Trabajar en el palacio imperial era el sinónimo de una vida mejor , pero antes de presentarse al palacio a servir, debían deshacerse de los genitales. A diferencia de otras partes del mundo, los chinos siempre realizaban la operación completa, y no era un asunto cualquiera, ni tampoco cualquiera podía operarse.
Comentarios
Dejándote los cojones en ello.
Echándole un par de huevos
Un trabajo acojonantemente bueno.
Así el plasta del emperador no les podía tocar los huevos con sus caprichos
Sin dos cojones!