Es muy recurrente lo de preguntarse por qué hay una parte significativa del electorado español que vota a partidos políticos reaccionarios (incluyo por tanto a los de ultraderecha o filofascistas), especialmente tras las elecciones del 28 de mayo pasado, y por la inminencia de las elecciones generales del 23 de julio. Se han publicado diferentes artículos al respecto. Seguramente no he leído todos, pero en los que sí he leído suelo observar la ausencia, o la escasa importancia, que se da a uno de esos elementos o factores que llevan a determinadas personas a votar en contra de sus intereses no sólo de clase (social) sino a sus propios intereses personales.
En mi humilde y no experta opinión, las principales causas de la deriva ultraconservadora entre buena parte del electorado, son las siguientes:
1º-Medios de comunicación: sabido es que hay una evidente concentración de medios (Prensa, Radio y TV) en pocas manos de corporaciones privadas, y sabido es su sesgo, cada vez más descarado, descarnado y obsceno. Recuerdo haber leído en alguna parte una frase importante: un buen periodista no tiene por qué ser imparcial, pero sí objetivo.
Ya hay numerosas publicaciones sobre la influencia de los medios en las masas, así que no vamos a hacer más hincapié en ello.
2º-Historia reciente y actual de España: los casi cuarenta años de dictadura franquista/fascista en España supusieron el exterminio de muchos y muchas demócratas, de progresistas. También hay bibliografía sobre esta cuestión, donde se explica detalladamente cómo se implantó el miedo y el silencio frente a la barbarie del genocidio, el expolio y la imposición de la dictadura. Los efectos perniciosos de esta salvaje opresión aún son visibles en la sociedad española. A esto hay que añadir, que varios gobiernos pretendidamente democráticos posteriores, como es el caso del periodo de Felipe González (1982-1996) no llevaron a cabo acciones efectivas y didácticas en favor de la memoria democrática. De hecho, conviene recordar que no es hasta el año 2009 cuando el PSOE (sin Felipe González en la dirección) decide rehabilitar la figura histórica de uno de los mejores (sino es el mejor) estadistas y gobernantes de la historia de nuestro país. Me refiero lógicamente al científico Juan Negrín [1], presidente del gobierno de España (1937-45, desde 1939 en el exilio). En este sentido, las exhumaciones de fosas comunes [2] se empiezan a realizar principalmente a partir del año 2000, pero hay que esperar hasta 2007 para ver aprobada la primera ley de Memoria Histórica [3]
Que ha habido y persiste un sesgo reaccionario en diferentes estamentos del Estado es un hecho, todavía a día de hoy (fuerzas armadas, cuerpos policiales, aparato judicial...) y que hay un tratamiento (represión) de doble rasero (tanto a nivel policial como judicial y mediático) en relación a manifestaciones, protestas de diferente índole y huelgas, es una constante que se viene dando ininterrumpidamente desde 1978 hasta la actualidad. [4] [5]
3º- A menudo, al referirse a España, se emiten algunos análisis y opiniones como si nuestro país fuese una isla desconectada del resto del mundo, y muy especialmente se creyera ciegamente que somos una nación soberana e indepeniente. Cuando se habla de la Transición, no se menciona o no se da la importancia que tienen los agentes "externos"[6] [7]
Y en este sentido, la derechización que se viene dando en el continente europeo en las últimas décadas también ha afectado, aunque algo más tarde, al sur de los Pirineos.
4º- La educación privada (subvencionada/concertada o no) y su crecimiento en detrimento de la pública.
No es ningún secreto que el PP promociona la privada en perjuicio de la pública, especialmente en la Comunidad de Madrid. Y no me refiero a la Sanidad, que también, sino a la Educación: cesión de suelo público, competencia desleal, cobro ilegal de cuotas, etcétera, son algunas de las características que definen especialmente a los centros educativos privados, en su mayoría católicos, que reciben subvenciones públicas. Estos centros, más conocidos como concertados, han crecido en detrimento de los colegios públicos. [8] [9]
Desde la derecha (reaccionaria) se habla de un supuesto adoctrinamiento en centros públicos, premisa falsa desde la que se parte para intentar implantar el mal llamado "pin parental", que no es otra cosa que fomentar la censura y el intrusismo de las familias en el trabajo diario e interno de los centros educativos públicos, mientras los colegios católicos (subvencionados con dinero público con el eufemismo de "conciertos educativos") adoctrinan desde el mismo instante del inicio de su jornada escolar (algunos de esos centros usan la megafonía para leer pasajes de la Biblia mientras va entrando el alumnado), o colocan grandes pancartas en los muros exteriores para protestar por lo que no les gusta, como ocurrió, por ejemplo, con la "ley Celaá". [10] Eso sí que es adoctrinamiento y sesgo, además de un alineamiento político indiscutible, mientras en centros educativos públicos de un Estado, en teoría aconfesional, se montan belenes en diciembre y se celebran otras festividades católicas, con la paradoja, por otro lado, de contar con alumnado de otras religiones, como la musulmana. Además, por si eso fuera poco, y dado que no se ha modificado el acuerdo vigente entre el Estado español y el Estado Vaticano, negociado antes de la aprobación de la actual Constitución de 1978, [11] nos encotramos con que la oferta de la enseñanza de la religión católica es obligatoria en los centros educativos públicos, y que el profesorado que imparte esas creencias no accede, como el resto de los docentes, a través de un proceso público de selección ("oposiciones") sino que es elegido, evidentemente a dedo, por el obispado de turno.
Y este cuarto elemento, el de la enseñanza privada, es el que no suele destacar o aparecer en los diversos análisis que se hacen sobre el crecimiento del voto a la derecha rancia. Y en este sentido, conviene recordar que no sólo la manipulación mediática explica esta deriva derechista que venimos observando, el factor ideológico es tan influyente o más, y dicho factor no sólo se alimenta de propaganda y bulos difundidos en Prensa, Radio y TV, sino que seguramente se debe, principalmente, a la influencia y difusión de determinados postulados que niñas y niños perciben de manera más o menos explícita (la más sutil es la que normalmente se conoce como "currículum oculto") en su casa y en su centro educativo.
Por si alguien duda de la influencia de la enseñanza en estas cuestiones, personalidad e ideología fundamentalmente, conviene recordar que ya desde el inicio mismo de la guerra de España (1936-39) los golpistas/fascistas torturaron y asesinaron a un importante número de docentes, se cerraron escuelas públicas y se expedientó a todo el cuerpo docente de la escuela pública. [12]
En definitiva, cuando, independientemente de cuáles sean los resultados de las elecciones del próximo 23 de julio, leamos o escuchemos interpretaciones a partir del lunes 24 sobre dichos resultados, si observamos que no se hace mención a este cuarto elemento, la Educación, reflexionemos sobres las opiniones vertidas por expertos y tertulianos/as, y quizá nos encontremos con que ignoran (consciente o inconscientemente) o infravaloran la importancia de dicho elemento. Y quizá, por omitir o ningunear un elemento tan relevante como este, las conclusiones o causas que enumeren estarán incompletas, y por tanto, el análisis que realicen, a todas luces será impreciso o incluso erróneo.
Si queremos entender, y modificar, la realidad que nos rodea, debemos tener en cuenta todo aquello que la configura, que la moldea. No lo olvidemos en ningún momento.
Resumen del libro en: file:///C:/Users/laupc/Downloads/soberanos-e-intervenidos.pdf
7. www.academia.edu/8565016/La_CIA_en_España_Alfredo_Grimaldos
8. www.newtral.es/gasto-educacion-privada-espana/20221129/
9. www.eleconomista.es/ecoaula/noticias/11861046/07/22/Los-alumnos-aument
10. www.eldiario.es/madrid/politica/lazos-naranjas-bulos-familias-desinfor
11. es.wikipedia.org/wiki/Acuerdos_entre_el_Estado_español_y_la_Santa_Sed
Al final, y para ser consecuente con la actitud y la línea que mis muchos o pocos lectores han podido contrastar en mis escritos, he decidido sincerarme y poner por escrito mi convencimiento de que la mayor parte de la gente concienciada con el peak oil no consigue o no quiere ver más que una parte del asunto. Mis disculpas a todos por decir esto, pero creo que era necesario. La enunciación del problema y el modo en que se plantea denotan una serie de sesgos que me parecen muy desagradables, como si lo que se pretendiera fuese cualquier cosa menos solucionarlo. ¿Observo mala fe en los peakoileros? Pues en unos sí y en otros no, pero en casi todos observo la misma carencia: que su pasión por la lógica y los datos, su precisión en las mediciones y en la construcción de modelos, su meticulosidad en la argumentación y concatenación de sucesos, desaparecen repentinamente en ocasiones hasta silenciar completamente datos, hechos y argumentos que resultan incómodos para sus convicciones (o necesidades) políticas.
No voy a entrar al tema de los datos, porque en ese sentido casi todos saben más que yo. Y además, en eso estamos todos de acuerdo, aunque con algunos matices. Por si acaso, enuncio brevemente: vivimos en un planeta finito, por lo que todos los modelos económicos basados en el crecimiento infinito son necesariamente erróneos. La energía es la base de la sociedad, la economía, el desarrollo, el bienestar y en general de absolutamente todo. La economía debería estudiarse, de algún modo, como una rama de la termodinámica, y no como una rama de la hechicería, que es lo que algunos parecen estar haciendo actualmente, sobre todo en el caso de la economía financiera. El crecimiento de los últimos siglos se debe al empleo masivo de combustibles fósiles. Por la ley de rendimientos marginales decrecientes, cada vez son más caros y difíciles de extraer, y su sustitución detrae cada vez una parte mayor de capital y otros recursos, lo que llevará a una contracción económica, declive, o colapso, según la gravedad de la caída. El plazo y la profundidad de esa caída lo desconocemos, pero lo más probable es que sea antes financiera que de recursos, pues nuestra economía financiera anticipa la escasez material, anticipándose a ella.
En esto es en lo que estamos de acuerdo. Pero ahora, por partes, intentaré explicar por qué creo que la mayor parte de la gente consciente del problema no abarca mentalmente su verdadero alcance, o prefiere dejar este asunto para más adelante, cuando ya se le haya sacado el debido rendimiento en otros ámbitos menos amables o menos confesables.
-Ley de Jevons
Después de enunciar todos los problemas que enumeré anteriormente, resulta que a muchos les da la ventolera de añadir que hay que buscar una nueva sociedad, donde se acabe con el derroche, se renuncie al consumismo y se cuiden los recursos. Me parece todo muy bonito y muy edificante, pero con franqueza, parecen obispos predicando contra el sexo.
Ya lo dije en otro artículo, y creo que hay que repetirlo:
“La realidad es que el ahorro de cualquier bien o recurso supone su abaratamiento para aquel que decida consumirlo. La realidad es que la gasolina que nosotros ahorramos es la que pueden quemar los norteamericanos en sus coches de dos toneladas, y lo cierto es que si nosotros no la ahorrásemos ellos tendrían que pagarla a mucho más de los 50 céntimos de euro a los que la pagan ahora. La realidad es que la gasolina que nosotros no quemamos no va a una hucha, ni se entierra en el subsuelo para que nadie la queme y no produzca CO2. Va al mercado, aumentando la disponibilidad para el que la quiere quemar y opera sobre ese mercado disminuyendo su precio. El carbón que nosotros no quemamos no desaparece en el espacio sideral para no contaminar: es el que queman los chinos, más barato precisamente porque nosotros no lo demandamos, y el que les ayuda a barrer del mapa nuestras tiendas y nuestras industrias, incapaces de competir con sus precios. La leña que no quemamos los que vivimos en los pueblos es la que abarata los pellets para las calderas urbanas y las calefacciones de biomasa. El agua que no uses para regar tu huerta, la usarán para regar otra. O un campo de golf. Las truchas que no pescamos río arriba, son las que pescan río abajo. La chica a la que no besaste no se metió a monja: se casó con otro”
Todos sabemos que es así, y más aún en un mundo global. Todos sabemos que el ahorro de un recurso no disminuye su consumo mientras haya alguien que lo demande. Todos sabemos que reducir o eliminar la demanda a nivel puntual es indiferente a nivel global. Todos sabemos que consumir menos aquí, donde existe legislación medioambiental sobre residuos, por ejemplo, hará que se consuma más donde esa legislación no existe y que, en suma, el daño será mucho mayor. Todos sabemos que poner molinos de viento en Alemania abarata el carbón, con lo que consumen más en China, sin filtros ni cosa que se les parezca. Lo sabemos de sobra, porque no ignoramos los datos ni los modelos económicos, pero este hecho concreto, al redactar nuestro discurso, resulta que lo pasamos por alto. Lo sabemos pero nos es igual: Nos la sopla, ¿verdad? Seguimos escribiendo manifiestos y soflamas a favor del ahorro, en contra del capitalismo y en contra del consumo, porque es lo que nos ordena nuestra ética. Sabemos que es inútil, pero tiramos para adelante, impasible el ademán. Sabemos que no funciona, pero nos hace sentir mejor. Sabemos que favorecerá a quienes quieran seguir haciendo girar la rueda sin preocuparse de nada, pero es lo que nos pide el cuerpo.
Porque somos así, porque tenemos alma de predicadores y vocación de mártires. Porque la realidad que tanto nos gusta perseguir con los datos nos importa luego tres pimientos cuando hay que aplicarla a algo que nuestra nariz rechaza. Y nuestra nariz manda mucho, sobre todo cuando podemos olfatear según qué cosas.
