#2
-Papá,¿tú que hiciste cuando nos recortaban los derechos?
-Culpar a los sindicatos y no luchar, hijo.
-No, en serio...
Me lo ha enviado hoy un amigo
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Si pueden ver una cosa: El Panteón (totalmente de acuerdo con el artículo)
Y si pueden ver dos: El Panteón y la Fontana di Trevi.
Y si pueden ver tres: Panteón, Fontana y Coliseo.
Y si pueden ver cuatro: Panteón, Fontana, Coliseo y Piazza di Spagna.
Y si pueden ver cinco: Panteón, Fontana, Coliseo, Piazza di Spagna y la de San Pedro (entrando lateralmente, no por el frente).
Etc. (Circo máximo, Foro, Palatino, Navona, Villa Borghese, Campidoglio, Sant Ángelo, Trastévere, Museos vaticanos...)
Roma es un lugar que merece visitarse, pero sobre todo lo que yo recomendaría es que no se quiera ver demasiado, si no quererlo ver bien:
En el Panteón hay que entrar, pasearlo, quedarse en el medio y sentir el espacio, salir afuera y sentarse delante de la fuente a tomar un gelatto mientras se mira el edificio (y la vida alrededor)
En la Fontana de Trevi también hay que sentarse en el banco (al atardecer, en buena compañía y con una botella para compartir, preferiblemente) y estar allí al menos media hora o más.
En el Coliseo hay que pasearlo todo (lo que te dejan), examinar los muros, imaginárselo completo y lleno de gente, mirar desde la grada a la arena y viceversa...
En la Piazza di Spagna hay que sentarse en las escaleras y ver pasar a la gente.
En San Pedro hay que entrar por un lateral (llegando al Vaticano por las callejuelas y no por la avenida, para encontrarse de repente abrazado por la columnata) y dirigirse al centro de la plaza y después en lugar de entrar en la basílica (ya volverás), salir de la plaza.
En el Trastévere hay que callejear y comer, y cenar... varias veces.
La Villa Borghese se merece no menos tiempo que una tarde entera.
Incluso hay que dejar que los romanos le den la lata a uno.