Hace 3 meses | Por hdptest001 a lavanguardia.com
Publicado hace 3 meses por hdptest001 a lavanguardia.com

Si se permite que Putin gane en Ucrania, este tipo de imperialismo volverá a aparecer en todo el mundo. ¿Qué impedirá entonces que, por ejemplo, Venezuela conquiste la Guyana Esequiba o que Irán conquiste los Emiratos Árabes Unidos? ¿Qué impedirá a la propia Rusia conquistar Estonia o Kazajistán? No habrá frontera ni Estado que puedan sentirse seguros si no es mediante el recurso a las armas y las alianzas.

Comentarios

HeilHynkel

¿Lo de HDPTest es por comprobar el número de HDP que están de acuerdo con el artículo? lol

DocendoDiscimus

#4 Es que encima, él da clases en una universidad de un país que es resultado directo de las decisiones del viejo imperialismo, continuado por las decisiones del nuevo imperialismo. O sea, es como uno de los países más imperialistas del mundo.

Wir0s

No me deja leerlo, pero curioso que mencione Rusia, Venezuela e Irán (solo puedo leer la entradilla) y deje fuera a la mayor potencia imperialista del ultimo siglo... America! Fuck Yeah!

DocendoDiscimus

Yuval, amigo, el imperialismo no dejó de existir, simplemente mutó.

D

#1 Yuval, amigo ¿en qué te ha convertido el Mosad?

h

Hola, no sé si te has confundido de hilo o de comentario, de otra forma no logro comprender que te lleva a escribir tales cosas. El articulista es un famoso historiador, filósofo y escritor, no es un cualquiera. La verdad es que si no sabes quién es yo si que podría preguntarte en qué mundo vives.

https://es.m.wikipedia.org/wiki/Yuval_Noah_Harari

Sobre lo de la cuenta clon y creada hace 10 minutos la verdad es que no sé de qué me hablas. Que te vaya todo muy bien. Suerte.

RoterHahn

#8
La principal tesis de Harari es "el poder de las narrativas".

¡Los del eje del mal son imperialistas!
Ahí mi narrativa.
Jo chico.
Atacas a los imperios regionales por nocivos, y te guardas en la chaqueta el imperialismo global de USA.

En fin, sigo trabajando.

apetor

#8 Un famoso revisionista historico, diras. Goto #14. Este "tio" es veneno.

h

En mi opinión, lo más grave de la situación que estamos viviendo con la invasión de Ucrania por parte de Rusia y el genocidio que Israel está cometiendo en la franja de Gaza, es que se está viendo que todas las organizaciones supranacionales que se crearon después de la Segunda Guerra Mundial, la globalización, la interdependencia de los estados y el orden mundial establecido, se ha visto incapaz de evitar estas vulneraciones de la legalidad internacional. Y en un mundo sin reglas, la única ley que impera es la del más fuerte y de ahí que los Estados se adentren en una mayor inversión en defensa y en formar alianzas militares para asegurarse su supervivencia, dando lugar a todo lo que Yuval comenta en su artículo.

apetor

#10 Precisamente, este autor de mierda, es puro globalismo.

ElBeaver

#10 los Sudaneses se la suda MNM

ElBeaver

#10 igual él sabe más que el meneamte medio que funciona a base de tuits, un escritor con libros publicados y vendidos mundialmente

ElBeaver

Muy pocos meneos, debe ser algo anti Ruso por eso no gusta en MNM

Sergio_ftv

No se la razón por la que pone a Putin de ejemplo teniendo otro mucho más clara y que se da desde hace mucho más tiempo, esto es el robo de territorio por parte de Israel a Palestina. Por tanto, ¿qué impide a Putin cometer las mismas atrocidades, en este caso, menores atrocidades, que las que comete Israel desde el momento en que se creó y desde hace más de un siglo las que cometen los sionistas establecidos en Palestina?

luiggi

#11 La diferencia es que Ucrania es un pais europeo, el más grande despues del mismo pais europeo que lo invade. Evidentemente es un grave problema de seguridad para una europa que en los ultimos lustros resuelve sus diferencias en el continente pacíficamente y en base al derecho internacional.

