Publicado hace 1 mes por Verdaderofalso a america-retail.com

Según un reciente estudio realizado por Moiguer Consultora de Estrategia, el 80% de los argentinos de clase media ha tenido que reducir o eliminar gastos considerados «gustitos», como los asados con amigos, salir a tomar un café, usar el auto, o comprar ropa, entre otros. se centró en la franja de ingresos denominada clase media, que según la consultora corresponde a los niveles socioeconómicos C2 y C3, con ingresos mensuales de entre $881.748 y $1.760.092. Esta clase, que representa el 39% de la pirámide socioeconómica

Comentarios

themarquesito

#1 Gustito por consumir lácteos y carne

HeilHynkel

#8

Bueno, eso lo hacen por mejorar el colesterol. roll

#1 y tienen los huevazos de llamarlos clase media. Estos son como los de la Sexta, con su clase media de 30k€.
#6 supongo que tu comentario es irónico.

P

#1 Ya vendrá el usuario del avatar azul cuyo nombre empieza con F (no quiero invocarlo, ya se aparecerá solo como en toda noticia que habla de Milei), a ejercer su gustito por defender lo indefendible y desmentir lo evidente.

Gry

Agenda 2030 roll

P

#7 ¿Repites un mantra que te enseñaron a decir, o algo así?

Le pongo hilo musical a este meneo.

A ver cuánto tarda el tullido mental de fideotonto a decirnos que eso es algo bueno porque se lo ha dicho un perro muerto mientras se follaba a su hermana . lol lol

A

Bofetón de realidad para las clases medias que se creen clase alta.

EvilPreacher

Reducir el consumo, la receta del éxito de cualquier economía.

B

No sé. No debe parecerles a los proletarios argentinos que la precariedad y la pobreza en que sus propios padres les hicieron nacer sean cosas tan horribles, si arden en deseos y defienden como un derecho el poder hacer nacer a sus propias proles también en ellas, a que sus proles también reciban en herencia y les agradezcan esa precariedad y esa pobreza tanto como ellos, los proletarios argentinos progenitores, los agradecen a sus padres.

Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera mas clara y evidente (mas incluso que meter una papeleta en una urna) en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible? ( Las proles, pues, son las papeletas electorales más rotundas, y por tanto las que más ambiciona el capitalismo, capitalismo que no existe gracias a los capitalistas, sino gracias a los proletarios ).

El que es pobre es porque quiere votar capitalismo y pobreza, con sus votos y con su prole.

Si los proletarios argentinos quieren arreglar la economía con más proles y con más proletarios en vez de con menos capitalismo, están en su derecho, en su costumbre y en su cultura, y se los tenemos que respetar.

La Argentina, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo y el capitalismo son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los proletarios argentinos, y se los tienen que respetar así como ellos, los proletarios argentinos, también respetan las costumbres y culturas ajenas.

Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.

Además, los pobres ya tienen que sufrir la pobreza. Sería inhumano negarles encima el derecho de ver a sus hijos sufriendo también la pobreza.

La cultura es la verdadera riqueza, así que dejad en herencia a vuestras proles la rica cultura de la pobreza.

Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos y el capitalismo los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.