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La era dorada prometida por Boris Johnson para el Reino Unido luce cada vez más lejana. En medio de una recesión económica y en plena pandemia del coronavirus, el sector industrial ve con preocupación el futuro tras el brexit, que ya está a la vuelta de la esquina. Un verdadero quebradero de cabeza para el sector industrial y trabajadores como Dan Van Der Knaap, que tiene que viajar a diario desde Bélgica al Reino Unido para cumplir con los pedidos a las floristerías y mercados de flores. Un producto perecedero que depende de un viaje rápido.
"Nos estamos moviendo a un pequeño pago mensual por el uso del sistema X" ha dicho Elon Musk. Su frase parece no dejar lugar a dudas: lo que antes conocimos como Twitter y luego mudó a todo un sistema que pretende ser una "súper app", ahora tendrá una suscripción que deberían pagar el 100% de los usuarios.
Ahora, tras la dentención de 21 tuiteros, Manjón ha suplicado a la Guardia Civil que le traten igual que a otras víctimas y detengan a los que la insultan. Una petición que ha sentado muy mal a Mari Carmen Sánchez, concejal del Ayuntamiento de Leioa y miembro de la Ejecutiva Regional del PP Vasco, quien ha publicado en Twitter el siguiente mensaje: Me parece vergonzoso que esa señora (en referencia a Manjón) precisamente como victima cuestione la actuación de la Guardia Civil”.
Según la Delegación del Gobierno de Madrid han sido solo 40.000 asistentes y según la Policía Nacional, aún menos, situando la cifra en 30.000. ¿Esta es la “rebelión nacional” que pedía Aznar?
La deriva de no condenar agresiones es muy peligrosa. Vemos esto repugnante de VOX, pero el otro día vimos al motorizado de Podemos justificar una pedrada a una diputada de Podemos. A esto nos lleva el fascismo y el comunismo. A justificar las agresiones y a naturalizar el insulto, como dice el Mengele español de las residencias.