únicas víctimas. Hay miles de heridos y decenas de miles de viudas y huérfanos. Por poner un ejemplo, Irene Villa y su madre no están incluídas en esa contabilidad,
Por tanto no son menos de mil, sino muchos, muchísimos millares de personas a los que esta gentuza repugnante y cobarde ha arruinado la vida.
son muchas, aunque si las comparamos con las muertes del franquismo, son casi un juego de niños. Y, por cierto, también hay que decirlo. Algunas de esas victimas eran unos auténticos hijos de puta.
Comentarios
Demasiadas en cualquier caso.
Son 829, solo que queda mejor decir que la primera víctima fue una niña pequeña, pero no, no fue víctima de ETA. Aquí un reportaje en el que se ve que el atentado en el que murió Begoña Urroz no la hizo ETA (en euskera): www.berria.info/lagun_ikusi.php?id=1432 (el reportaje ganó el premio Rikardo Arregi de periodismo).
#1 Totalmente de acuerdo, por cierto.
#0 Begoña Urroz no fue víctima de ETA como dice #3. Es una mentira que se ha impuesto, así por arte de magia, en los últimos 5 años.
#8 Y parece que tenemos casos aún más "sangrantes", como este que cita hoy el jukebox. Y más que habrá:
La muerte de José Antonio Cardosa Morales, que para más inri se le ha atribuído a ETA, cuando todo indica lo contrario (GAL), y aparece en todas las listas de victimas de ETA, también en la portada de Público de hoy. Por si acaso, en vez de investigarlo, se ha cubierto con un tupido velo:
"Y no es otra que la de las circunstancias que atañen a la muerte de José Antonio Cardosa Morales, desintegrado por una carta-bomba el 20 de septiembre de 1989 en Errenteria. Privado de la verdad, José Antonio se ha quedado también sin memoria, verdareparación y justicia. Sobre estas tres últimas poco tengo que decir, pero sobre la primera, sí, por lo tanto, allá voy.
Cardosa era un veinteañero objetor de conciencia y cartero eventual. A mediodía de aquella fecha, repartía las cartas sin saber que las suyas saldrían bastos. La bomba le explotó en las manos cuando apretó un sobre para introducirlo a través de la ranura de un buzón. La carta iba dirigida contra un militante de Herri Batasuna que había conseguido la condena por torturas de un tristemente famoso comisario de Policía, que en sumomento había saludado la sentencia prometiendo que alguien acabaría en la cuneta.
En materia de funerales, los vascos hemos alcanzado una variedad incidental impropia de un pueblo tan pequeño, pero la experiencia es un grado. En el de Cardosa, se dieron cita los simpatizantes de la Izquierda Abertzale -denunciando otro episodio de 'guerra sucia'- y las autoridades -condenando el nuevo atentado de ETA-. Ni que decir tiene que los primeros intentaron agredir al entonces gobernador civil, Goñi Tirapu, y que sus guardaespaldas sacaron las pistolas y le pegaron un tiro en la pierna a uno de asediadores.
Por supuesto, nunca hubo reivindicación del atentado, ni sospechosos, ni detenidos, ni juicio, ni condenas. Algún mal pensado diría que ni investigación. Sólo hubo un manto de silencio, todo lo cual, ha permitido que veintidós años y un mes más tarde, el nombre de José Antonio Cardosa Morales figure, contra toda evidencia, en cada una de las listas de víctimas de ETA que se publican hoy.
La justicia será asunto de los tribunales, la reparación compete al Gobierno y la memoria apela al conjunto de la sociedad, pero como dejemos la verdad vivida en primera persona en manos ajenas, nos humillaremos zampándonos un relato en el que la dejadez, la falta de rigor y los intereses bastardillos harán síntesis para negarnos que cada muerto fue es un caso individual y que en los pliegues y detalles de cada historia anida la verdad histórica. En su lugar habrá quien prefiera mezclarlo todo y propinarnos una compota podrida. Proclamar que a José Antonio Cardosa no lo mató ETA es tan sólo otra forma de recalcar que a otros sí los mató ETA."
http://blogs.diariovasco.com/index.php/eljukebox/2011/10/21/no_tengo_reparacion_ni_justicia_aunque_s#comments
Según wiki-eta:
Asesinado en Rentería (Guipúzcoa).
José Antonio era cartero. A las dos y media del mediodía, cuando trataba de introducir un paquete en uno de los buzones del número 23 de la calle de Juan de Olazábal, la carta bomba hizo explosión. José Antonio, de 22 años, murió en el acto.
ETA se desvinculó del atentado y lo atribuyó a los aparatos del Estado.
http://wikieta.wiki-site.com/index.php/Jos%C3%A9_Antonio_Cardosa_Morales
Según la cuatro 864:
http://www.cuatro.com/noticias/ETA-violencia-banda_terrorista-victimas-Pais_Vasco_0_1489651043.html
y dependiendo de la fuente la cifra variará según convenga a cada cual.
#5 ¿Según convenga? ¿Qué pasa, que si son unas pocas menos los crímenes de estos hijos de la gran puta son menos repugnantes?
Ni una cifra ni otra. Las víctimas mortales no son las únicas víctimas. Hay miles de heridos y decenas de miles de viudas y huérfanos. Por poner un ejemplo, Irene Villa y su madre no están incluídas en esa contabilidad,
Por tanto no son menos de mil, sino muchos, muchísimos millares de personas a los que esta gentuza repugnante y cobarde ha arruinado la vida.
829/858 familias destrozadas, en muchos casos por un conflicto que no les interesaba para nada.
He encontrado esta noticia relacionada: Listado interactivo de todas las víctimas causadas por la banda de asesinos ETA
Listado interactivo de todas las víctimas causadas...
elpais.comDescansen en paz!
son muchas, aunque si las comparamos con las muertes del franquismo, son casi un juego de niños. Y, por cierto, también hay que decirlo. Algunas de esas victimas eran unos auténticos hijos de puta.