#164 O se lo habría llevado, o lo estaría reteniendo hasta el último minuto, como hacen todos. Porque aquí solo hay estrategias distintas para lo mismo: aferrarse al cargo mientras se pueda.
#154 Claro que hay muchas diferencias, nadie lo discute. Pero lo que pretendía señalar es algo bastante más simple y evidente: que todos estiran el chicle hasta que ya no les queda otra. Nadie dimite por ética, orgullo o sentido de responsabilidad, ni en el PSOE ni en el PP. Lo de Cerdán es una dimisión forzada por la presión judicial; lo de Mazón es aguantar el tipo mientras el escudo del aforamiento y los tiempos judiciales se lo permitan. Que no se nos olvide: aquí no hay ejemplaridad, hay cálculo e interés particular. En todos los colores.
#83 Ahora sí tiene más sentido tu comentario, y en parte te doy la razón: el sistema judicial no es una ciencia exacta, ni una ley matemática que dé siempre el mismo resultado. Los jueces tienen margen interpretativo y, por supuesto, pueden tener sesgos o percepciones distintas ante casos similares. Eso es un límite real del sistema y hay que reconocerlo sin problema.
Dicho esto, lo que se está viendo por aquí no es una crítica jurídica seria, sino una reacción emocional a un titular. La mayoría de los que opinan no han leído la sentencia ni conocen los hechos probados. Se lanzan afirmaciones graves sin ninguna base jurídica, confundiendo el tipo penal del delito de odio con el simple uso de insultos, como si “maricón” equivaliera automáticamente a motivación homófoba en todos los contextos.
Se puede criticar una sentencia, claro que sí, incluso afirmar que es un error. Pero lo mínimo que se exige es aportar razones coherentes, no confundir intenciones con percepciones ni cargar contra el juez como si fuera un enemigo solo porque no nos gusta un titular.
#138 Efectivamente, no se le ha imputado todavía, y esa es precisamente la diferencia. Que Mazón, pese a que ya debería haber dimitido por sus negligencias más que evidentes, está aguantando el tipo mientras puede. Si llega el día en que tenga que ir al juzgado, probablemente caerá, como bien señalas. Y tranquilo, que nadie te está tomando por tonto, aunque esa reacción tan airada hace pensar que te molesta más la realidad que el fondo del asunto.
#81 Tu comentario es confuso, pero por aclararlo: el delito de terrorismo también exige intención, y se juzga con base en hechos probados que demuestren esa finalidad, no con conjeturas. No es una contradicción, es la aplicación coherente del principio de legalidad. Lo que tú llamas parcialidad es, simplemente, respeto a las garantías procesales.
#126#128 La diferencia es simple: a Mazón, le pese a quien le pese, no se le imputa nada. Podrá gustar más o menos, pero salir indemne judicialmente no es lo mismo que dimitir por una investigación del Supremo. Aquí no se trata de colores, sino de hechos, que quien ha traído a colación a tal individuo no he sido yo.
#122 El rechazo a la corrupción no va por partidos, va por principios. Y si hay que señalar a alguien por su cercanía o responsabilidad política, se hace. Cerdán no era un peón cualquiera, era el fontanero mayor del PSOE, y no dimite por ética, dimite porque el Supremo lo cita. La justicia no avanza por deseos húmedos, sino por indicios, y aquí ya hay unos cuantos. No cuela vender esto como ejemplo de firmeza, cuando hasta ayer lo blindaban.
#63 menos victimismo y menos comparar con Aznar como si eso fuese algún tipo de excusa infantil. Aquí lo que hay es una crisis interna muy seria en el PSOE, con uno de sus máximos dirigentes saliendo por la puerta de atrás, justo después de haber sido ratificado por Sánchez. El mensaje es claro: si te rodeas de este tipo de perfiles y luego resulta que acaban declarando ante el Supremo, el problema no es la derecha, ni los jueces, ni los narcos imaginarios: el problema es cómo funciona tu partido por dentro. Que esta no es la primera, joder.
#79 Agradezco el tono, aunque insinúes que no comprendo lo que es la dignidad LGTBI+. Te aseguro que sí lo entiendo, pero también entiendo algo que parece que tú estás dejando de lado: cómo funciona el derecho penal en un estado de derecho. Aquí no se condenan intenciones presuntas ni se aplican agravantes por presión social o indignación, por muy legítima que esta sea.
No es que yo no vea la carga homófoba de un “maricones de mierda, os vamos a matar”. Lo que ocurre es que comprendo que el tribunal no encuentra prueba suficiente de que esa expresión fuera la motivación central del delito. Y esa diferencia no es un tecnicismo, es la base del agravante del artículo 22.4 del Código Penal. Que un insulto sea homófobo no convierte automáticamente cualquier agresión en un delito de odio. Esa línea hay que trazarla con pruebas, no con conjeturas.
