El entrenador se quedó con 25 niños y dos alevines de diez años abandonaron el recinto. Cuando el padre de uno se enteró, comenzó una discusión que acabó con una bofetada. El hermano del entrenador y un amigo intervienen en la discusión. Los tres respondieron abalanzándose sobre el padre quien recibió puñetazos y patadas ante la mirada estupefacta de decenas de niños que a esa hora estaban en el recinto. Al acabar, el padre del entrenador abordó al padre del alevín y le golpéo con un casco de moto en la cabeza. Eso lo mandó al hospital.
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Mejor paracaidismo, menos peligro.!!
Y concluyen: el padre de los mellizos Hernández lo abordó en plena calle y le
golpéogolpeó con un casco de moto en la cabeza. Eso le mandó al hospital, con un fuerte traumatismo cranoencefálico.La Verdad miente, como siempre, y con faltas de ortografía.
Podria ser peor, como conducir. Que nunca saca lo mejor del ser humano...
Ahora en serio, un padre cuyo hijo es un bandarra (porque ya me direis como se le ocurre a esa criatura irse de un entreno sin decir nada) se mosquea con el entrenador, le amenaza y le suelta una bofetada delante de una veintena de chavales.
La reacción de los entrenadores totalmente desmedida y lamentable, cierto, pero no olvidemos quien empezó todo...