Ensuciar es malo. Derrochar es malo. Desperdiciar los recursos de las generaciones venideras es malo. Vale, sí, ¿y qué? ¿Y qué hacemos con los vecinos, las regiones, los continentes enteros que se pasan por el arco de triunfo esas consideraciones?, ¿les declaramos la guerra?, ¿o les seguimos repitiendo las mismas obviedades hasta que nos hagan caso por aburrimiento? ¿A quién le vamos con ese catecismo? ¿A otro tan incauto como nosotros?
Al final es lo que hacemos: quedarnos a gusto con nuestra conciencia y autocomplacernos en nuestra solidaridad imaginaria. Porque lo real es que el ahorro no sirve, no funciona, no tiene ningún efecto distinto de abaratar el precio a los que pasan olímpicamente del ahorro. ¿Por qué creéis que la información sobre el peak-oil, siendo terriblemente antisistema, no ha sido perseguida más que con medidas menores? Porque abarata el consumo de los que quieren seguir consumiendo. “¡Venga, que ahorren esos idiotas, que así dejarán más para el resto!”
Por eso, con muchos peakoileros, me queda la misma duda que con muchos obispos: si se estarán creyendo realmente lo que dicen o habrán construido toda esa historia para un fin distinto del que nos cuentan. ¿No nos hablarán de petróleo cuando en realidad nos quieren llevar a determinado redil político? Pues habrá de todo, pero cada día me fío menos. Y cada día nos perjudican más.
-El decrecimiento o la reducción voluntaria.
Después de repetir, una vez más, que el ahorro de un recurso no disminuye su consumo total, tengo que preguntarme de dónde ha sacado esta gente que las sociedades pueden menguar voluntariamente. Tuve la fortuna de leer un magnífico artículo sobre las sociedades que vivían de otro modo y con menos, pero ni en ese estudio se menciona a ninguna que caminase hacia atrás en su consumo, y menos voluntariamente, por consenso. He leído mucho sobre el colapso de otras sociedades en el pasado, pero no veo precedentes de reducción voluntaria del consumo de ningún recurso. Lo que veo, como mucho, es que un tipo de cada pueblo se iba a una cartuja o se subía a una columna y allí vivía con menos, pero todo lo demás que yo conozco ha pasado siempre por imposición, necesidad imperiosa y distintas variaciones y permutaciones del “trágala”.
Cuando una sociedad colapsa, lo hace porque carece de un recurso, y lo hace precisamente porque ni lo ahorró, ni lo pudo ahorrar, ni consiguió evitar su agotamiento. Y esto es así, insisto, porque lo que unos ahorraban quedaba disponible para otros. Es algo tan conocido como la Tragedia de los Comunes.
Quien todavía piense que es posible sensibilizar a la población de la necesidad de vivir peor y con menos, mientras otros disponen de todo, que vaya a una comunidad de vecinos y que trate de convencerlos de que hay que bajar la calefacción un par de grados, pero pagando lo mismo. No me estoy refiriendo a comer menos, o a pasar penalidades: sólo dos grados en la calefacción, por el bien del planeta. ¿Algún valiente se apunta? No, claro, en la comunidad de vecinos no, pero sí en los foros, y en los blogs. En los foros y en los blogs pedimos la restricción del capitalismo, el fin del derroche y la universalización de los ponys, pensando que reeducaremos al mundo, pero en la comunidad de vecinos ni se nos ocurre, porque todos sabemos que Cervantes 67 será justa y exactamente el último punto del planeta en ser educado. Y lo sabemos porque conocemos a sus habitantes. ¿A que hay algo de eso?
Seamos sinceros: pensamos en cambiar el mundo, pero ya no le sacamos el tema ni a nuestros amigos. Y a la familia, menos aún. Decimos que son cerriles, cornucopianos, que viven en la ilusión de no sé qué, pero nosotros seguimos convencidos de que el ahorro de algo reduce su consumo y de que la gente se puede convencer, por las buenas, de vivir con menos mientras sus vecinos lo pasan a lo grande. ¿No somos tan cerriles como ellos? ¿No padecemos también nuestra propia cornucopia, de conciencias en lugar de recursos?Ellos creen que el petróleo es infinito y nosotros creemos que la buena voluntad es inagotable. Ellos piensan que la técnica todo lo puede y que ya se inventará algo, y nosotros creemos que la reeducación de la gente todo lo puede, y que ya surgirá una nueva conciencia. ¿De dónde sacamos ese convencimiento? ¿De dónde demonios sacamos que se va a agotar antes la avaricia que el petróleo? ¿De qué tablas y modelos deducimos que la solidaridad es más universal que el consumismo? ¿Qué clase de majaderos somos?
-La ley de Lem
Dice la ley de Lem que nadie lee nada. Los pocos que leen, no entienden nada. De los pocos que entienden algo, la mayoría lo olvida todo a la media hora.
Y en eso estamos, creo.
Decreceremos, sin duda, pero cuando no haya más remedio. Consumiremos menos, pero cuando haya menos y sea más difícil de conseguir. Cultivaremos la tierra con el burro o con la azada, pero no antes de que se haya averiado el último tractor o se haya agotado la última gota de combustible. Y si esa última gota es sangre de virgen sildava, ¡que se preparen en Sildavia!
Sabemos que no sirve de nada ahorrar. Sabemos que nuestra pretensión de concienciar a la sociedad es como la suya de que esperar a que la ciencia encuentre la panacea. Lo sabemos, pero no lo entendemos o lo olvidamos de inmediato para seguir escribiendo manifiestos, digresiones apocalípticas, homeopatías energéticas, ética vestida de ciencia, sermones revestidos de informes, y sacramentos solidarios ungidos de avisos técnicos. En nuestros escritos aparece todo, menos lo que importa: que es indiferente consumir más o menos a nivel local, porque eso no afecta al consumo global.
Pretendemos llegar a la gente para obligarla a creer algo que no quiere creer. ¿Por qué nos extrañamos de que no lo entiendan, no lo acepten o luego no lo recuerden? No podemos concienciarlos a todos, y si no los concienciamos a todos lo único que hacemos es subvencionar el Hummer del tío de Oklahoma, ese tipo al que todas nuestras preocupaciones le traen al fresco porque ni tiene hijos ni cree en el mañana.
A los que no creen en el mañana no tenemos nada que decirles, pero seguimos infravalorando el poder del himno: “I want it all, I want it now”. ¿Qué vamos a contarles a los que hacen una cola de once horas para comprar el último modelo de un teléfono móvil?
¿De qué vamos, coño?
Toda esa gente no va a consumir menos, porque no le da la gana. ¿Está claro así? Toda esa gente no va a renunciar a sus comodidades porque no le sale de las narices. Toda esa gente, y son miles de millones, exprimirá hasta la última piedra en busca del bienestar que ha visto en otros lados y lo hará justa y exactamente hasta dos segundos antes del desastre. Hasta dos segundos después, para ser más exactos.
Nuestros documentos y nuestras explicaciones se dirigen a los que quieren entender, pero como los concienciados no pueden hacer nada realmente, salvo abaratar el precio de los productos a los que renuncian, los no concienciados nos aplauden, siguen consumiendo (a menor precio) y se ríen de nosotros a mandíbula batiente. ¿Hasta cuándo? Hasta el día en que todo se vaya al demonio, por supuesto, pero ese día será para todos, los concienciados y los derrochadores.
Conclusión:
La conclusión es clara: cada vez que Europa, por ejemplo, aprueba una ley medioambiental restrictiva, China y la India declaran un día de fiesta nacional. Lo primero, porque los recursos que ellos consumen les saldrán más baratos, y lo segundo porque producir allí será más competitivo que hacerlo aquí, y los que se irán al paro serán nuestros hijos y no los suyos.
Cada vez que una, cien o mil personas se conciencian del problema ambiental o de la finitud de los recursos naturales, mejora el karma de la Tierra, nacen dos unicornios, y los druidas entonan cánticos de alabanza, pero no disminuye el consumo de energía, ni el de tierras raras, ni la emisión de CO2. No mejora nada a nivel global, ni se ahorra nada, ni se ensucia menos.
La destrucción del capitalismo en Occidente no nos convertiría en monjes tibetanos. Y aun si lo lograra, dejaría espacio y oportunidad a los tibetanos para dejar de ser monjes. Los que proponen un nuevo sistema nunca dicen si ese sistema será para su pueblo, para su país, o lo impondrán a la fuerza a todos los demás mediante una cruzada verde, solidaria y de tartas de arándanos. Y si el nuevo sistema no es global, y simultáneo, no será un nuevo sistema: será una chorrada, una ocurrencia bienintencionada que los capitalistas alentarán con subvenciones, media hora en un programa de la tele y tres palmadas en la espalda.
El desastre llegará en forma de colapso, o de lo que sea, y lo hará cuando tenga que llegar, pero nada nos librará de él. El nuevo sistema económico que se implora por ahí es la versión 2.0 de la Comunión der los Santos, un refrito laico de “todos somos hermanos y nos encontraremos en el reino de los cielos”, que al fin y al cabo es una idea de demostrada eficacia a la hora de atraer a las masas. La utilidad de lo que escribimos está, a mi entender, en mostrar el camino para después del colapso, cuando ya existan suficientes incentivos que lleven a plantearse qué se puede hacer para que la cosa mejore, o no empeore más aún. Pero pasaremos por la estación del desastre antes de vislumbrar siquiera ese día. Será en diez años, en cien o en quinientos, pero pasaremos sin remedio.
La razón por la que yo, personalmente, pienso seguir interesándome por el clima, los recursos finitos y el ritmo de extracción del petróleo es la misma por la que me intereso por el big bang, los agujeros negros y la nebulosa de Andrómeda: pura curiosidad o inquietud intelectual. Ni le veo utilidad práctica ni me creo capaz de cambiar nada.
A nivel particular, anticipar la evolución de los acontecimientos puede ser de alguna utilidad, aunque en un caso como el presente signifique solamente la opción de cambiar de camarote en el Titanic. A nivel global es tan útil como saber que en 2020 va a explotar el sol.
Por eso, seguiré leyendo y escribiendo sobre el peak oil, sobre la riqueza de las vetas de metales, sobre la ley de rendimientos marginales decrecientes y sobre la incapacidad de los economistas para aceptar los límites del crecimiento y la finitud del mundo.
Por eso, seguiré pensando de los que me ofrezcan soluciones políticas, manifiestos anticapitalistas, soflamas contra el consumo y alternativas de un mundo con caramelos de fresa que son unos oportunistas arrimando el ascua a su sardina, con unos fines totalmente distintos de los que confiesan.
Nos iremos al carajo, sí, pero por mi parte no será con ellos. No en sus manos.
Lo sé, no tiene justificación y no me voy a molestar en describir como sucedió, pero ayer por la noche, sábado, yo me estaba durmiendo, en la tele estaba el Sálvame Deluxe y entrevistaban a Urdaci cuando una colaboradora dijo “El 95% de los asesinos son hombres, y el 98% de los asesinos en serie también, así que no se porque un hombre ha de tener derecho a decidir sobre la vida”.
No me preguntéis por el resto de la entrevista, pero yo que estaba ya durmiéndome de repente sentí como mis sentidos se agudizaban ante semejante burrada, y por semejante idiotez me costó volver a dormir
No hablaré del derecho a la vida, ni defenderé las posiciones ultraconservadoras de Urdaci, pero las cosas se defienden con argumentos válidos, no diciendo cosas sin sentido.
Podría yo decir que el 100% de las personas que abortan son mujeres, así que no entiendo porque las mujeres deberían de tener derecho a decidir sobre la vida. Sería un argumento igual de “válido”.
Entiendo que sólo desde una posición ultrafeminista se puede soltar un argumento así contra los hombres y quedarse a gusto, como si fuera lo normal.
No sé si los valores citados sobre la incidencia de las costumbres asesinas se basan en algún estudio. Probablemente no sean ciertas, aunque probablemente si es cierto que hay muchos más asesinos hombres que mujeres. Hay motivos de educación, entorno y culturales que insisten en esa distinción entre sexo fuerte y débil, películas, etc. Esto hace que siga siendo una lacra de nuestra sociedad la violencia machista, o el “la maté porqué era mía”. Aunque quizás los niveles de testosterona influyan en la predisposición a la violencia -no lo sé, no es lo mío – lo cierto es que la mayoría de los hombres no somos asesinos, y menos en serie.
Podría aquí citar a algunas asesinas, e incluso a algunas en serie, pero eso no cambiaría el hecho de que la existencia de asesinos y asesinas no guarda relación con el derecho a la vida.
Manifestaciones así no deberían quedar impunes, y constituyen una incitación a la violencia similar, o peor, a las que se condenan por mensajes de Twitter, incitando al odio entre los sexos dando por sentado que los hombres no podemos opinar puesto que lleveamos un asesino dentro.
Quisiera de paso expresar que la redacción de artículos es un medio para crear contenidos propios fuera de las exigencias de canon de CEDRO. Hace poco escribí un artículo sobre la situación en Cataluña respecto al independentismo y la cultura. Ojalá más gente escribiera sobre su posición ante los temas de actualidad, sea cual sea.
No puedes decirles que quien quiere, come.
No puedes decirles que es culpa suya que pasen hambre.
No puedes decirle que si no tienen pan, que coman pasteles.
Serías un miserable.
Con todas sus letras, mi-se-ra-ble.
No puedes ir al país de la OCDE con mayor tasa de paro, España, a decir que no tienen trabajo porque no quieren.
No puedes decir que quien quiere trabajar, trabaja.
No puedes decirles que es culpa suya estar sin empleo.
No puedes decirles que si no pueden trabajar de limpiadores, que trabajen de ingenieros.
Serías un miserable.
Con todas sus letras, mi-se-ra-ble.
España está llena de miserables.

