Los lugareños todavía no han entendido que los dueños de los negocios locales, si tienen que elegir, eligen a los guiris. Y prueba de ello es que el dueño de ese café tradicional ha preferido que su negocio ahora se llame John Pollas y huela a mierda a las 11 de la mañana. Igual pasa con las viviendas, que los propietarios han decidido que prefieren alquilárselas a un turista antes que a un local. Y es que los empresarios son solo amigos del dinero, no de sus conciudadanos (estos últimos solo los quieren para explotarlos laboralmente)
Así que ahora el lugareño que la chupe muy fuerte y que disfrute del capitalismo salvaje que ha votado durante todo estos años y que, a buen seguro, seguirá votando, porque... ¡¡¡COMUNISMO!!!.
A llorar y a tomar por culo todos.
Jesús Toboada escribió: “El centro de Granada apesta a bares con menús en inglés. En lugar de bares tradicionales con tapas y bocadillos, están proliferando locales de hamburguesas, restaurantes de sushi y tiendas que venden turrón en pleno verano.”
Uy uy uy, en el momento en el que aparecen las tiendas de turrón es porque ya hay metástasis, crudo lo tienen. Queda poco para dentro de los patios se encuentren con un starbucks, un tacobell...