Centenares de turistas han acudido por última vez al monolito Uluru, sagrado para los aborígenes australianos, para intentar alcanzar la cima antes de que el sábado entre en vigor la prohibición de escalarlo. Una larga hilera de furgonetas esperaban en la entrada del Parque Nacional Uluru-Kata Tjuta, donde se encuentra el monolito de 348 metros de altura y nueve kilómetros de superficie roja, al que los vientos han obligado a suspender el acceso durante horas.
Comentarios
Basta que prohiban hacer algo para que la gente vaya, deberíamos usarlo aquí para atraer a turistas.
#1 De repente todos querrán ir a misa al sitio de marras
#3 quiero ir a misa! quiero ir a misa!
Panda de gilipollas.. Y mas con el peligro de hostiarse que tiene..
Los aborigenes australianos nunca han destacado por su inteligencia o buenas costumbres. Buena idea lo de matar a la gallina de los huevos de oro.