#92 no es hackear, es inhabilitar: a través de ondas electromagnéticas e incluso lásers se interfiere con el funcionamiento de sensores, cámaras, radares y demás - o se bloquea por jamming la comunicación entre el dron y el piloto.
#2#4 A ver, el calor que va a generar es el mismo, eso es obvio. Que ese calor generado va a ir a algún sitio también es obvio. Las leyes de la termodinámica son las que son. Ahora bien, si te ahorras tener que poner máquinas para mover el calor (que a su vez generan su propio calor puesto que consumen energía), pues tienes un sistema más eficiente.
Al final esto está basado en que cuando tienes algo caliente al aire tarda mucho más en enfriarse que si lo metes en agua fría, por pura masa.
#148 Totalmente de acuerdo en que el teletrabajo durante la pandemia pareció una oportunidad histórica que el sistema desperdició. Pero eso no significa que la descentralización no vaya a llegar: simplemente se está resistiendo con uñas y dientes desde los sectores que más se benefician del modelo actual (grandes fondos, promotoras, sectores inmobiliarios, y viejas estructuras empresariales).
La centralización tuvo sentido en el siglo XX, cuando necesitabas estar cerca físicamente para hacer negocios, transportar mercancías o reunirte con clientes. Pero hoy puedes mover terabytes de datos en segundos, hacer videoconferencias con cualquier parte del mundo, y automatizar casi todo. Lo que mantiene ese modelo no es la lógica empresarial moderna, sino una mentalidad anticuada, sostenida por intereses financieros muy potentes que vinculan artificialmente el valor económico al suelo urbano concentrado.
Además, el modelo de mega ciudades no es sostenible a largo plazo:
es.m.wikipedia.org/wiki/Guerra_electrónica
Al final esto está basado en que cuando tienes algo caliente al aire tarda mucho más en enfriarse que si lo metes en agua fría, por pura masa.
Presionando y forzando consigue liquidez, pero al mismo tiempo se pone a más países en contra.
Si hay suerte, con algo de tiempo el dólar dejará de ser la principal moneda global y habrá una transición a un mundo multipolar.
Si no hay suerte, nos meterán en una guerra mundial.
La centralización tuvo sentido en el siglo XX, cuando necesitabas estar cerca físicamente para hacer negocios, transportar mercancías o reunirte con clientes. Pero hoy puedes mover terabytes de datos en segundos, hacer videoconferencias con cualquier parte del mundo, y automatizar casi todo. Lo que mantiene ese modelo no es la lógica empresarial moderna, sino una mentalidad anticuada, sostenida por intereses financieros muy potentes que vinculan artificialmente el valor económico al suelo urbano concentrado.
Además, el modelo de mega ciudades no es sostenible a largo plazo:
El cambio… » ver todo el comentario