C

Este es el de "Sapiens, de homínidos a dioses" menudo sionista asqueroso,no sé cómo no se muere de vergüenza y se atreve a escribir. Un puto libro que habla de como no va a haber más guerras porque (ojo) es demasiado caro. Y ahora que está viviendo un genocidio no solamente no dice ni mu si no que lo apoya. Qué se vaya a la misma mierda que Fukuyama y el fin de la historia o que Friedman y sus arcos dorados.

johel

me pregunto como se combate el imperialismo cuando el ejercito del mundo esta pensandose* declarar a la onu organizacion terrorista por ir contra sus intereses y no reconoce los tribunales internacionales.

*Pensandoselo fuera de casa, dentro de casa ya lo ha hecho.

h

Me ha parecido un artículo fantástico y más si cabe firmándolo alguien con tanto prestigio. Me parece de obligada lectura. No sé si es exclusivo para suscriptores, pero yo lo he podido leer sin problema, si aparece restringido seguro que con el modo lectura del navegador se puede leer.

apetor

#3 Prestigio de que, si es un totalitario con infulas, autor de cabecera del globalismo mas antihumano que ha parido madre. Para esta calaña si que estaria bien el aborto retroactivo.

h

#3 ¿prestigio Harari? En su libro Sapiens de hace 10 años intentaba convencer al lector de porqué no iba a haber más guerras en Europa lol

luiggi

#3 Es un artículo muy bueno. Con todo el sentido común. A veces alguien que visitara mucho meneame podría llegar a creer culpable a la víctima y víctima al agresor.

luiggi

#3 Sólo valoramos de verdad nuestras rodillas cuando dejan de funcionar. Lo mismo ocurre con el orden mundial: sus beneficios sólo se hacen patentes cuando se derrumba. Y cuando se derrumba, quienes más sufren suelen ser los débiles. Los dirigentes mundiales deberían tener presente esta ley histórica ahora que se acerca la cumbre de paz sobre Ucrania que se celebrará en Suiza el 15 de junio. Si no logramos restablecer la paz y el orden internacional basado en normas sigue desmoronándose, los catastróficos resultados se dejarán sentir en todo el mundo.

Cuando las normas internacionales pierden sentido, lo natural es que los países busquen la seguridad en las armas y las alianzas militares. A la vista de lo ocurrido en Ucrania, ¿cabe culpar a Polonia por casi duplicar su ejército y su presupuesto militar, a Finlandia por unirse a la OTAN o a Arabia Saudí por buscar un tratado de defensa con Estados Unidos?

A las potencias no occidentales les interesa lograr la paz en Ucrania
Por desgracia, el aumento de los presupuestos militares se produce a expensas de los miembros más débiles de la sociedad, porque el dinero se desvía desde las escuelas y las clínicas hacia los tanques y los misiles. Por su parte, las alianzas militares también tienden a ampliar la desigualdad. Los Estados débiles que quedan fuera de un escudo protector se convierten en presas fáciles. A medida que los bloques militarizados se extienden por el mundo, las rutas comerciales se tensan y el comercio disminuye; y son los pobres quienes pagan el precio más alto. Además, a medida que aumentan las tensiones entre bloques militarizados, crecen las posibilidades de que una pequeña chispa en un recóndito rincón del planeta acabe provocando una conflagración mundial. Dado que las alianzas se basan en la credibilidad, incluso un desafío menor en un lugar insignificante puede convertirse en un casus belli capaz de desencadenar una Tercera Guerra Mundial.

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Vladimir Putin y Xi Jinping, en Pekín el pasado mayo SERGEI BOBYLYOV / AFP
La humanidad ya lo ha visto antes. Hace más de 2.000 años, Sun Tzu, Kautilia y Tucídides mostraron que en un mundo sin ley la búsqueda de la seguridad hace que la inseguridad aumente para todos. Y las experiencias del pasado, como la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría, nos han dejado de enseñarnos una y otra vez que, en un conflicto global, son los débiles quienes sufren de una forma desproporcionada.

Durante la Segunda Guerra Mundial, por ejemplo, uno de los mayores índices de víctimas se produjo en las Indias Orientales Neerlandesas, la actual Indonesia. Cuando en 1939 la guerra estalló en Europa oriental, parecía aquello sucedía a un mundo de distancia de los cultivadores de arroz de Java; sin embargo, lo ocurrido en Polonia desencadenó una reacción en cadena que acabó matando a 3,5 o 4 millones de indonesios, la mayoría por inanición o trabajos forzados a manos de los ocupantes japoneses. Esa cifra representó el 5% de la población, un porcentaje de víctimas superior al de muchos de los principales beligerantes, incluidos Estados Unidos (0,3%), Gran Bretaña (0,9%) y Japón (3,9%). Veinte años más tarde, Indonesia volvió a pagar un precio especialmente elevado. Puede que la Guerra Fría fuera fría en Berlín, pero en Yakarta fue un infierno abrasador. En 1965-1966, entre 500.000 y 1 millón de indonesios murieron en matanzas provocadas por las tensiones entre comunistas y anticomunistas.