Esto no es una excusa ni una negación del sufrimiento de las personas LGTBI+, es la forma de asegurar que no se condena a nadie sin pruebas. De lo contrario, acabaríamos aplicando agravantes por pura intuición o clima social, lo cual es peligrosísimo. Y no, defender las garantías del Estado de Derecho no es justificar agresiones, es evitar que un día se apliquen esas mismas reglas laxas contra ti o contra mí. Porque hoy puede ser un "maricón", mañana un "meapilas", y pasado alguien a quien se le malinterprete un chiste. Las garantías protegen a todos. Incluso cuando duelen.
También mencionas el caso de Samuel Luiz, pero es precisamente un ejemplo donde sí se pudo construir una prueba sólida sobre la motivación homófoba, no solo por los insultos, sino por el conjunto de hechos, declaraciones y contexto. Aquí el TSJ andaluz no niega que los insultos sean homófobos, sino que no ve acreditado que la agresión fuera causada por la orientación sexual y no por otro conflicto previo.
Así que no te equivoques, yo no justifico agresiones. Exijo que se prueben. Y lo seguiré haciendo, aunque duela, porque esa es la única forma de que cuando sí haya homofobia probada, la condena sea justa, incontestable y no un gesto vacío.
#15 El problema de fondo es el simplismo casi infantil de reducir cualquier crítica a la corrupción del PSOE a un supuesto apoyo inmediato y entusiasta al PP o a Vox. Es un razonamiento binario, muy cómodo pero completamente alejado de la realidad política de este país. Señalar la corrupción no es hacer campaña por nadie, es exigir responsabilidad, y pretender que solo lo hacen los “pepetudos” es no entender (o no querer entender) que mucha gente está harta del clientelismo, del amiguismo y de los chanchullos venga de donde venga.
Creer que señalar los casos del PSOE implica desear un gobierno de Feijóo y Abascal es tan burdo como pensar que criticar al PP te convierte automáticamente en comunista bolivariano. Ese encorsetamiento mental lleva a la autocomplacencia, impide cualquier tipo de autocrítica y, peor aún, justifica lo injustificable con la excusa del “mal menor”. A largo plazo, ese tipo de pensamiento solo beneficia a los corruptos de turno, porque saben que mientras su electorado sea fiel por miedo al otro, pueden seguir actuando con total impunidad.
Y ya que hablamos de “no hay pruebas sólidas” o “no hay sentencia firme”, mejor no entremos en el nivel de exigencia moral tan lamentablemente bajo que implica conformarse con eso para seguir votando a alguien. Porque si lo único que impide reconocer la corrupción es la ausencia de condena judicial, es que se ha renunciado por completo a cualquier estándar ético.
#87 Jajaja, venga va, lo reconozco: no hace falta ser muy agudo para ver por dónde va el pájaro. Lo de “probablemente” era por mantener un mínimo de prudencia, pero sí, en este caso concreto huele a devoción.
#75 Fuiste una vez a una matanza y ya te crees experto, como quien va a misa y se proclama papa. Y sobre el euskera, más de lo mismo: lo oyes dos veces en tu vida y ya sentencias que es inventado. Si los vascos en Peñíscola no te dieron conversación, igual es porque vieron que no dabas para gran cosa y no quisieron perder el tiempo. Hablas mucho, entiendes poco, y cada vez que escribes haces el ridículo más grande.
#68 Que haya jueces con sesgo es posible, como en cualquier profesión, pero una cosa es eso y otra muy distinta despreciar una sentencia solo porque no cuadra con tus prejuicios.
Si crees que el tribunal no ha aplicado el Derecho penal con precisión técnica, puedes criticarlo, pero hasta ahora lo único que has hecho es opinar sobre un caso que no conoces más allá de un titular, y justificándote con percepciones ideológicas sin base jurídica real.
#59 Entiendo que te moleste, pero estás cometiendo errores de base. Confundes lo que debe proteger el derecho penal con lo que te gustaría que protegiera. El problema aquí no es que los jueces no empaticen, sino que no pueden inventarse pruebas ni condenar intenciones que no han quedado acreditadas.
Precisamente en el caso de los agravantes de odio, se exige probar que la motivación del delito sea la pertenencia de la víctima a un colectivo determinado, porque de lo contrario cualquier pelea o discusión con insultos se convertiría automáticamente en delito de odio. Y no, no basta con haya un insulto repulsivo, como tampoco basta con que una viñeta sea ofensiva para que sea apología del terrorismo.
Siento que te moleste que el estándar probatorio sea tan exigente, pero no es un fallo judicial ni algo que pruebe la ausencia de sensibilidad, formación o empatía del juez, sino que es una garantía constitucional. Y sí, protege también a quienes dicen barbaridades, porque ese es el precio de vivir en un Estado de Derecho y no en un régimen donde se castigan las intenciones presuntas.