Soy consciente de que los temas deportivos no son muy bien vistos en esta santa casa casa, pero eso no me va a hacer renunciar a una buena historia. Hoy os vengo a contar cómo en el Renacimiento el tenis se alzó con la denominación de deporte rey y todo lo que giraba en torno a este juego de raquetas (que al principio no era tal).
Su nombre, tenis, nos llega desde el inglés que a su vez toma prestado del francés el grito que se lanzaban los contrincarios, tenez y que ha permanecido hasta hoy en muchos idiomas. Sin embargo al principio de esta historia su nombre era otro.
Una investigación somera ya nos desvela que el tenis aparece por primera vez en Francia entre los siglos XII y XIII. Este juego se practicaba sin raqueta y se llamaba jeu de paume, juego de palma porque la pelota se golpeaba directamente con la mano, bien desnuda o con un guante protector. Las normas de este jeu de paume no tenían nada que ver con las actuales pero ya incluían dos campos separados por una línea (aún no se usaban las redes) y dos jugadores o dos equipos a cada lado.
Los partidos del jeu de paume se disputaban al aire libre y eran denominados "juego largo": en la calle, en una plaza, en el patio de un palacio o en un prado; y en algunos lugares de Europa aún se practica de forma marginal este tipo de juego. En ocasiones, incluso se jugaba una versión más rudimentaria contra la fachada de una casa como en el frontón.
A finales del siglo XIV el jeu de paume fue tan popular que las autoridades de París emitieron un bando en el que prohibían a los artesanos practicarlo cualquier día que no fuera domingo. Y en 1485 un concilio prohibió a los religiosos que lo practicaran, “sobre todo en camisa y en público”. Sin embargo, los aristócratas no tenían penalizaciones a la hora de practicarlo y se dedicaron a ello con fruición (es conocida la historia de Felipe el Hermoso que falleció en Burgos después de haber jugado a la pelota y de beber un vaso de agua fría).
Fue durante el Renacimiento cuando el juego sufrió los cambios más drásticos y empezó a conocerse como tenis. Uno de los cambios más llamativos fue el uso de la raqueta para practicarlo. A principios del siglo XVI empezaron a fabricarse raquetas con pergamino, pero también con tripa o cuerdas de cáñamo (las más comunes) y se comenzaron a organizar las reglas del juego.
Estas normas para jugar son prácticamente las mismas que se usan en la actualidad: los puntos para ganar un juego se contaban por 15, 30, 45, luego se obtenía una “ventaja”, se empataba “a dos”, cada manga tenía seis juegos, etc. Aún no había red pero los campos se separaban por una cuerda de la que pendían campanillas. Si la pelota pasaba por debajo las hacía sonar, pero luego cambiaron esta solución por la conocida red.
Con el paso del tiempo también se cambiaron los campos que obligaban a un “juego largo” por locales cerrados que permitían aprovechar mejor el bote de la pelota. En estos locales en los que se practicaba "juego corto" había también una zona para espectadores y se multiplicaron por toda Europa. En Francia se llamaban jeu de paume o tripot (del verbo triper, rebotar), mientras que en la Península Ibérica se las denominaba trinquete. Si os da curiosidad, podéis ver uno en Versalles, donde se firmó el juramento de la Revolución Francesa.
Es precisamente en Francia donde se sigue este deporte con más pasión. Dicen que durante los siglos XVI y XVII había, solo en París, 250 pistas, mientras que en Londres en la misma época había solamente catorce.
Durante el Renacimiento se escribieron numerosos libros exaltando las bondades de practicar el tenis, diciendo que era bueno para la salud y para el estado de ánimo, pero es que también había una competición encarnizada por ganar al contrario. De hecho hubo episodios de violencia en muchas ocasiones, como cuando Caravaggio mató a su rival en la cancha por una disputa (aunque dicen que no era una disputa deportiva y que tenía más factores).
Mientras duraba el partido se hacían apuestas y era común jugar a las cartas o a los dados en la galería de espectadores, lo cual como os imagináis, no estaba muy bien visto entre los guardianes de la virtud. Sin embargo tener un trinquete era un gran negocio, ya que los propietarios de las pistas no solo alquilaban la pista junto con el material, sino que además vendían vino y comida durante y después del partido.
A finales del siglo XVII encontramos también el antecesor del bádminton, el jeu de volant. Para practicarlo se usaban raquetas ligeras y la pelota era una semiesfera de corcho con plumas sujetas a ella por una correa de cuero. Era un juego menos agresivo que el tenis y conquistó a las damas, que lo prefirieron al de la pelota.
A partir del siglo XVIII el tenis jugado en salas cerradas empezó a decaer en toda Europa (salvo en el Reino Unido donde se sigue practicado bajo el nombre de real tennis) y tenemos que esperar a 1874 cuando aparece el primer reglamento del tenis moderno por obra del galés Walter Clopton Wingfield. La clase aristocrática abrazó esta reinterpretación del tenis y de hecho fue uno de los deportes elegidos para formar parte de los primeros Juegos Olímpicos modernos.
La foto inicial del artículo la he sacado de Wikipedia.
Hace años vi un documental sobre la liberación de los campos de exterminio nazis. Toda la película estaba hecha de fragmentos grabados por los soldados aliados que llegaron a cada campo. En uno de ellos, ubicado en plena Alemania junto a una ciudad, los soldados decidieron obligar a las autoridades locales y la población alemana a visitar el campo. Tanto el alcalde y los dignatarios civiles nazis como los ciudadanos, afirmaron no saber absolutamente nada de lo que acontecía allí. Pero sus rostros no mentían. Cuando salieron de contemplar las montañas de cadáveres esqueléticos y las cámaras de gas, el alcalde y su séquito no mostraron emoción alguna, ni siquiera sorpresa. La mayoría de ciudadanos alemanes, en cambio, salían llorando. Era evidente que la población local, al menos en general, no sabía de las atrocidades que se cometían tras aquellos muros, mientras que los líderes locales del partido nazi conocían y aprobaban aquellos crímenes contra la humanidad.
Hoy twitter está inundado con vídeos de civiles palestinos, la mayoría niños, agonizando en Gaza. Son los mismos vídeos que podéis ver en los grandes medios, pero en cantidad mucho mayor. Como en menéame no puede publicarse contenido explícito, os los describo: rostros esqueléticos, brazos como palillos, piernas que parecen a punto de quebrarse, mirada perdida, boca abierta intentando respirar a duras penas y barriga totalmente hundida o hinchada como un globo. Hay bebés, críos de 7 u 8 años y también personas mayores. En las últimas 48 horas han muerto de hambre 23 personas, y miles sufren desnutrición. Las balas israelíes han matado, durante el último día, a otros 116 palestinos, muchos de ellos en las trampas mortales de los puntos de recogida de alimentos, que los soldados israelíes usan para concentrar población y ametrallarla más fácilmente. Mientras tanto, los aviones reducen a escombros los pocos edificios que quedan en pie.
El campo de exterminio de Gaza está más activo que nunca, con todas sus máquinas de matar a pleno rendimiento. El bloqueo alimentario, los francotiradores y los aviones de guerra. El objetivo se resume en una frase que Hitler repetía ocasionalmente en sus discursos: "la exterminación de la raza judía (árabe) de Europa (Palestina)". Masacrar al mayor número posible y deportar al resto. Llenar sus tierras de pelirrojos nacidos en Londres, rubios polacos, bronceados argentinos o morenos italianos. El mero hecho de que profesen la religión judía les da derecho a quitar su casa a quienes llevan cientos de años viviendo en Palestina. Porque son el pueblo elegido. Porque no sólo sus vidas, sino cualquier capricho suyo, valen más que las vidas de todas las cucarachas árabes.
Ahora mismo están con Gaza, pero pronto le tocará a Cisjordania. Los asentamientos ilegales crecen sin cesar, y las juventudes hitlerianas de los colonos atacan diariamente, convenientemente protegidos por soldados israelíes, pueblos árabes para forzar la huida de sus habitantes. Queman sus cultivos, disparan contra sus casas (porque van armados con rifles, no les basta la protección de los soldados) y si algún palestino responde lanzando una piedra es liquidado al instante. Smotrich y Ben Gvir, ministros de Netanyahu, no cesan de declarar que hay que "promover la migración voluntaria" de los palestinos de Gaza y Cisjordania para llenarlas de colonos. Aparte, por supuesto, de justificar la tortura en las cárceles israelíes cuando se filtran imágenes sobre violaciones y agresiones sádicas contra presos palestinos www.democracynow.org/es/2024/8/1/israel_gaza_palestinian_prisoners_tor
Y cuando Palestina esté despoblada de sus habitantes autóctonos, ampliar el lebensraum. De hecho, Netanyahu y sus ministros ya están en ello. Han ocupado por la fuerza amplias zonas del sur de Siria, en las provincias de Daraa y Quneitra. Han armado a una milicia drusa para limpiar de árabes Sweida y anexionársela. Ocupar el sur del Líbano hasta el Litani también está sobre la mesa. Hay que construir el Gran Israel mientras Trump esté en la Casa Blanca.
Pese a tanta similitud, hay una diferencia notable entre los crímenes de Hitler y Netanyahu. En 1943 no había redes sociales, y la población mundial podía alegar desconocimiento sobre los crímenes nazis, que Hitler intentaba ocultar mandando a la Cruz Roja a visitar campos de concentración modelo, donde se fingía un trato "digno" a los internos. Por el contrario, hoy estamos viendo el genocidio (término perfecto para describir la masacre sistemática y el proyecto de deportación de 2 millones de gazatíes, 60.000 de ellos asesinados en el último año y medio) en directo y en toda su crudeza.
Y nadie, empezando por los reyezuelos y caciques que tiranizan los países árabes, hace nada por evitarlo (con la honrosa excepción de Yemen, que desde su humilde posición ha logrado forzar el cierre del puerto de Eilat, uno de los principales puertos comerciales de Israel). No hacen nada a pesar de que Netanyahu es muchísimo más débil que Hitler. A pesar de que su dependencia de EEUU es total (sin cargamentos de armas norteamericanas no duraría una semana), y Trump no se metería en una guerra a gran escala para protegerlo, máxime si la condición que se pone para no declarar la guerra a Israel es, simplemente, que retire el asedio a Gaza y abandone la franja permitiendo la entrada libre de ayuda humanitaria. A pesar de que Irán ha demostrado que un solo país puede golpear con sus misiles las principales instalaciones militares y el centro de las ciudades israelíes causando enormes daños.
¿El mundo es más pusilánime, más inhumano y más mezquino que hace un siglo? No sabría decirlo. Lo que tengo claro es que la creación de una coalición internacional para parar Israel es un imperativo moral y humanitario. No haría falta ni pegar un tiro. El mero ultimátum a Netanyahu, si es serio, le haría desistir del genocidio. Pero para ello hace falta que varios países se atrevan a anteponer la dignidad humana a sus intereses egoístas. Haría falta lo que las tribus sirias hicieron la semana pasada cuando las milicias drusas armadas por Netanyahu iniciaron una limpieza étnica contra los árabes de Sweida, con el presidente sirio tolerando semejante atrocidad, paralizado y aterrorizado tras el bombardeo de Damasco por Israel para exigirle que dejase hacer a su proxy druso. Todas las tribus, desde Deir Ezzor a Idlib, se unieron y marcharon sobre Sweida, y combatieron con las armas a los drusos proisraelíes. Eso, al menos por el momento, detuvo las masacres de árabes y forzó un alto el fuego. Porque contra Israel hay dos opciones: quedarte quieto mientras destroza a tu vecino, esperando a que te toque el turno...o unirte a él y plantarle cara.
La humanidad nos exige tomar las armas contra el Hitler del presente.

