Seis de cada diez españoles comen fuera de casa cada día, según datos de una encuesta publicada en 2013 por la Federación de Usuarios-Consumidores Independientes (FUCI). De estos seis, el 58% optaban por comer de menú, un 4% come a la carta y un 37% se llevaban la comida de casa, esta última una tendencia cada vez más creciente.
Yo me pasé al vidrio y no he vuelto atrás. Sólo tuve un problema, por cagaprisas, que metí al microondas uno con lentejas todavía congeladas y se rajó con un corte limpio en toda la horizontal donde empezaba el congelado. Ni con corte láser sale un corte tan limpio
#2 Venía a decir lo mismo. Lo mejor es pasarse al vidrio. Es más caro y corres el peligro de que se te rompa si le das un golpe o se te cae, pero es mucho más higiénico y fácil de limpiar.
Comentarios
Yo me pasé al vidrio y no he vuelto atrás. Sólo tuve un problema, por cagaprisas, que metí al microondas uno con lentejas todavía congeladas y se rajó con un corte limpio en toda la horizontal donde empezaba el congelado. Ni con corte láser sale un corte tan limpio
#2 Venía a decir lo mismo. Lo mejor es pasarse al vidrio. Es más caro y corres el peligro de que se te rompa si le das un golpe o se te cae, pero es mucho más higiénico y fácil de limpiar.
#teahorrounclick
1. Si tiene cortes o cualquier otra imperfección que pueda suponer un riesgo para los alimentos.
2. Si contiene manchas o restos de alimentos que no se pueden eliminar, ni siquiera dejándolo en remojo en agua caliente y un poco de jabón.
3. Si se han usado productos abrasivos o calor directo para limpiarlo que hayan podido dañarlo dejando en su superficie un tacto rugoso.
4. Si le cuesta cerrarse correctamente sin aplicar esfuerzo.