A mí me resulta interesante la visión de la izquierda del fenómeno.
Primero tacha de mala persona o mermado mental a todo el que se atreva a decir que ningún país puede mantenerse mucho tiempo sin un control migratorio.
Se prohíbe y censura a cualquiera que desafíe el discurso y diga que importar pobres traerá delincuencia porque no tendrán trabajo, a cualquiera que diga que traerán sus costumbres anti derechos humanos. Ni siquiera se puede decir que traer más gente aumentará la competición por la vivienda en zonas donde hay trabajo, o que el que llega con una mano delante y otra detrás va a desplazar a los pobres de ahora.
¡Aporofobia! ¡Delito de odio! ¡A juicio!
Y a ver si se puede conseguir una muerte social: se persigue a su empleador, a sus clientes, a sus fans, lo que sea.
A intentar arruinarlos para que nadie se atreva a hablar. Todo para acallar al que diga que vendrán problemas.
Y cuando los problemas explotan y los jóvenes ven lo que les espera... ¡¿cómo es posible que se vuelvan de derechas?!
Primero tacha de mala persona o mermado mental a todo el que se atreva a decir que ningún país puede mantenerse mucho tiempo sin un control migratorio.
Se prohíbe y censura a cualquiera que desafíe el discurso y diga que importar pobres traerá delincuencia porque no tendrán trabajo, a cualquiera que diga que traerán sus costumbres anti derechos humanos. Ni siquiera se puede decir que traer más gente aumentará la competición por la vivienda en zonas donde hay trabajo, o que el que llega con una mano delante y otra detrás va a desplazar a los pobres de ahora.
¡Aporofobia! ¡Delito de odio! ¡A juicio!
Y a ver si se puede conseguir una muerte social: se persigue a su empleador, a sus clientes, a sus fans, lo que sea.
A intentar arruinarlos para que nadie se atreva a hablar. Todo para acallar al que diga que vendrán problemas.
Y cuando los problemas explotan y los jóvenes ven lo que les espera... ¡¿cómo es posible que se vuelvan de derechas?!