Una de las técnicas usadas en gráficos que más polémica genera es el quiebre en la escala, pero lo que es indudable es que, si se usa, debe estar indicada, no como el gráfico anterior de La Razón en que no se ha incluido ninguna indicación de que se hay un quiebre en la escala del eje vertical, cuando es evidente que se ha producido.
¿Cuándo es apropiado realizar un quiebre en la escala?, cuando en los valores a representar hay mucha discrepancia en su magnitud y queremos que se vea tanto la variación de los pequeños, como de los grandes. Si seguimos con el ejemplo de la variación trimestral del PIB, el no realizar un quiebre en la escala, hace que el gráfico quede como el siguiente de Expansión, donde en los valores pequeños apenas se aprecia la variación.

La única solución para que se pudiera apreciar la variación de los valores más pequeños sería aumentar la altura del gráfico, pero esto origina un gráfico poco estético y daría problemas en la maquetación. Quedaría así:

Por ello en Cinco Días han optado directamente por no cortar el gráfico y no representar los valores más altos porque se les salía demasiado grande:

Es claro que usando el quiebre de la escala queda un gráfico más claro, como puede comprobarse en este de El Economista sobre el mismo tema:

Eso si, lo que no se puede hacer es criticar el uso del quiebre como si fuera una manipulación, como hizo ABC con un gráfico de TVE que si lo indicaba, y luego usarlo ellos mismos.



¿Por qué tenemos que aguantar, día sí y día también, la publicidad de la novelucha estúpida del neofascista este?
Decía el florentino que, según la experiencia adquirida de sus numerosas lecturas de los clásicos y en sus misiones diplomáticas, son solo dos cosas las que hacen que los hombres se subleven: la propiedad y el honor.
Siempre que no se quite a la generalidad de los hombres su propiedad ni su honor, viven contentos y en paz.
En otras palabras, no son la pobreza o la tiranía, por ejemplo, las causas de los levantamientos populares. Al fin y al cabo, como dijo Tolstoi, o eso creo recordar, un hombre aceptará sus condiciones de vida siempre que sus semejantes también lo hagan. En cambio, la plebe se muestra furiosa cuando siente que se le sustrae algo que considera propio o al sentirse humillada.
Desde esta perspectiva, podríamos comprender como el movimiento del 15M consiguió conectar con los sentimientos populares. Por un lado, estaba claro que la crisis económica la iban a pagar las clases populares mientras los causantes incluso se beneficiarían. Era un robo, perpetrado contra las clases humildes. Por otro lado, el espectáculo dantesco que suponían los continuos casos de corrupción, la inacción de las élites ante la situación y la impunidad de los culpables, generaban una sensación de humillación. Los de arriba no solo robaban, sino que se mofaban de sus víctimas. La propiedad y el honor. Los indignados.
Podemos supo capitalizar este descontento popular presentándose como el azote de los corruptos que robaban a manos llenas y que incluso se atrevían, como cierta política madrileña decía, a retarles a que formaran un partido. Así lo hicieron y la teoría de maquiavelo funcionó a la perfección: muchos querían una respuesta a las afrentas a la propiedad y el honor sufridas por las clases populares.
Sin embargo, desde estas mismas coordenadas se puede analizar el declive del partido morado. Tanto por sus propias acciones como por el discurso propagado por sus rivales, se consiguió que la percepción fuese justamente la contraria. Ahora serían presentados como quienes realmente ponían en peligro la propiedad y el honor de las clases populares. Su giro hacia la defensa de políticas identitarias y de defensa de las minorías hizo que se comenzasen a percibir como una amenaza a la propiedad, mediante su caricaturización como paladines irreflexivos de la inmigración ilegal y de los okupas. La propiedad estaba en peligro, puesto que el discurso hegemónico consiguió transmitir que las clases populares corrían el peligro de ser sustituidas en sus precarios trabajos por sinpapeles o directamente expropiados por okupas.
Por otro lado, ese discurso también los presentó como causa de humillaciones varias. Eran los que insultaban a los hombres solo por el hecho de serlo, eran los que insultaban a los obreros que no les votaban. Todo ello, sin olvidar el sempiterno nacionalismo centrífugo. Para muchos, la fragmentación de España sería tanto un robo como una humillación.
Mucho se ha hablado de este ciclo político y de sus causas, pero siempre merece la pena analizar el presente a la luz de los clásicos. Como el propio Maquiavelo decía, las pasiones de los hombres siempre han sido las mismas, por lo que consideraba posible aprender para su presente de la historia de Roma. Aunque vivamos en un mundo tecnológicamente irreconocible para nuestros antepasados, puede que el italiano tuviese algo de razón y las pasiones que hacen movilizarse al pueblo sean tan universales como voluble su voluntad:
El pueblo, caprichoso e inconstante, engañado muchas veces por una falsa apariencia de bienestar, desea su propia ruina [...] y entonces la república queda expuesta a infinitos daños y peligros.
Mucho se lleva hablando sobre las razones del declive de Podemos, razones externas, razones internas…etc.
Sin pretender quitar peso ni trascendencia, dejemos aparte por un momento las vergonzosas maniobras que desde el poder, como vamos conociendo últimanente, se han hecho contra Podemos. Han tenido impacto, son inaceptables y tal.
Pero quiero hablar de una de las razones exclusivamente achacables a Podemos y específicamente a Iglesias y su equipo de comunicación.
Para explicar lo que quiero plantear voy a utilizar un ejemplo y una comparación. Las declaraciones de Iglesias frente a las declaraciones de Manuela Carmena sobre el asunto de tauromaquia.
Recientemente se preguntó a Iglesias su opinión sobre este polémico tema y su respuesta fue inequívoca: a él, personalmente no le gustaban los toros y abogaba por un referendum sobre ello: “No me gustan y me gustaría que en España dejara de haber toros, pero creo que, como para una parte de la gente es una tradición arraigada, se debe votar, preguntar a la gente si se quieren toros o no”. Esto dicho con el tono rotundo, orgulloso de su punto de vista al que nos tiene acostumbrados.
Veamos la respuesta de Carmena sobre el mismo asunto:
Ha afirmado que la "crueldad animal no es buena", pero llama a ser "tolerantes" con las tradiciones y la cultura.
Carmena cree que el referéndum planteado por Podemos no es oportuno porque hay que acostumbrarse "a tener sintonías diferentes". "Me parece que entre las personas progresistas hay gran preocupación por el maltrato animal y son contrarias a la tauromaquía, pero creo que hay que saber convivir y es importante que se trabaje en ese sentido. Veo interesante trabajar contra el sufrimiento animal. Pero hay que pensar que hay unas tradiciones, una cultura, y hay que ser tolerantes", dijo la alcaldesa. Y añadió que, en su opinión, "luchar contra el sufrimiento animal es una manera de ejercitar la sensibilidad". Dicho con el tono tranquilo y un poco dubitativo habitual en la alcaldesa.
Analicemos ambas respuestas, primero el tono, el de Iglesias rotundo y reivindicativo, el de Carmena, tranquilo y dubitativo.
¿Cuál es mejor? Mi opinión es que depende. Depende de cual sea ese tema y cual sea la posición dominante en el conjunto de la sociedad.
Cuando tienes a la gran mayoría de la población, más o menos conscientemente, de tu parte (por ejemplo cuando reivindicas que paguen más impuestos las multinacionales o que los bancos devuelvan parte de las ayudas ) el tono de Iglesias tiene sentido. Exige, moviliza, la gente escucha a alguien que dice lo que piensa sin miedo y eso suma. Las emociones están de tu lado.
Pero cuando entras a discutir un tema divisivo, no estructural sino cultural, donde se mezclan múltiples cuestiones y no tienes las emociones de la gente de tu lado el tono de Iglesias es un desastre, produce rechazo y da sensación de soberbia. El tono de Carmena es aquí mucho más eficaz.
Vayamos ahora al contenido. Insisto, lo que es importante tener presente es que este es un tema donde hay un gran porcentaje de la población que no va a estar de acuerdo con la postura “oficial” del progresismo, nos guste o no, por amor a sus tradiciones o porque creen que su derecho a un viejo espectáculo está por encima de los “nuevos” derechos de los animales. No quiero discutir sobre si los toros están mal o bien, no se trata de eso.
En este caso, Iglesias no es sólo rotundo, nos expone su gusto personal sin que se le haya preguntado ( “a mí no me gustan los toros”). Con lo cual induce un rechazo automático en los millones de personas a los que le gustan.
No sólo eso sino que politiza el debate, lo carga de peso político y pide un futuro referéndum (con las resonancias que tiene la palabra de división...) en el que previsiblemente el abogará por la prohibición. De esta forma hace imposible otra postura que con él o contra él. No hay medias tintas.
En cambio Carmena no expresa sino su deseo de convivencia. Como mucho se atreve a pedir que cultivemos nuestra sensibilidad por los animales: lo más proactivo que insinúa es un proceso de educación. Pero respetando las distintas sensibilidades.
Ella aspira a gustar, o al menos a no producir un rechazo visceral, como ocurre con Iglesias, en esa enorme parte del electorado que tiene otra tradición política y cultural, y que no va cambiar por más que se le grite o se le aleccione. Aspira, al menos a su neutralidad.
Es evidente que su discurso quiere evitar entrar en donde Iglesias salta con los dos pies, un discurso divisivo, politizado de raíz, de enfrentamiento. O votas sí o votas no. Carmena en cambio quiere “despolitizar” la polémica y convertirla en una cuestión cultural. Con sus multiples matices. No se crea más enemigos que quienes quieren serlo por otras razones.
Este pequeño ejemplo muestra las diferencias entre Carmena e Iglesias y las dificultades en las que ha ido cayendo Podemos según la estrategia comunicativa de Pablo se ha ido imponiendo, desplazando a otras propuestas, como la que parecía sostener Errejón.
Con esto no quiero decir que los errejonistas tuvieran toda la razón y los pablistas no. De hecho, estratégicamente, pienso que los pablistas han estado más acertados. Por ejemplo aceptar el gobierno Sanchez-Ciudadanos en 2016 habría sido una catástrofe para el partido. Era una trampa específicamente diseñada para desmovilizar a Podemos, pero no quiero desviar el tema de discusión: comunicatívamente el equipo de Iglesias, con su referencia extemporánea a la "cal viva”, su reclamación inmediata de la vicepresidencia , la incapacidad para trasmitir la trampa urdida por el PSOE, etc. fué un desastre.
Parafraseando aquello de puño de hierro sobre guante de seda, si pensamos en la política comunicativa como el guante y la politica estratégica como el puño , el problema de Podemos ha sido que la propuesta de Errejón parecía ofrecer puño de seda con guante de seda, y triunfó el puño de hierro con guante de hierro de Iglesias. Lástima.
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Que sí, que también yo me río de esta idea, pero conociendo al ganado no me extrañaría que ese fuera su objetivo, como demostración de fuerza, para demostrar quien manda. Como una meadita en la farola para marcar el territorio.
¿Cómo se nos ocurre pedir un boicot contra Israel similar al que se le impuso a Rusia? ¿Estamos tontos o qué? ¿O acaso no sabemos qué es una sartén, y quién la tiene por el mango?
Pues eso: que si nos olvidamos, bien está meternos en vereda, para que recordemos todos quiénes son los buenos y quiénes son los malos, y sobre todo para que nos demos cuenta de lo solos que estamos porque Europa entera, de manera masiva y apabullante va a apoyar a Israel en la votación popular, y así se comentará que el pueblo llano, en un evento opopular, quiso mostrar su respaldo a esta simpática nación.
Podrían intentar ser discretos, pero eso iría sus más elementales principios. Hoy mismo han llamado a filas a 400 artistas para pedir que no se impida la participación de Israel. ¿Por qué no aspirar a ganar y además con recochineo?
No lo veo probable, pero no apostaría en contra nada más caro que un par de cañas.

