Enrollando hojas secas sobre una mesa de madera, Ana mueve sus dedos ágilmente para completar una canasta de mil tabacos y recibir el pago de 120 mil bolívares fuertes, o 1,2 bolívares soberanos, equivalentes a escasos 324 pesos colombianos; sin embargo, desde hace 11 meses sus manos no tocan los billetes devaluados por los que trabaja.
Comentarios
Y dentro de poco, sin venezolanos
Pero pueden comprar lingotes de oro, que hay que contarlo todo.
Y Echenique de paseo en Berlin en lugar de aprovechar para ir a vivir el apogeo de la revoluSión.
Cuando el pueblo estorba, la solución es aterradora.
Un mundo sin dinero y libre de todo capitalismo.
Aparentemente el sueño húmedo de muchos meneantes.