El votante medio tiene poco tiempo para informarse sobre los asuntos de la actualidad, sólo pone interés cuando le incumben directamente, así que delega su opinión en "su" partido político o líderes de opinión. Esto siempre ha pasado, pero ahora, con más medios informativos, paradójicamente es más fácil mantenerte en tu burbuja informativa
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Hola Artikan, interesante artículo te has currado. Lástima que esté errado de base...
Comunismo y Fascismo son doctrinas sociopolíticas. Liberalismo es una doctrina económica. Y por simple respeto de nuestros compatriotas liberales del siglo XIX, que en nada se parece a los actuales neoliberales, continuaré llamando a esta doctrina económica como realmente deberíamos llamarla: neoliberal...
Comunismo y Fascismo son doctrinas sociopolíticas enfrentadas, aunque en algo se parecen, en la adopción del poder por una élite extractiva. En el caso del Fascismo es más claro este hecho, como bien dices. Mientras que en el comunismo, esa bonita utopía del gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, normalmente un partido único se hace con los resortes del poder y acaba dando al traste con cualquier bonito sueño.
En ambos casos el resultado es idéntico, la creación de una élite extractiva. En ambos casos, la forma de mantenerse en el poder es a través de la fuerza bruta, aunque no solo. Es de vital importancia, en ambos casos, la utilización de métodos propagandísticos. Ahí Goebbels marcó escuela. Y, por supuesto, un nacionalismo agresivo y excluyente con el diferente se desarrolla en ambos sistemas sociopolíticos.
Por su parte, Neoliberalismo es una doctrina económica que aboga por un mercado auto regulado, sin la necesidad de medidas gubernamentales porque, según dicen algunos, el mercado se vale solito para distribuir la riqueza de forma justa. Sin embargo, la crisis de 2007-2008 nos enseño (por enésima vez) que el mercado no se regula solo. Hace falta la intervención del Estado para solventar esos déficits del libre mercado. Por cierto, tal como marca nuestra propia Constitución, y la mayoría de Constituciones de los países democráticos: el Estado debe redistribuir la riqueza. Y eso es así porque desde hace siglos se sabe que el mercado es incapaz de auto regularse. Aunque algunos sigan dando la matraca con que el mercado se regula solito. Ello solo puede funcionar en países como EEUU por una sencilla razón: son los amos del mundo y hacen y deshacen a su antojo. Tienen el ejército más poderoso y una impresora de dinero que pueden utilizar sin problemas desde que Nixon rompió unilateralmente el patrón oro en tiempos de la guerra de Vietnam.
Por lo tanto, la doctrina contraria al neoliberalismo sería el intervencionismo estatal, típico de los países comunistas. Pero, como bien decías, no siempre es así. Ahí esta el ejemplo de la actual China comunista con un sistema económico más cercano al capitalismo sin grilletes. Y por otro lado pueden existir países fascistas que aboguen (normalmente por necesidad) por un sistema económico intervencionista. Como ejemplo la primera España franquista, la de la autarquía, la anterior al aperturismo que se inició en la década de los 60. Eso sí, esto fue así por la situación geopolítica, por la condena internacional que caía sobre el régimen fascista de Franco.
Me ha gustado el símil que haces del colonialismo y fascismo, siendo el fascismo una especie de evolución del colonialismo pero ubicado en un mismo país, entre compatriotas, para manteniendo esa diferencia social típica del colonialismo. Me recuerda a aquel artículo llamado La Estirpe, publicado en El Faro de Vigo por un tal M. Rajoy. O a las declaraciones de Díaz Ayuso donde nos recuerda que no todos somos iguales: hasta ahí podríamos llegar, a ver qué nos vamos a creer nosotros, simples ciudadanos de a pie...
Por eso el Fascismo (y el Comunismo) se refugian detrás de la bandera, porque en realidad no son doctrinas patrióticas, no buscan los mejor para el país o para la mayoría de su población. Simplemente buscan su mantenimiento en el poder sin oposición. Por eso los neoliberales acuden a esa cada vez más denostada palabra de Libertad, porque si en realidad dijeran la verdad, que defienden una Educación concertada para mantener sus privilegios no les votaría ni Dios. Perdón, Dios sí les votaría porque le beneficia este sistema. Bueno a los curas les beneficia, no vayamos nosotros a tomar la palabra de Dios en vano, para ello ya está la Iglesia
Por último, si debemos luchar contra el Fascismo (o contra el comunismo estalinista) y debemos utilizar la ética o la razón la llevamos guapa. Ya hemos perdido la batalla. Tal vez la mejor forma de luchar contra estos sistemas autoritarios sea poner de frente sus contradicciones y defender sin ambages la democracia como mejor sistema posible. Una democracia donde está representada todas la ideas políticas, aunque no sean de nuestra cuerda. Y denunciar cualquier sistema sociopolítico que niegue derechos fundamentales a cualquier ciudadano de nuestro país.
Perdón por el rollo, supongo que habrás escrito este artículo para iniciar un debate...
Un saludo