Aunque no es un artículo reciente de Vozpópuli, he querido publicarlo para resaltar un tipo de manipulación en gráficos que no suele ser muy habitual y, por ello, más difícil de detectar. Se trata de hacer un gráfico es que se cambia el convenio habitual en este tipo de representaciones. En este caso, en vez de representar los positivos hacía arriba y los negativos, hacia abajo, han intercambiado el orden en el eje vertical, con lo que si no te fijas detalladamente, te haría pensar que los últimos datos son negativos, cuando en realidad son positivos.
Un ejemplo clásico de este tipo de manipulación es este gráfico de un medio de EEUU:

En medios españoles, tenemos estos dos gráficos de El País y Expansión en que han puesto en el eje horizontal una escala de tiempo decreciente, en vez creciente, como es el convenio habitual.


Ante la noticia de un avión estrellado aparece un vídeo en un tweet. twitter.com/aerowanderer/status/1614511252017131522?s=19
Hay dos respuestas seguidas:
El periódico español La Vanguardia pide directamente usar las imágenes para ilustrar una noticia. twitter.com/LaVanguardia/status/1614525172232630272?s=19
La agencia de noticias británica Reuters pide contactar con el usuario para hacerle algunas preguntas sobre el vídeo. twitter.com/ReutersWitness/status/1614515433243299843?s=19
Después que por qué se critica la baja calidad del periodismo patrio...

-¿Qué veo en lontananza? ¿es una carabela? ¿un bergantín? ¿un galeón?

-Es un patinete de alquiler.
-¿Tu has sido corresponsal de guerra en Sarajevo? ¿Eh? ¿Lo has sido?
-No...
-¿Entonces qué sabrás tú, saco de acné? Es un puto bergantín. Y punto en boca, diantre.
-Lo que tú digas.
-"Lo que tú digas". Quita ese retintín de tu vocecita de medianía insustancial y sin objetivos vitales, que todavía te dejo sin comer. ¡Claro que lo que yo diga, entocinada!
-Tengo frío, papá...quiero ir con mamá.
-Mamá está castigada y se pasará todo el día en la habitación del hotel. ¿Te recuerdo por qué está castigada mamá?
-Por usar mal el imperativo. Es "idos", no "iros", pero...
-¡¿Pero qué?!
-Pero la RAE admite las dos formas, papá...
-¿QUÉ? ¿QUIÉN ES LA RAE, CARLOTA? ¿QUIÉN ES LA PUTA RAE?
-Tú, papá, no te enfades. La RAE eres tú.
-Yo soy el corazón, el cerebro, qué coño, YO SOY LOS HUEVOS DE LA RAE, ¿ME HAS OÍDO CARLOTA?
-No grites, papá...me das miedo y nos mira la gente...
-¡NO USES TANTOS PUNTOS SUSPENSIVOS!
-Estás loco, papá...en verdad mamá siempre tuvo razón.
-¿HAS DICHO EN VERDAD?
En primer lugar, la tasa de mortalidad es mayor, una diferencia de 0,1% en el caso de la gripe y 2,3% en el caso del coronavirus.
Por otro lado es mucho más contagioso, el R0 mide cada el contagio que cada persona provoca, en el caso de la gripe es de 1,2 y el coronavirus es de 2 a 2,5.
Nuestro cuerpo nunca ha estado en contacto con él, por lo que no tenemos anticuerpos, y sabemos poco de él, tampoco tenemos medicamentos efectivos. También es importante que una vez pasada la enfermedad, podemos sufrirla de nuevo, ya que nuestro cuerpo no genera anticuerpos duraderos.
La incubación de una gripe es de 18 a 48 horas, en el caso del coronavirus, se sospecha que pueden estar 24 días sin mostrar signos de enfermedad y transmitirla a otras personas.
El virus de la gripe vive varias horas fuera del cuerpo mientras que el coronavirus puede vivir hasta 9 días. Dicho esto me dá la sensación que la vamos a coger casi todos si o si, por mucha máscara o por mucho cuidado que tengamos.
La enfermedad puede dejar secuelas, como en el caso del SARS, los pulmones pueden crear lo que se llama paneles de abeja, dejando algunas zonas sin que funcionen correctamente, como hacen otras enfermedades como la tuberculosis.

Fuente de la imagen: twitter.com/LatCovid19/status/1232113274012999680
Por otro lado la imagen deja a afectados moderados y afectados críticos. En el primer caso puede que necesiten ingreso hospitalario con oxígeno, medicamentos y diálisis. En el segundo caso puede que necesiten cuidados intensivos.
El periodo de recuperación oscila desde las 2 semanas hasta las 6 semanas.
Por lo tanto los recuperados, dependen en muchos casos de la atención hospitalaria, este es el punto fundamental. Todo depende de cuantas camas de hospital con cuidados podamos ofrecer, si la enfermedad podemos escalarla para que no caiga enferma la población de golpe, si no poco a poco. Y por último, que los médico y enfermeros no caigan en la enfermedad y el sistema sanitario no se vaya al garete.
Dicho todo esto, no soy médico, ni epidemiólogo ni sanitario, solo pongo información que veo estuve leyendo estos días.
Tengo un amigo, rondando el medio siglo de edad, que padece de ataques de pánico. Como suele pasar en bastantes casos de este tipo, normalmente es una persona muy tranquila. Rara vez se estresa, y digamos que siempre tiene su vida en orden (trabajo fijo, estabilidad familiar, etc.). Lo de los ataques de pánico no le viene de ahora, sino que los lleva padeciendo toda la vida. Él dice que, por fortuna, muy de cuando en cuando, le entra un ataque de ansiedad, sin causa aparente, que es muy difícil de controlar. Al principio tomaba benzodiacepinas (ansiolíticos) para tranquilizarse, pero es un tipo muy reacio a tomar medicación.
Me contó una cosa muy curiosa: un día descubrió, tras un ataque de ansiedad antes de que tuviera que ir al trabajo sí o sí, que el hecho de conducir le tranquilizó. Y mucho. Desde entonces, cuando tiene un ataque de pánico agarra las llaves del coche y se dedica a dar vueltas con él. Si no hay mucho tráfico a callejear; si hay más tráfico, por alguna carretera menos urbana. Diez, veinte, treinta kilómetros hasta que se le pasa.
Dice que la obligación de estar concentrado al volante, del embrague, el freno, el acelerador, el cambio de marchas y los intermitentes, le distraen de lo que más le impide relajarse durante un ataque, que es la respiración rápida, la taquicardia y la sudoración, además de los pensamientos negativos. Y lo mejor es que, una vez que se le pasa el ataque, al no haber tomado medicación, puede "volver a la normalidad", algo que no consigue con los tranquilizantes pues le provocan mucha somnolencia, niebla mental y desgana.
Pensé, después de que me contara todo esto, ¿y si la gente que está enganchada al coche para moverse a cualquier lado en realidad lo está utilizando como ansiolítico?
Me explico: observo que mucha, muchísima gente, es incapaz de centrarse en sus pensamientos. Que se pone nerviosa al escuchar su diálogo interno. Que se aburre sobremanera si no tiene en todo momento un hilo de actividad cerebral procedente de estímulos externos, aunque en el fondo sólo sea "ruido intelectual".
Creo que lo vemos todos los días, con la gente enganchadísima a su móvil. Gente incapaz de leer un libro porque el estímulo no es el suficiente para tenerlos concentrados. Personas que lo primero que hacen al llegar a casa es encender la tele, aunque no la vayan a ver.
Muchas personas que caminan o corren como deporte u ocio afirman que no lo hacen sólo para mejorar su estado físico, sino porque "es su tiempo". El rato en el que, entre zancada y zancada, pueden concentrarse en sus pensamientos, sus dudas y preocupaciones. Caminar o correr ligeramente se les hace perfecto porque es una actividad que requiere poca concentración y esfuerzo físico.
Pero, a la vez, muchas personas no son conscientes de la inutilidad que supone coger el coche para ciertos trayectos. El coche sólo es práctico en dos situaciones:
- Para trayectos superiores a 20 minutos andando, siempre que se vaya desde un punto A a un punto B (no haya que buscar aparcamiento) y el tráfico sea ligero o medio.
- Para trayectos superiores a 45 minutos andando, si se sale desde un punto A a un punto B indefinido (hay que buscar aparcamiento), y el tráfico es medio o congestionado.
Hay que tener en cuenta que, además del tráfico, los semáforos y los pasos de peatones (que hacen que varíe mucho la duración del trayecto) hay que añadir al menos cinco minutos desde que se sale de casa (o se accede a la plaza de garaje) hasta que nos ponemos en marcha, más, una vez aparcado el coche, llegamos al destino (salvo que aparquemos en la misma puerta). Si además hay que buscar aparcamiento, se puede tener suerte y encontrar aparcamiento en un par de minutos, o estar un cuarto de hora dando vueltas. A menos que se aparque en un parking, de los que para salir andando tampoco es que sea rápido.
A pesar de todo ello, vemos constantemente a personas que cogen el coche para un trayecto en el que se tarda andando quince minutos para llegar... en quince, veinte minutos o más. Puede entenderse si la persona tiene problemas de movilidad, o si se va a hacer la compra o recoger algo pesado. Pero éstos no son siempre el caso. Hay gente que lo hace para ir a la farmacia, o al gimnasio, o a trabajar.
De hecho, hay trayectos que, bien calculada la ruta, se hacen en menos tiempo en transporte público que en coche, dependiendo de la ciudad (carriles dedicados, por lo que se ahorran mucho tráfico) y las posibilidades de encontrar aparcamiento (lo bueno que tiene el transporte público es que no tienes que aparcar el metro/autobús, con lo que ahorras mucho tiempo). Además, hoy por hoy es rara la mediana o gran ciudad que no tiene una frecuencia de paso muy establecida, anunciada en las marquesinas o incluso en aplicaciones de móvil en tiempo real. Pero aún así, hay gente que no toma el transporte público "porque le aburre", o le hastía el tiempo de espera sin hacer nada (de ahí que las paradas de autobús y metro estén llenas de gente con la vista clavada en la pantalla de su smartphone).
Por todo eso, tengo la teoría de que el coche sirve muchas veces de ansiolítico, una forma de no escuchar nuestros propios pensamientos. Aunque el hecho de conducir provoque estrés en según qué situaciones, al menos no es el estrés de hacerle caso a nuestro cerebro. La gente que camina es porque le gusta pensar, porque disfruta observando lo que le rodea, porque le gusta escucharse a sí mismo.
Ésto hace que también crea que el problema real no es que haya muchos coches, sino que los usamos demasiado. El concepto social actual de inmediatez y constante prisa hace que, en muchos casos, el coche proporcione una sensación de ahorro de tiempo cuando, en realidad, puede ser todo lo contrario. Bajar al garaje o ir a donde esté aparcado el vehículo, arrancar, en invierno deshelar o quitar el rocío/condensación, salir a la carretera, semáforos, tráfico, pasos de cebra, obras, buscar (o no) aparcamiento... más el tiempo acumulado repostando/recargando, mantenimiento general y visitas al taller por el exceso de uso...
Quizá seríamos más conscientes de todo ello si camináramos más. O, como hace mi amigo, conduciendo sin destino, sólo para relajarse.

