Dos fundaciones ligadas a la Iglesia católica vendieron su patrimonio a precio de saldo, se embarcaron en aventuras especuladoras a precio de oro y dejaron sendas instituciones, fundadas para velar por los pobres, niños y ancianos, al borde de la quiebra. Todo ello, aderezado por el hecho de que patronos como el alcalde de Madrid y la delegación del Gobierno han optado por mirar hacia otro lado, a pesar del alcance social y judicial de esta trama.
Comentarios
Muro de pago
Su dios los juzgara por que, desde luego, nuestros jueces no creo que lo hagan...
Pero tenemos las mejores y más grandes banderas de España.