La situación ahora es potencialmente peor que en 1939 o 1965. No se trata sólo de que una guerra nuclear pondría en peligro a cientos de millones de personas en países neutrales. La humanidad también se enfrenta a las amenazas existenciales adicionales de un cambio climático y una inteligencia artificial al margen de todo control.

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A medida que aumentan los presupuestos militares, el dinero que podría contribuir a la solución del problema del calentamiento global alimenta la carrera armamentística mundial. Y, a medida que se intensifica la competencia militar, se desvanece poco a poco la buena voluntad necesaria para alcanzar acuerdos sobre el cambio climático. El aumento de las tensiones también destruye la posibilidad de alcanzar acuerdos para limitar una carrera armamentística basada en la inteligencia artificial. La guerra con drones, en especial, avanza a toda rapidez; y el mundo podría ver pronto enjambres de drones totalmente autónomos luchando entre sí en los cielos de Ucrania, y matando en el suelo a miles de personas. Los robots asesinos ya casi están aquí, pero a los seres humanos nos paraliza el desacuerdo. Si la paz no llega pronto a Ucrania, es probable que todos sufran, aunque vivan a miles de kilómetros de Kyiv y piensen que la batalla que se libra ahí no tiene nada que ver con ellos.

Romper el mayor tabú
Hacer la paz nunca es fácil. Se ha dicho que los países entran en guerra por un gran portón, pero que la única salida es por el agujero de una ratonera. Ante reivindicaciones e intereses contrapuestos, resulta difícil atribuir las culpas y encontrar un compromiso razonable. Ahora bien, teniendo en cuenta cómo son las guerras, la ruso-ucraniana es sencillísima.

Tras el derrumbe de la Unión Soviética en 1991, se reconocieron por parte de todos la independencia y las fronteras de Ucrania. El país se sintió tan seguro que aceptó renunciar al arsenal nuclear que había heredado de la Unión Soviética, sin pedir que ni Rusia ni otras potencias hicieran lo mismo. A cambio, Rusia (y también Estados Unidos y Gran Bretaña) firmó en 1994 el Memorándum de Budapest en el que prometió “abstenerse de la amenaza o el uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política” de Ucrania. Se trató entonces de uno de los mayores actos de desarme unilateral de la historia. Intercambiar bombas nucleares por promesas sobre el papel les pareció a los ucranianos un acierto en 1994, en un momento en que la confianza en las normas y los acuerdos internacionales era máxima.

Ukrainian servicemen of the 92nd Assault Brigade fire BM-21 'Grad' multiple rocket launcher toward Russian positions, in the Kharkiv region, on May 15, 2024, amid the Russian invasion of Ukraine. President Volodymyr Zelensky cancelled planned trips abroad over the fresh offensive and the military was sending more troops to Kharkiv to hold back Russian advances, Kyiv said. (Photo by Roman PILIPEY / AFP)
Militares ucranianos disparando un lanzacohetes hacia posiciones rusas en Járkiv ROMAN PILIPEY / AFP
Veinte años después, en 2014, comenzó la guerra ruso-ucraniana con la ocupación de Crimea por fuerzas rusas y la instigación de movimientos separatistas en el este de Ucrania. La guerra siguió con más o menos intensidad durante los ocho años siguientes, hasta que en febrero de 2022 Rusia lanzó una ofensiva a gran escala destinada a conquistar todo el país.

Rusia ha dado varias excusas para sus acciones; en especial, que se estaba anticipando a un ataque occidental contra ella. Sin embargo, ni en 2014 ni en 2022 existió ninguna amenaza inminente de invasión armada. Decir vaguedades sobre el “imperialismo occidental” o el “Coca-Colonialismo cultural” quizás sirva para alimentar debates en torres de marfil, pero no sirve para legitimar la matanza de los habitantes de Bucha o el bombardeo de Mariúpol hasta reducir la ciudad a escombros.