Howard Phillips Lovecraft o más conocido como Lovecraft a secas. Prolífico escritor, creador del terror cósmico, portador de una fantasía que esbozaba sobre el papel mundos totalmente nuevos, criaturas que personifican los miedos y las miserias del alma humana. A cada página nueva que se lee salida de su mano, el corazón del lector se arrincona progresivamente en La montaña de la locura que cada uno tiene en su interior.
Su biografía está cargada de penas y soledades, desde la pérdida de su abuelo -quien influyó mucho en su interés sobre la literatura-, hasta el intento de suicidio que dicha pérdida le acarreó. Su mayor frustración fue seguramente el no poder dedicarse a la astronomía, su mayor afición. No era buen estudiante de matemáticas y eso le hacía sentir vergüenza. Aún así, la ciencia puede aparecer en cualquier rama de la vida y un profundo pozo de ideas es la literatura. Su ser más conocido es Cthulhu, el cual habitaba en R’lyeh, una ciudad ficticia sumergida en el Océano Pacífico. Lovecraft describió R’lyeh de esta manera:
“...llegaron a un litoral de lodo, fango y ciclópea mampostería que no podía ser otra cosa que la sustancia tangible del terror supremo de la tierra: la ciudad cadavérica y de pesadilla de R'lyeh, construida hacia incontables eones por repugnantes figuras que procedían de las estrellas sin luz. Allí yacían el Gran Cthulhu y sus hordas, ocultos bajo bóvedas cubiertas de fango verdoso; enviando de nuevo, tras incalculables ciclos temporales, aquellos pensamientos que extendían el miedo por los sueños de los más sensibles, a la vez que apremiaban a sus fieles a lanzarse en pos de un peregrinaje por su liberación y la restauración de su imperio en la tierra...”
"Uno no podía estar seguro de que el mar y el suelo fueran horizontales, de modo que la posición relativa de todo el resto parecía variar fantásticamente. "
“...aquel lugar onírico que vio era anormal, no euclidiana y asquerosamente impregnada de sensaciones de otras esferas y dimensiones distintas de la nuestra...”
Fuente: La llamada de Cthulhu
Aquí es donde uno llega y piensa: “¿Dónde cefalópodos está la ciencia aquí?” ¡En todos lados hay ideas! Se habla de estrellas sin luz, de eones, de relatividad espacial y de lo que trata este artículo: De geometría euclidiana.
No es ningún secreto que Lovecraft amaba disparar adjetivos a diestro y siniestro en sus textos, era muy gráfico, ¿pero cómo es un espacio no euclídeo? Primero, ¿qué es un espacio euclídeo?
Un espacio, para ser considerado euclídeo, ha de cumplir estos cinco postulados:
1) Se puede trazar una recta entre dos puntos
2) Los segmentos pueden estirarse hacia cualquier sentido
3) Las circunferencias pueden trazarse en cualquier lugar con el centro situado donde se quiera y el radio que se quiera.
4) Todo ángulo recto ha de tener un sentido, una lógica.
5) Para un punto exterior a la recta sólo se puede trazar una paralela a la recta existente.
Pero claro, Euclídes vivió del 325 a.C. al 265 a.C. y desde entonces ha llovido mucho, sobre todo genios que desmenuzaron sus postulados y los estudiaron a fondo.De ese trabajo a fondo surgieron nuevas formas de geometrías como la riemanianna, que no cumple el quinto axioma ya que demuestra que no es sólo una recta, sino ninguna, la que se puede trazar a una paralela. Y luego la geometría hiperbólica, que muestra que son varias las rectas paralelas que pueden pasar por un punto exterior y tiene curvatura negativa. Tanto la geometría riemanniana como la hiperbólica son no euclídeas. ¡Qué magnífico trabajo mental imaginarse una realidad que no es como la vemos a diario!
Geometría hiperbólica
Como hemos visto antes, estos tipos de espacios sólo cumplen los cuatro primeros postulados de Euclídes. Uno de los postulados euclidianos es que todos los ángulos de un triángulo deberían sumar 180º, pero Lambert en el siglo XVIII demostró que en la geometría hiperbólica siempre sumaban menos de 180º (en π radianes). La diferencia entre el resultado y el total de 180º es proporcional al área del triángulo. Lambert formuló lo siguiente:
(π-(α+β+γ))=CAαβγ
α+β+γ son la suma de los ángulos del triángulo en radianes.
Aαβγ es el área del triángulo.
C es una constante de proporcionalidad relacionada con la curvatura del espacio.
Lo bello de esta geometría es que nace en un espacio curvado. Los cosmólogos creen que nuestro universo es un espacio tridimensional hiperbólico curvado en su cuarta dimensión. Dicho tipo de geometría resultó muy útil para desarrollar la Teoría General de la Relatividad. Además tiene otras aplicaciones como el empaquetamiento de esferas o las hermosas imágenes que nos aporta el modelizarlo como un espacio euclídeo. Escher, el artista, fue un genio en dando forma visual a estas ideas.
Un aspecto clave para comprender más a fondo la geometría hiperbólica es el axioma de Bolyai, que viene a ser el equivalente para el quinto postulado de Euclídes. Viene a decir que teniendo una recta “X” existente con un punto “F” externo a esta, existe una única recta que pase por “F” sin intersecar “X”. La llamada paralela a través de “F”.
No sabemos aún en qué tipo de espacio no-euclidiano pensaba Lovecraft cuando imaginaba R’lyeh, pero el simple hecho de suponer una torsión de la realidad hacia planos más curvados debería de llenar de terror a cualquier navegante perdido por aquella zona.
Geometría riemanniana
Sin duda alguna, este concepto es más complejo de imaginar que la geometría euclidiana (nuestra realidad) y que los espacios hiperbólicos. Se requiere del uso de tensores métricos y curvatura, variedades y conexiones. El uso de esta geometría y su derivada, la geometría de pseudo-riemann, son claves para estudiar la relatividad. La variedad pseudo-riemanniana ofrece una facilidad matemática asombrosa para el estudio del espacio-tiempo, ya que ofrece la posibilidad de realizar un modelo del espacio-tiempo como una variedad de dicho tipo, de manera que pueda interpretarse el espacio-tiempo como una conjunción de 3 dimensiones temporales y una cuarta dimensión temporal.
La definición matemática exacta de un espacio de Riemann es:
Rn= (Vn(gik))
Un espacio de Riemann está compuesto por un par formado por una variedad n-dimensional y una métrica. La ventaja de estos espacios es que son más generales que los espacios euclidianos típicos, ya que contienen los espacios euclídeos como una particularidad.
Para llegar a todo el conjunto de la geometría riemanniana se requieren de pequeños grandes pasos previos, como el cálculo de variedad diferenciable y los conceptos de métrica y curvatura seccional. Una variedad diferenciable es la generalización del concepto de superficie en R3. Gracias a los avances de Riemann, aparecen las ideas de Minkowski (y su posterior aplicación a la Teoría General de la Relatividad) basadas en la introducción en R4 de la métrica:
g=dx12+dx22+dx32-c2dt2
Y es aquí donde la relatividad especial se modeliza. Una serie de ideas, acontecimientos y personajes que con el peso y el avance de la historia, como un chicle enorme se van estirando desde el primer concepto como una suma o el cálculo de un área hasta una teoría tan compleja.
Es de hecho el espacio de Minkowski el que nos da la idea actual del espacio-tiempo, con sus tres dimensiones espaciales ordinarias y una temporal. Llegando más lejos, aún más lejos en la importancia del entendimiento de la geometría de los espacios y sus variables, vemos que la realidad que representa la gravedad es el tensor métrico de Riemann.
Tras este largo paseo por estos tipos de espacios aún no sabemos cómo imaginaba Lovecraft en su cabeza R’lyeh, y quizá nunca lo sepamos. ¿Una ciudad en medio del océano que retorcía las imágenes? ¿Un lugar en los que las dimensiones espaciales y la temporal se unían y engendraban algo realmente extraño? Lo que queda claro es que se puede encontrar algo en lo que pensar en cualquier parte de nuestra humilde historia cultural. Hay preguntas y conocimientos a raudales ahí fuera para aprender. Imaginad por otra parte qué seríamos hoy en día sin el trabajo de todas esas personas que simplemente quisieron saber un poco más sobre el funcionamiento de la vida y como nos es presentada. No debemos dejar de agradecer jamás el apetito que hemos tenido y tendremos por aprender como especie.
"La emoción más antigua y más intensa de la humanidad es el miedo, y el más antiguo y más intenso de los miedos es el miedo a lo desconocido."
H.P.Lovecraft

Publica La Razón un gráfico sobre la variación del PIB donde se ve que hay un problema de escala. Han querido emular a un gráfico parecido que publicó el INE, pero se les ha olvidado incluir un detalle importante, los quiebres en la escala vertical, una herramienta adecuada en gráficos con valores de magnitud muy diferente, pero que se quiere que se aprecien en el mismo las variaciones tanto de los valores pequeños, como de los grandes.

