El incidente tuvo lugar en la 2ª Compañía del Tabor, Alhucemas I, del Grupo de Regulares nº 52 de Melilla. El 2 de julio de 2014, sobre las 10:00, ocurrieron unos hechos que terminaron con un soldado sangrando y un cabo condenado a 10 meses de prisión. El cabo debe indemnizar al soldado con una multa de 2.000 euros y con la accesoria suspensión de cargo público.
Los Tribunales Militares no quedarán limitados por las cuantías mínimas señaladas en la Ley a cada clase de pena, sino que podrán reducirla en uno o dos grados, en la forma que resulte de la aplicación de la regla correspondiente del Código Penal, sin que, en ningún caso, pueda imponerse pena de prisión inferior a dos meses y un día.
La pena inferior en un grado a la de pérdida de empleo, impuesta como principal, será la de suspensión militar de empleo.
Comentarios
Los buenos van al cielo, los malos al infierno y los regulares a Melilla
#3 Para saber esa frase, tu muy joven no debes ser...
#5 Tanto tampoco, aun recuerdo cuando lleve el 486 a la tienda para que le pusiesen un modem y conectarme a Infovia
#6 Infobirria para los amigos.
#9 Si es que alguna vez tuvo alguno.
2000€ por abuso de autoridad y lesiones. Que poco se valora la vida en el ambito castrense.
#1 ¿Y los 10 meses de prisión?
¿En la vía militar se libran de la carcel si la condena es menor de 2 años y no hay antecedentes?
#7 Artículo 20
Los Tribunales Militares no quedarán limitados por las cuantías mínimas señaladas en la Ley a cada clase de pena, sino que podrán reducirla en uno o dos grados, en la forma que resulte de la aplicación de la regla correspondiente del Código Penal, sin que, en ningún caso, pueda imponerse pena de prisión inferior a dos meses y un día.
La pena inferior en un grado a la de pérdida de empleo, impuesta como principal, será la de suspensión militar de empleo.
Código penal militar.
Ya no puede uno ni pegarle a los subordinados tranquilo.
#2 Si resulta que sera por esto por lo que terminaron con la mili
#2 #4 nunca se ha podido.
Un cabo es poco más que un soldado raso. A ese no hay quien lo defienda. Sigue siendo un parias.
Esto ha cambiado mucho desde que yo hice la mili.
En mis tiempos si un cabo o un primera te daba una hostia, tú te la comías, y no pasaba de ahí.
Ojo, que no defiendo ni la actitud del cabo ni añoro esas formas de antaño, sólo digo cómo ha cambiado la cosa desde entonces.