“Cuando el agua no baja por el río, baja por la carretera”, comenta un portavoz de la coordinadora para la Salvaguarda del Montseny. Mientras ven como sus ríos bajan de las montañas prácticamente secos, observan y cuentan las botellas que salen de las plantas embotelladoras que trabajan en estos acuíferos. El conteo es real, alrededor de 633.000 litros diarios de una sola planta. “Si no nos quieren dar datos, los conseguimos nosotros”, explica la misma fuente.
Comentarios
Este verano un par de minas que permiten trabajar a pastores de la zona del Montseny /Guilleries se han secado. En esa zona hay 7 empresas embotelladoras y el número sigue creciendo. Cuando nos quedemos sin agua, estas empresas se irán y vamos a tardar mucho tiempo en ver esos acuíferos recuperados.
Privatizan beneficios y socializan los costes de sus negocios.
El agua es vida, Fuera !
Además de la inmensa cantidad de plástico y energía que se usa.
Aquí si vería justificado un pequeño impuesto por botella que desincentive su consumo, como las bebidas azucaradas.
#1 Aunque en vez de un pequeño, yo pondría un gran impuesto...
Que pregunten quiénes son los dueños de la embotelladora y sabrán por qué va la cosa así.
Corporatas haciendo de lo suyo, privatizando todo lo público y matando a quién sea por lograrlo.