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Artículo sobre la posible expansión de los e-Sports en la escena universitaria estadounidense.
Situada en el estado de Renania del Norte-Westfalia nos encontramos con una ciudad con encanto como pocas, cuna de un gran patrimonio cultural y que ofrece innumerables opciones de turismo para cualquier edad, Dortmund. Iglesias que datan del siglo XIII, museos, centro tecnológico, un zoológico especializado en fauna y flora de Sudamérica y su conocida destiladora, son algunos de los edificios que no podemos dejar sin visitar.
Oliver Kahn, Fabien Barthez, Francesco Toldo, Dida, han sido todos porteros de primerísimo nivel pero con algo mas en común. Sus ultimas temporadas fueron completamente para olvidar tanto por su parte como por la de los aficionados de sus respectivos equipos. Cualquier jugador que compita a nivel profesional ve mermadas sus facultades con el paso de los años, es algo lógico y totalmente entendible. El problema viene en mayor medida para los porteros, a los que la edad no les juega buenas pasadas en su mayoría.
En toda infancia hay detalles, circunstancias o casualidades que marcan el carácter o incluso los gustos de cara a la adultez. En algunas ocasiones esas pasiones no terminan de florecer hasta pasado bastante tiempo, dando la impresión de que incluso habían desaparecido hasta que alguien o algo las hacen despertar de su letargo. Gracias a la inmensa difusión que permiten tanto las redes sociales como los blogs, hemos visto la aparición de un fenómeno que agrupa a una gran cantidad de personas de la generación de los 80.
Liubliana, cuatro de mayo de 1980, la capital de la actual Eslovenia era espectadora directa de la muerte de Josip Broz “Tito”, jefe de Estado yugoslavo desde la finalización de la II Guerra Mundial. Lo que bien podría ser una simple efeméride de la historia contemporánea europea marcó un antes y un después en el deporte mundial. Mientras el mundo observaba con miedo y tensión el posible estallido de una nueva guerra mundial con la Guerra Fría, Yugoslavia sentaba las bases de lo que pudo ser y se quedó en el camino.
Artículo sobre la posible expansión de los e-Sports en la escena universitaria estadounidense.
Situada en el estado de Renania del Norte-Westfalia nos encontramos con una ciudad con encanto como pocas, cuna de un gran patrimonio cultural y que ofrece innumerables opciones de turismo para cualquier edad, Dortmund. Iglesias que datan del siglo XIII, museos, centro tecnológico, un zoológico especializado en fauna y flora de Sudamérica y su conocida destiladora, son algunos de los edificios que no podemos dejar sin visitar.
Oliver Kahn, Fabien Barthez, Francesco Toldo, Dida, han sido todos porteros de primerísimo nivel pero con algo mas en común. Sus ultimas temporadas fueron completamente para olvidar tanto por su parte como por la de los aficionados de sus respectivos equipos. Cualquier jugador que compita a nivel profesional ve mermadas sus facultades con el paso de los años, es algo lógico y totalmente entendible. El problema viene en mayor medida para los porteros, a los que la edad no les juega buenas pasadas en su mayoría.
En toda infancia hay detalles, circunstancias o casualidades que marcan el carácter o incluso los gustos de cara a la adultez. En algunas ocasiones esas pasiones no terminan de florecer hasta pasado bastante tiempo, dando la impresión de que incluso habían desaparecido hasta que alguien o algo las hacen despertar de su letargo. Gracias a la inmensa difusión que permiten tanto las redes sociales como los blogs, hemos visto la aparición de un fenómeno que agrupa a una gran cantidad de personas de la generación de los 80.
Liubliana, cuatro de mayo de 1980, la capital de la actual Eslovenia era espectadora directa de la muerte de Josip Broz “Tito”, jefe de Estado yugoslavo desde la finalización de la II Guerra Mundial. Lo que bien podría ser una simple efeméride de la historia contemporánea europea marcó un antes y un después en el deporte mundial. Mientras el mundo observaba con miedo y tensión el posible estallido de una nueva guerra mundial con la Guerra Fría, Yugoslavia sentaba las bases de lo que pudo ser y se quedó en el camino.