Tu lectura ignora lo esencial: esta sentencia no dice que llamar “maricón” no sea ofensivo, dice que no basta con eso para aplicar el agravante de odio. Y eso no solo es correcto jurídicamente, es imprescindible democráticamente. Aunque no te guste.
#55 Si crees que un tribunal aplica el Derecho igual que en tiempos del "movimiento" solo porque no dicta la sentencia que tú deseas (en base a un titular de prensa y sin conocer el caso, además) , el problema no es de los jueces, es tuyo. No saber distinguir entre justicia y linchamiento es el primer paso hacia la selva.
#12@IkkiFenix tiene razón. La clave no está en lo desagradable de las palabras sino en si el móvil de la agresión fue discriminar por orientación sexual. Y eso, jurídicamente, no está demostrado. Que se utilice “maricón” en medio de una pelea no convierte automáticamente el delito en uno de odio, igual que llamar “hijo de puta” en una discusión no implica odio hacia las madres.
El TSJA no absuelve por simpatía (de hecho califica los insultos como "repugnantes") sino que absuelve porque no se puede aplicar el artículo 510 del Código Penal sin una intención probada de denigrar por pertenencia a un colectivo. Es Derecho Penal, no una terapia de grupo. Y eso, aunque escueza, garantiza que no nos carguemos principios como la presunción de inocencia o el de tipicidad.
#24 Claro, pero es que tu error no es una falta de comprensión, sino una mera confusión entre el significado textual y el tipo penal.
El tipo penal del artículo 510 del Código Penal exige algo más que un exabrupto o una amenaza, o lo que tú puedas identificar como "odio" a nivel coloquial.
#27 Pues podrá ser delito, dependiendo del contexto, la intención y la prueba. La clave está en acreditar que tu conducta busca ofender o denigrar a alguien o a un colectivo por su condición. Lo que no se puede hacer es invertir la carga de la prueba ni criminalizar cada exabrupto como si automáticamente fuese delito de odio. Para eso están los tribunales, no los impulsos de venganza.
#25 Lo que te pierdes no es por falta de comprensión, sino por falta de rigor. No se absuelve por ser "entre iguales", se absuelve porque no hay prueba suficiente de que la agresión se motivase por odio a la orientación sexual. La diferencia entre un delito común y un delito de odio no está en quién pega a quién, sino en por qué lo hace. Si no entiendes eso, lo que te falla no es la lógica, es el conocimiento básico del Derecho Penal.
#28 Precisamente porque los jueces hacen su trabajo con rigor y garantías, no vivimos en los tiempos del Torete. Si alguien se siente con derecho a tomarse la justicia por su mano, el problema no está en los tribunales, sino en su incapacidad para convivir en sociedad.
#35 Lo que dices es, simplemente, falso. Las sentencias están motivadas, se pueden recurrir y se someten a control superior. Sustituir eso por una IA no te va a resolver nada si no entiendes ni siquiera cómo funciona ahora.
#42 Lo que recuerda esta sentencia no es que insultar sea normal, sino que los jueces aplican el Derecho, no emociones. Para que haya delito contra la dignidad se necesita algo más que una grosería: hace falta intención clara de humillar por la condición sexual, y eso no se ha probado. Es así de sencillo, y de garantista.
#100 Qué tierno cuando intentas psicoanalizar desde el resentimiento, como si tu opinión tuviera algún peso más allá del eco en tu propia cueva. Lo de “capturar karma” es especialmente divertido viniendo de alguien que mide el valor de una intervención por los puntos que saca. Vamos, lo que se dice proyección en su forma más básica... y sin darte cuenta .
Así que nada, tú sigue “poniéndome frente al espejo”, que yo mientras tanto seguiré escribiendo sin necesitar tu aprobación ni tu flechita arriba. Y si te pica, pues ráscate.
#85 Es cierto que no tengo ni idea de cómo haces tú la lectura de la historia, y si ha parecido que lo daba por hecho lamento haberme explicado mal, no era mi intención ir a lo personal.
Ahora bien, lo que defendía antes (y sigo defendiendo) es que no todo gesto simbólico tiene una lectura unívoca. Que tú lo veas claro en muchos casos, perfecto, seguramente en la mayoría aciertes. Pero mi postura venía precisamente de señalar que también hay excepciones, aunque sean pocas, y que criminalizar cualquier matiz no ayuda.
Dicho esto, en este caso concreto, viendo el resto de elementos y sabiendo ya quién es el tipo (que cuando empecé a comentar no lo sabía, me limité a opinar sobre la bandera), seguramente estés en lo cierto.