Llevo viviendo en América Latina casi doce años. Los primeros seis fueron trabajando como cooperante en Guatemala y me marcaron profundamente. Los seis siguientes han sido en Montevideo, lugar al que emigré cuando ya no pude más de precariedad y paro. Amo este continente y en él me siento en casa pero, por supuesto, me siento español y en los últimos años eso conlleva dolor. Qué queréis que os diga: vista desde fuera, España no es normal y por eso me he animado a escribir esto.
Mi tesis es la siguiente: cada vez somos más América Latina y cada vez somos menos Europa. Que nadie se ofenda, por favor. Recordemos que en el nuevo continente hay un montón de cosas admirables; sin ir más lejos, vivo en un país que aprobó la ley de 8 horas de trabajo, el divorcio o el voto femenino a principios del siglo XX, mientras que en Europa tenemos bastantes cosas sobre las que reflexionar (por ejemplo, dos guerras mundiales y un holocausto). Con esto quiero decir que no pretendo insultar a nadie ni mucho menos con esta comparación.
Los problemas de América Latina, comunes a la inmensa mayoría de sus países, son tres:
. La desigualdad
. La impunidad de sus élites
. La violencia cotidiana (es el continente con mayor número de asesinatos del mundo).
Cuando, allá por 2004, llegué a Ciudad de Guatemala -una urbe distópica, dinámica y violenta hasta decir basta, donde asesinaban por aquella época a dieciocho personas al día- me pasaba el día comparando situaciones con mi Valladolid natal en plan pueblerino. La diferencia, evidentemente, era abismal pero tenía la misma sensación cuando viajé a México, o cuando visité Chile. Menos en Uruguay, aunque aun así apreciaba una desigualdad económica mayor que en España.
Eso ha cambiado: en la última década, dos de esas tres condiciones se han exacerbado de tal manera que, sin temor a exagerar, estamos peor que, al menos, dos países de América Latina: Uruguay y Chile. Veamos:
. La desigualdad en España se ha disparado a raíz de la precarización salvaje. Han licuado los sueldos de la inmensa mayoría de la población pero a cambio, en ese mismo periodo de tiempo, se ha multiplicado el número de millonarios, se han batido récords de venta de automóviles de lujo y se ha atascado el ascensor social. Se percibe incluso en la calle: la última vez que fui a Madrid, en noviembre, fue por cuestiones de trabajo y la empresa me reservó un hotel en el barrio de Salamanca. Por la tarde iba hasta Aluche, donde viven dos amigos míos. La diferencia entre una zona y otra es similar a la que uno puede ver entre el barrio de La Condesa en DF y cualquier área de clase media-baja: es tan evidente que me dejó impresionado.
. La impunidad de las élites ha alcanzado proporciones verdaderamente escandalosas. Los casos son tantos y tan numerosos que no da ni para enumerarlos. En esta última semana, hemos visto al Tribunal Supremo amnistiando de facto a una serie de personas que se han pasado los principios de igualdad y mérito por donde amargan los pepinos. El antiguo jefe del Estado, hoy emérito, estaría empurado en prácticamente cualquiera de los países de América Latina: hasta Guatemala tiene a sus dos últimos presidentes detenidos. Da la impresión de que si eres alguien política o económicamente relevante, mientras estés dentro del juego -esto es, del sistema- te vas a librar siempre. En cambio, cuando rompes con ese sistema (sin entrar en la legitimidad de hacerlo), entonces si que te caen prisiones preventivas fuertes o fiscalías hiperactivas. De la gente normal, ni hablamos. Es una justicia a dos velocidades, especial para quienes mandan y ordinaria para los que no: eso se llama impunidad.
.- La violencia cotidiana: Aquí no hay discusión. España es, en términos de criminalidad en la calle, uno de los países más seguros del mundo. Pero si contextualizamos la violencia, tal vez haya señales inquietantes. En los primeros seis meses de 2018 se han producido 168 desahucios diarios. Diarios. ¿Eso no es violencia, en un contexto en el que acceder a la vivienda, siquiera alquilada, es solo un sueño para cada vez más gente? ¿No es violencia tener que firmar, como mi hermano, una docena de contratos mensuales encadenando horas sin prácticamente seguridad laboral? ¿No es violencia que mucha gente joven -y no tanto- solo conciba su futuro fuera del país, condenados a emigrar antes siquiera de terminar sus estudios?
Termino: siempre pensamos que éramos Europa. Mi generación, la que tenía 10 años cuando entramos en la CE y vimos seis años después los Juegos de Barcelona, estaba convencida de que, por fin, España no era diferente, África no empezaba en los Pirineos y por primera vez en casi doscientos años éramos un país normal. Pero solo hay que abrir los periódicos (digitales) cada mañana para ver señales evidentes de que no es así en absoluto: España es América Latina para gran parte de lo malo.
Sucede a veces que los profesionales de algún tema damos por hecho que cualquier persona no especialista comprende ciertos conceptos básicos. Sigo sin saber qué es un kernel o una distro y el vídeo subido hoy sobre electricidad por primera vez me ha permitido entender, de verdad, el voltaje o la intensidad.
He visto en un hilo reciente que la mayor parte de comentaristas no entendían muy bien qué era la seguridad jurídica, confundiéndola con la mera justicia, con las garantías procesales, o con la seguridad del individuo ante los órganos jurisdiccionales. Creo que puede ser interesante dejar claro de qué va este principio para quejarnos con razón.
La seguridad jurídica es uno de los principios generales del derecho y uno de los principios constitucionales (artículo 9.3 CE: La Constitución garantiza el principio de legalidad, la jerarquía normativa, la publicidad de las normas, la irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no favorables o restrictivas de derechos individuales, la seguridad jurídica, la responsabilidad y la interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos).
Es curiosa esta enumeración porque, aunque separa la seguridad jurídica de otros como la publicidad de las normas, la irretroactividad o la interdicción de la arbitrariedad, estos son algunos elementos fundamentales para la primera.
Pero el concepto clave, para guardarlo a fuego, es el siguiente:
Seguridad jurídica = predictibilidad del sistema
Es algo tan sencillo y al mismo tiempo tan complejo como eso, porque la seguridad jurídica se ve afectada de muchas formas:
La seguridad jurídica y la justicia no son lo mismo en absoluto. Sí que podemos decir que para que una ley sea realmente justa tiene que otorgar predictibilidad, y en ese caso la seguridad jurídica es condición necesaria, pero no suficiente.
Veamos, pues, ejemplos:
Caso A: Una nueva Ley dice lo siguiente:
“Será decomisado todo medio de transporte que tenga un color feo. Se podrá recurrir, donde proceda, pasado un plazo más o menos adecuado. La administración responderá en un sentido o el otro en función de su carga de trabajo.”
Esta ley es obviamente injusta; es un castigo excesivo para una conducta de enorme injerencia en la libertad personal.
Pero, además, también es una ley que no da ninguna seguridad jurídica, por varios motivos:
Veamos ahora el Caso B: Una nueva Ley dice lo siguiente:
“Será decomisado todo vehículo a motor que tenga color rojo, verde o amarillo. La decomisión se podrá recurrir en alzada, en el Ayuntamiento en que esté empadronado su titular, en el plazo de un mes desde la notificación del acto. Si la Administración no responde en un plazo de dos meses desde su presentación, el recurso se entiende desestimado por silencio negativo.”
Sigue siendo profundamente injusta, pero da mucha más seguridad jurídica. Es más predecible. Sabes: si estás afectado por la norma, de qué colores puedes pintarlo para evitar el castigo, cómo, dónde y cuándo recurrir la decisión.
Hay seguridad jurídica, aunque simplemente se refleje en que estás seguro de que te van a joder.
Podríamos decir que el primer caso es aún más injusto que el primero, porque además de quitarte el coche te dejan indefenso; pero ninguna de las dos lo es realmente. Y esto es un ejemplo de que la seguridad jurídica es condición necesaria, pero no suficiente, para que una ley sea justa.
Hay más aspectos en los que se puede quitar seguridad jurídica. Podemos tener, por ejemplo, que esta ley estatal prohíba los colores rojo, verde o amarillo, pero que una ley autonómica permita el color rojo para aquellos conductores de más de sesenta años. Hay colisión de normas.
Puede ser también que el procedimiento para el recurso pueda ser un análisis en base a la escala Pantone efectuado por expertos, o que el procedimiento sea al libre arbitrio de un licenciado en Bellas Artes designado a tal efecto.
Volvemos a lo mismo: la seguridad jurídica es la predictibilidad o la certeza del derecho. Cualquier cosa que afecte a dicha predictibilidad afecta a la seguridad jurídica.
Pero ojo, que la seguridad jurídica no es un valor absoluto. Es un principio general, pero ha de adecuarse a otros principios igualmente relevantes. Ninguna ley puede prever absolutamente todo. Así que el rollo va de encontrar un equilibrio entre establecer una base clara y luego adecuarse a cada caso concreto.
En mayo de 1937, mientras las monolíticas tropas franquistas avanzaban imparables por toda España, el caos se apoderaba de Barcelona entre un mar de tiroteos protagonizados por comunistas, trotskistas y anarquistas que preferían matarse entre sí antes que hacer frente a la amenaza fascista-nacionalcatólica. Estos hechos, especialmente traumáticos por su violencia, no eran sino la manifestacion más exacerbada del clima de enfrentamiento y boicot constante entre las distintas fuerzas del Frente Popular, una de las causas que dieron lugar a la pérdida de la guerra.
Milicias que se negaban a avanzar porque el liderazgo del batallón se había dado a un partido rival, asesinatos de líderes políticos como Andreu Nin a manos de fuerzas teóricamente amigas del antifascismo, bloqueo reiterado de las operaciones militares y la acción gubernamental por motivaciones tan espurias como el nombre de quien firmaba la iniciativa ...el bando republicano era, lamentablemente, una jaula de grillos, mientras que los franquistas se sometían totalmente a la disciplina impuesta por el futuro dictador, hasta el punto de que el partido único del nuevo régimen fue un engendro contranatura fruto de la fusión entre un micropartido fascista y otro partido marginal ultracatólico, siendo sus ideologías totalmente contrapuestas y teniendo sólo en común la absoluta irrelevancia en contraposición con la CEDA, partido hegemónico de las derechas hasta el momento. Pero Franco quería un títere que moldear y manejar a su antojo, y de ahí salió la FET de las JONS.
Actualmente nos enfrentamos a unas nuevas elecciones que, mucho me temo, otorgarán el poder a una coalición de neoliberales salvajes, neofranquistas ultracatólicos y viejos ladrones. La abstención iba a ser el principal enemigo de las fuerzas progresistas, pues después del espectáculo que hemos vivido resulta tremendamente difícil ilusionarse y confiar en la honestidad y altura de miras de los líderes del PSOE. Es más, resulta tremendamente difícil creer que a Sánchez le importe lo más mínimo el bienestar de los españoles, pues se está jugando nuestro futuro con Vox simplemente por su ansia de acaparar todo el poder.
Pero ahora tenemos un problema más: Errejón va a participar en las elecciones, y se va a llevar un buen número de votantes de Podemos y (en menor medida) del PSOE. Esto es desastroso en las circunscripciones medianas y pequeñas donde hay un número reducido de diputados en juego. Porque Errejón no va a conseguir suficientes votos para lograr un diputado, pero sí les va a quitar a los otros partidos los votos que necesitaban para lograrlo. Y esos diputados irán a la derecha.
Hay una realidad evidente, y es que Errejón tiene su público, y éste no es mucho menor que el de Iglesias (en Madrid le derrotó incontestablemente). Hay abstencionistas que se quedarían en casa si sólo estuvieran Iglesias y Sánchez, pero que se movilizarán con Errejón, a quien conciben como una "izquierda ilustrada y razonable" en contraposición con Iglesias y Montero, a quienes identifican con los viejos matrimonios dirigentes que controlaron determinadas repúblicas socialistas en los años 60. A Iglesias se le puede reprochar personalismo, cerrazón y endogamia. A Errejón se le puede reprochar elitismo, tacticismo y renuncia a ciertos valores y objetivos que son justos pero él sacrifica en aras de lograr un público más amplio. En cualquier caso, ambos tienen su público, y son públicos numerosos.
Es por ello que la entrada del partido de Errejón en el juego electoral podría ser una buena noticia...si va en coalición con Podemos, Compromís, las mareas, Colau...a las próximas elecciones. No pocos abstencionistas se movilizarían y los resultados del bloque de izquierdas mejorarían, pues la gente que movilizará Errejón no es suficiente para darle diputados en circunscripciones que no sean muy grandes, pero sí serviría para que un bloque de izquierdas los obtuviera si se suman a los de Podemos y cía. El problema es que para lograr esa coalición sería clave negociar con altura de miras, dando a cada cual un peso razonable en ella, a fin de que se sienta lo suficientemente motivado como para darlo todo en la búsqueda de votos.
Para conseguir el anterior objetivo es necesario dejar atrás personalismos, rencillas y ambiciones egoistas. Hay que pensar en el futuro de los ciudadanos ante la crisis que nos viene encima, y en lo mucho que la aprovechará la derecha para destrozar lo público con la excusa de que es insostenible. Hay que pensar en lo fácil que les resulta al viejo terrateniente andaluz, el joven yuppie de pelo engominado y el presidente de la cofradía del santo sepulcro ponerse de acuerdo y trabajar por sus intereses comunes aunque haya matices entre sus formas de pensar. Hay que pensar en que el sufrimiento de la gente vale más que el ego herido o el afán de colocar a los amigos en las listas electorales.
La diversidad es un gran valor, y es la clave de las sociedades libres y prósperas. Defender el criterio propio, discrepar, alabar lo que nos gusta, criticar lo que rechazamos y plantear nuestro punto de vista sin que nadie monte un drama por ello y sin que cierre puertas a trabajar juntos. Así se ilusiona, se crean conciencias abiertas y se ponen los cimientos de la cooperación, que debe construirse desde el diálogo, el reconocimiento del valor del otro y la elaboración de estrategias conjuntas que no nieguen los valores esenciales de cada actor y permitan entretejer proyectos con base en lo que les une.
Franco exterminaba la diferencia y aplastaba la discrepancia. La izquierda de la época las usaba como arma arrojadiza. Ojalá la izquierda del presente sepa emplearlas para crear un proyecto ilusionante, respetable y capaz de aunar a gente que, siendo distinta, cree en la libertad y la justicia social. Es nuestra única esperanza frente a unas elecciones que veo verdaderamente negras para los progresistas.
Ya no sé cuántas manifestaciones van contra Mazón, pidiendo que dimita por su negligencia a la hora de avisar de lo inminente de la DANA. Que si estaba con una periodista, que si estaba comiendo, que si estaba follando, que si se estaba sacando una espinilla en el espejo en vez de avisar. Con ese aviso, posiblemente habría algunos muertos menos. Se trata de una negligencia con resultado de varios muertos. No de doscientos y pico menos, claro, porque todos sabemos lo que pasa con esos avisos, pero algunos menos.
Tengo la impresión de que en todo esto hay mucho desalmado y mucho retrasado mental, uniéndose para hacer creer y creer que el problema de las lluvias torrenciales se soluciona mandando mensajes al móvil. Y resulta que no, que se arregla con obras hidráulicas, que es justo lo que nadie exige, porque ese es un tema jodido, no da votos inmediatos, no sirve para echar mierda al adversario político y además puede traer a colación debates que nadie quiere.
Ya sé que es una locura meterse en estos tiempos a semejante censo, pero a veces me da por ahí. Masoquista, que es uno. Me puse a realizar un pequeño recuento sobre las noticias que siguen saliendo sobre el tema de la DANA de Valencia, y me cansé después de media hora. Este párrafo está repetido de otros dos o tres sitios, y me temo que voy a escribirlo aún más veces.
Me sigue pareciendo criminal y descorazonador que los artículos sobre la culpa de lo sucedido superen en más de treinta a uno a aquellos que hablan sobre las obras necesarias para que esto no vuelva a suceder, el encauzamiento de las ramblas, las presas y las obras hidráulicas necesarias para prevenir la siguiente desgracia.
No es ya sólo que haya quien crea que las riadas se paran con SMS, sino que parece que les da igual lo que pase, con tal de tener a quien colgarle el mochuelo. Porque lo que es arreglar cosas, no le interesa a nadie. Ni se debaten soluciones, ni se proponen, ni se discuten. Sólo culpa, responsabilidad, politiqueo y más culpa, como si estuviésemos ante un certamen de sermones o ante una olimpiada de confesionarios. Religión disfrazada de civismo. Religión, al fin y al cabo. Porque si no es Mazón, es el cambio climático. O el capitalismo. O su puta madre. Pero hablar de las soluciones parece vetado.
Estoy ya un poco hasta el gorro de tanto monaguillo falso, de tanto párroco disfrazado en un perpetuo carnaval circense. Además de querer averiguar quién tuvo la culpa, ¿hay alguien interesado en poner algún remedio?
Y ahora me vendrán, porque también lo he leído, con que lo uno no es incompatible con lo otro, con que hay que depurar responsabilidades. Con que Mazón estaba con una tía el día de autos. Con que lo importante es la factura del Ventorro. Y lo que quieras, sí. No es incompatible, pero resulta que todo el esfuerzo va dirigido a eso, y sigo en busca de artículos, de reportajes, de documentales hablando de lo que hay que hacer, de presentar planes de actuación sobre las torrenteras, de crear aljibes de tormenta y de otras soluciones técnicas.
Las soluciones no interesan porque son caras, lentas, complicadas y no dan votos ahora mismo. Y además, generan conflictos, porque hay que prohibir edificar aquí o allá, recalificar terrenos, enfrentarse con gente y organizar movidas urbanísticas, siempre retorcidas, enojosas y complicadas, en las que unos ganan, y ganan mucho, y otros pierden mucho a su vez. En cambio la culpa es inmediata, permite la caza mayor de políticos adversarios, y no cuesta un duro. Batucadas y caceroladas en vez de remedios. Danzas contra la lluvia de indios majaras.
Y además, cuando llegue la próxima desgracia se podrá, una vez más, reabrir las tres pistas del circo mediático sobre cuándo se tenía que haber enviado el aviso, sobre la gente a la que no le llegó, sobre los que lo recibieron y se lo pasaron por el forro, sobre el efecto de avisar seis veces antes de que a la séptima pase algo, y sobre los que se vieron obligados a ignorarlo porque su malísimo patrón los presionó.
Más circo y ninguna solución.
Pensar en soluciones debe ser de reaccionarios. De fachas. De desalmados que no piensan en los muertos.
Yo qué sé.
Mucho se está hablando estos días sobre la función del ignore de Menéame, esa feature que antes impedía que la persona a quien tuvieras ignorada pudiese referenciarte en sus comentarios, ya fuese por nombre de usuario o número del comentario, y que ahora impide a la persona ignorada leer tus comentarios (siempre que haya iniciado sesión como usuario) pero permite seguir viendo que has hecho un comentario.
La problemática de los ignores y bloqueos no es exclusiva de Menéame. Todas las redes sociales y foros cuentan con una función que impide, hasta cierto punto, que una persona pueda interactuar con otra que no desea esa interacción. Y en ningún sitio parecen los usuarios estar contentos con esa función, por unos motivos u otros.
El motivo de éllo es que en "la vida real" no existe una única herramienta o método para ignorar a una persona o impedir que sus mensajes o frases nos lleguen. Por éso, el error que cometen practicamente todas las redes sociales no es de aplicación, sino de concepto.
En el día a día, hay cuatro motivos principales por los que una persona decide ignorar a otra:
En "la vida real", ejercer la capacidad de ignorar a alguien depende de varios factores:
Este "ignore físico" lo podemos ver en multitud de ocasiones: cuando una empresa despide a un trabajador por resultarle incómodo, cuando un local se reserva el derecho de admisión por ciertos motivos (unas veces por etiqueta, otras por mera discriminación), cuando el presidente de la comunidad de vecinos programa una reunión justo cuando X vecino no puede acudir, e incluso los niños, cuando impiden que otro pertenezca a su pandilla y le echan a empujones de donde estén porque por algún motivo no le aguantan.
Pero en todos los tipos y casos de "ignores" mencionados, hay una cosa en común: no coarta ni impide la libertad de opinión, expresión y acción de la otra persona.
Puede que ignore al tertuliano de salsa rosa, pero no le impide seguir con su programa para aquellos a los que sí le interesan; puede que no quiera oir al activista del cambio climático, pero no le impide manifestarse; puede que bloquee al que me hace spam o me insulta, pero no le impide hacérselo a otro; puede que mi mujer me ignore, pero no me impide quedar con un amigo y contarle mis penas; puede que me hayan echado de la empresa por decir que tardan en pagar, pero no me impide entrar en denunciarles; puede que no me dejen entrar en un pub por ser calvo, pero no me impide entrar en redes y ponerlos a parir.
Y aquí es donde extrapolamos el ignore "de la vida" real a las redes sociales. El ignore y los bloqueos en Internet están viciados porque añaden a cualquier tipo de "ignore" la capa de poder al tratarse, en cualquier caso, de un ignore físico. Es decir, que se otorga muchas veces al usuario la capacidad de actuación sin tener poder jerárquico real sobre la plataforma, pero que además suele afectar al funcionamiento de la misma cuando la misma es de uso común entre varios actores.
El segundo gran problema de los ignores de redes sociales es de interpretación por parte de quien lo ejecuta. Muchas veces se quiere usar el ignore como modo de silenciamiento, de impedir la libertad de opinión y expresión de la otra persona. La libertad de expresión también incluye la libertad de difamar, desinformar y hasta cierto punto molestar, pero el ignore no es la herramienta para evitarlo. En "la vida real", tú puedes evitar que alguien te insulte directamente, pero no puedes evitar que esa persona te vaya poniendo a parir a tus espaldas cuando hable con otros.
El tercer problema, no menos importante y dependiente del anterior, es el propio aura de credibilidad y poder que le hemos dado a esas redes sociales. Sumado al anonimato, es ridículo el nivel de relevancia que se dan a ciertas opiniones y hechos, básicamente porque es un altavoz irreal, tanto para el que difama e insulta, como para los que se escudan en ese anonimato y espolean esas difamaciones e insultos viendo que no tendrán consecuencias sobre ellos.
Y el cuarto problema, muy a tener en cuenta, es que la mayoría de redes sociales están diseñadas para generar engagement, y buena parte de esas visitas, de esos usuarios asíduos, se generan fomentando la discordia y el enfrentamiento. Y parte de esa discordia y enfrentamiento se consigue diseñando herramientas de ignore y bloqueo ineficaces (bien por ausencia, bien por exceso) que provoquen irritación entre quienes las usan y quienes las padecen, entre éllos mismos y contra la propia plataforma.
Por lo tanto, en base a todo lo dicho anteriormente, para que una herramienta de ignorar y bloquear online tenga utilidad, debe basarse en los siguientes principios:
Hay que tener en cuenta que, con la presunta importancia que han adquirido las redes sociales hoy por hoy, se está dando un fenómeno inverso: que se están extrapolando las condiciones de los ignores y los bloqueos a la "vida real": los denominados espacios seguros, la mayor tolerancia a comportamientos discriminatorios, y el descenso notable de los debates y las conversaciones constructivas, llevando a cada vez una mayor polarización y aislamiento ideológico, a la vez que disminuye la tolerancia a las opiniones opuestas a la nuestra. Cualquier red social que se precie de ser útil y otorgar un servicio valioso a la sociedad debería tener en cuenta los puntos anteriores. Si no lo hace, la red social tiene la misma importancia que la burla de un melenudo contra un calvo y, por tanto, también merece un buen "ignore mental".

