El elevado precio de la vivienda hace que proliferen los anuncios de alquiler de literas y habitaciones compartidas. Detrás de ellos hay familias a las que no les llega para pagar su propio alquiler y trabajadoras domésticas que alquilan camas en fin de semana ("Son para señoras con empleos domésticos que no salen de su trabajo en toda la semana y vienen cuando libran"). El alquiler de literas o de habitaciones compartidas —con dos camas separadas— empieza a hacerse hueco en los portales inmobiliarios.
Comentarios
Pues ya estamos como en el XIX...
#2 Ocurre por lo que dice #1 en el siglo XIX con la revolución industrial y el exodo de campesinos a las ciudades, la vivienda era puro confinamiento de trabajadores. Se legislaron normas y leyes para evitar esa situación y se hicieron viviendas sociales que permitieran una calidad de vida. Ahora pasa lo contrario. Se des regula y se eliminan leyes que se tuvieron que poner por civismo y necesidad.
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Lo que ocurre cuando no se hacen políticas reales para blindar un derecho tan básico como la vivienda, que esto se convierte en la ley de la selva.
"Son para señoras con empleos domésticos que no salen de su trabajo en toda la semana y vienen cuando libran".
Vivir toda la semana en tu trabajo para llegar a casa el finde y que sea una litera en un piso patera. Que esto suceda en España es demencial. Vaya vida.