Desde 1945 no había habido casos en los que un país reconocido internacionalmente era borrado del mapa debido a la anexión por parte de un poderoso conquistador
Durante la mayor parte de la historia, el término imperialismo se ha referido a los casos en que un Estado poderoso como Roma, Gran Bretaña o la Rusia zarista conquistaba tierras extranjeras y las convertía en provincias. Ese tipo de imperialismo se convirtió poco a poco en tabú después de 1945. Aunque no han escaseado las guerras en las últimas décadas del siglo XX y las primeras del XXI (con horribles conflictos en curso en Palestina e Israel, así como en Sudán, Myanmar y otros lugares), hasta ahora no había habido casos en los que un país reconocido internacionalmente era borrado sin más del mapa debido a la anexión por parte de un poderoso conquistador. Cuando Iraq intentó hacer justamente eso con Kuwait en 1990-1991, una coalición internacional restauró la independencia y la integridad territorial kuwaitíes. Y, cuando Estados Unidos invadió Iraq en 2003, nunca pretendió anexionarse el país ni parte alguna de él.

Rusia no sólo se ha anexionado ya Crimea, sino también todos los territorios ucranianos que sus ejércitos ocupan actualmente. El presidente Vladímir Putin sigue el principio imperial según el cual todo territorio conquistado por el ejército ruso es anexionado por el Estado ruso. De hecho, Rusia ha llegado a anexionarse varias regiones que sus ejércitos han pretendido conquistar, como las partes no ocupadas de las provincias de Jersón, Zaporiyia y Donetsk.

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Soldados ucranianos en el frente Libkos / Getty
Putin no se ha molestado en ocultar sus intenciones imperiales. No ha dejado de sostener al menos desde 2005 que el derrumbe del imperio soviético fue “la mayor catástrofe geopolítica del siglo”, y ha prometido reconstruir ese imperio. Ha sostenido también que la nación ucraniana no existe realmente y que Rusia tiene un derecho histórico sobre todo el territorio de Ucrania.

Si se permite que Putin gane en Ucrania, este tipo de imperialismo volverá a aparecer en todo el mundo. ¿Qué impedirá entonces que, por ejemplo, Venezuela conquiste la Guyana Esequiba o que Irán conquiste los Emiratos Árabes Unidos? ¿Qué impedirá a la propia Rusia conquistar Estonia o Kazajistán? No habrá frontera ni Estado que puedan sentirse seguros si no es mediante el recurso a las armas y las alianzas. Si se rompe el tabú de las conquistas imperiales, incluso Estados cuya independencia y f

l

Qué mierda de artículo es este? Lo que hay que temer es al imperialismo anglosajón que es la única certeza que hay de imperialismo en este momento y nos ha conducido al peor momento de la humanidad y del planeta

C

Vaya con el Harari, que parece que se le ha visto un poco de sesgo otanista...

Creo que es evidente que el imperialismo dominante en los últimos años ha sido el de los EEUU, y que su política imperial es de tipo mercantil, no de dominación administrativa sobre el terreno; EEUU no necesita imponer la administración estadounidense en territorios conquistados y convertirlos en provincia de la metropoli, le basta con dominar comercialmente sus bienes estratégicos (petróleo, minerales, puertos, carreteras...), y para eso le sirve un gobierno títere, no necesita hacer una provincia extra. Pero eso no significa que su posición de dominación mundial no sea imperialista.
Los ejemplos de probable expansionismo caótico que propone Harari en el artículo hablan por sí mismos: Rusia, Venezuela e Irán; como si no hubiera otros países con tensiones expansionistas. Podría haber añadido a Israel en esta lista, que mira tú por donde está en este mismo momento llevando a cabo una guerra de expansión territorial y dominación demográfica.
La justificación de la I Guerra de Irak comprando el relato de la OTAN; o el resumen tendencioso de las matanzas sistemáticas de unas 800.000 personas relacionadas con el Partido Comunista en Indonesia en el 65, llamándolo "matanzas provocadas por las tensiones entre comunistas y anticomunistas", pues lo que nos dan es el relato periodístico que replica los argumentos de occidente, de la UE, y, en definitiva, de los EEUU.
El concepto de que en un torbellino imperialista los más desfavorecidos son los que peor lo pasan, pues bueno, es un poco perogrullada; los más desfavorecidos son los que peor lo pasan cuando hay un terremoto, lluvias torrenciales, procesos migratorios masivos o cualquier otra circunstancia natural o geopolítica: los desfavorecidos son los que peor lo pasan, punto.

Vamos, que esto lo podría haber firmado Borrel, Biden, o cualquier otro jerifalte.