[C&P] A mediados del siglo XIX, William H. Mumler descubrió, por accidente, que él y su cámara fotográfica eran capaces de captar algo que el ojo humano rara vez alcanzaba a ver: los espíritus de los muertos. Mumler enseguida convirtió su sorprendente “hallazgo” en un lucrativo negocio. Aunque, desafortunadamente para él, sus inquietantes fotografías, en las que se veía a sus clientes acompañados por sus familiares difuntos, no tardarían en llevarlo ante los tribunales.
Comentarios
#1 ¡Caramba!
simpatica historia
que tiene que decir friker jimenez de todo esto?
Sonría, por favor.