Después de casi 8 años de combates, ha caído la que algunos llaman la ciudad más bombardeada de Ucrania. Más aún que Bakhmut.
Fuentes de ambos bando informan que hoy se ha completado la retirada ucraniana de los últimos arrabales de Marinka, que ya, a estas alturas, era más un símbolo que una ciudad.
Este hecho parece reforzar las últimas tesis de que los rusos presionan a lo largo de todo el frente buscando un colapso ucraniano que aún no se produce, aunque en determinados sectores se observen importantes debilidades debidas, especialmente, a la falta de munición de artillería.
El comienzo de la ofensiva israelí en Gaza ha desviado la atención de la comunidad internacional, especialmente de los Estados Unidos, lo que unido a un ya evidente "cansancio de guerra" y a los magros resultados de la contraofensiva ucraniana de verano, resta a Ucrania los recursos necesarios para mantener el nivel defensivo que sostenía hasta estos momentos.
A tres semanas del comienzo del invierno, el estancamiento de la guerra favorece claramente a Rusia, que a pesar de sufrir graves pérdidas en las últimas semanas, cuenta con varias veces más recursos que su rival, gravemente dependiente de una ayuda extranjera que empieza a reducirse, retrasarse o, simplemente, desaparecer.
En el caso de Rusia, el buen desempeño de su economía frente a las sanciones occidentales, ha desanimado especialmente a la Unión Europea, que tiene cada vez más profundamente la impresión de estar sancionándose a sí misma. Con las primarias norteamericanas a la vuelta de la esquina, cada vez será más difícil recabar ayuda para la causa ucraniana, convertida en secundaria por el lobby sionista norteamericano.
Aunque no parece probable ningún colapso a estas alturas, creo que es probable que veamos más noticias como esta en las próximas semanas.
La foto es de @Suriyak.
Traigo este artículo aquí para echarme unas risas. Ya ha sido publicado en nuestro casino, así que lo considero amortizado en términos de visitas. La apuesta es que será hundido en cuanto lo vea la gente que pulula por el nótame. El título es deliberadamente provocador, como comprenderán. Diligencia debida. El contenido, está basado en experiencias personales, así que puede que también haya que lo encuentre... evocador. Por supuesto, tiene dos lecturas, y espero del lector que no aplique sus sesgos cognitivos, y que lea (¡y razone!) antes de aplicar el voto negatiffo. Quizá sea mucho pedir, pero bueno, vamos allá:
Mucho he hablado en nuestro casino acerca de la consultoría IT. No solo de las crisis de ansiedad, de la flor del guano, de trepillas (Elois) y los Morlocks (el senior management). De ambición, de quieroynopuedismo. El tito Mac, perplejo, ha visto que en la sabana de la (mal llamada) consultoría IT, la flor del guano sigue irguiendose enhiesta; los morlocks, en forma de hienas, chacales y leones intentan atrapar a las gacelas de Thompson para que engorde el margen operacional a mayor gloria del bono del socio. Ahí acaba de ver una variación en el esquema: están empoderando a la mujer y fomentan su contratación (¡tachán!).
A uno al que nada le parece inocente, porque conoce de primera mano la catadura moral de estos personajes, lee un pasmoso canto de sirenas en LinkedIn (SIC)
#DefeatKrook, as part of our #girlsgonna initiative, has the mission to the feat the monster of stereotypes in technology
Lo que me lleva a pensar: esta panda ha sido siempre de polla en la barra del bar y gritar a pleno pulmón "aquí mandan mis cojones". Jamás han tenido otra intención que exprimir al máximo al personal, y al mismo tiempo librarse de cualquier protesta, queja, iniciativa, subida salarial, y pensamiento crítico. He de decir que este súbito giro implica que
1) No encuentran pringaos en las capas de abajo (que son las más rentables en términos de margen) que paguen sus sueldazos
2) La fijación en las pringadas responde a una discriminación de género que les puede salir muy rentable.
Veamos, analicemos el famoso caso de la brecha salarial. Hechos que influyen:
- Diferencias en educación
- Edad del trabajador (a medida que la mujer se casa y tiene hijos, se incrementa, a igual nivel de educación)
- Flexibilidad en el trabajo. La mujer tiende a buscar trabajos que sean compatibles con su vida, y eso influye en que estén peor pagados.
- Maternidad y paternidad: mientras que la mujer tiene una penalización para criar los hijos, el hombre se ve impulsado a buscar mejores condiciones para compensar, lo que implica optar a posiciones superiores o exigir mejor salario.
- Habilidades, personalidad y normas sociales:
Como habrá quien diga que me lo invento, aquí está la fuente: ourworldindata.org/what-drives-the-gender-pay-gap
Bien, pues ya tenemos que el cártel está buscando borregas para ocupar la base que proporcione el ansiado 40% de margen. Sigamos con el festival del humor, porque esto se pone interesante. Veamos una cosa divertida: la paradoja de Galbrush.
En el juego Monkey Island, GuyBrush Threepwood es un pirata, varón, cobarde, socialmente inepto, un completo perdedor, y la última persona que alguien imaginaría como parte de la tripulación de un barco pirata. Abusan verbal y físicamente, es maltratado odiado y vejado. Podría ser un tarado, borracho o un asesino. A nadie le importa una mierda GuyBrush.
Imaginemos que, para corregir la desigualdad de género, incluímos en la tripulación a GalBrush, que es lo mismo pero en mujer. Cualquier privación, vejación, maltrato que Guybrush resistió y superó, en su caso será visto como un caso de misoginia y violencia machista gratuita. En vez de pensar si Galbrush está preparada para ese trabajo, donde va a recibir de hostias porque sí, este caso se entenderá como un ataque y un insulto a TODAS las mujeres como colectivo, porque una mujer con defectos, tarada, con una vida trágica, es una afrenta para la mujer.
Bueno, pues ya tenemos que el cártel quiere seguir provisionando la base de la pirámide de la consultoría con gente dúctil, que no negocie, que no proteste, que se deje "liderar". Y uno que no quiere pastores para no sentirse ganado, repudia de este empoderamiento donde el objetivo paternalista del heteropatriarcado machista y opresor es seguir cobrando pasta gansa gracias a una característica de género que es inherente a la mujer. El esquema se termina con una cómoda capa de gestión intermedia para aislarse del festival de cluecas hablando de sus cosas, mientras ellos siguen con sus ágapes pantagruélicos y yendose de putas con el cliente con la excusa de ganar contratos. Y para que se note que son guais, iniciativas con nombres rimbombantes, del palo "Empowering Responsible Freedom", para que le cuentas a tu jefe cómo te va con la flexibilidad y la autonomía en el trabajo. Orwell se estará revolviendo en su tumba.
Lo que me lleva a la mano negra que hay detrás de ese movimiento. ¿Reptilianos? ¿Extrema derecha? Al final, como dice un colega, los hombres hacemos lo que quieren porque (gracias a otra característica de género) somos susceptibles de ser manipulados. Estaba pensando en Aristófanes y la comedia Lisístrata, así que esto viene de lejos.
Convertir la estupidez en causa social no salvará a las mujeres de ser floreros 2.0. Piensen ellas que hay muchas actrices y pocas mujeres dirigiendo películas. Preguntense por qué. Mi opinión es que, a no ser que estén dispuestas a liarse a hostias con la vida, sin reconocimiento y asumiendo riesgos incompatibles con los valores tradicionales, van a seguir buscando un machote que reciba hostias por ellas (como Scarface, The Joker, o un director / gerente de IT) mientras siguen pensando qué color en las uñas va mejor con el vestido que se pondrán mañana, y conspiran entre sí para ver quien es la hembra alfa.
menéame