–¿Con quién tengo el gusto de hablar? –Iván, soy Santiago. –¿Qué tal, Santi? –Estoy perdiendo momentum. –Bueno, cómprate un poco de ónix, mira nuestra web, te lo enviamos a domicilio. –Me siento estancado, no avanzo. ¿Qué me recomiendas? –¿Qué montón prefieres, el derecho o el izquierdo? –Mejor el derecho. –Aquí está la carta, el Colgado. Pendes de un hilo, tus rivales te copian, quieren ser como tú. Tienes que radicalizarte más. –¿Y entonces, qué? –Santi, hazte de Jusapol, di que vas a ir por los inmigrantes, que son delincuentes, yo se lo recomendé a un amigo de Badalona y funcionó. –¿No hay otra solución? –Tienes que romper la ventana de Overton, que lo monstruoso se vuelva natural. –Gracias, Iván.
#3 El de Leonor también se las trae........ –Hola Iván, soy Leonor. –Hola Leonor, ¿qué te preocupa, salud, amor o trabajo? –Trabajo, me gustaría saber si encontraré empleo en lo mío. Sólo con eso ya me he echado unas risas buenas.
–Hola, ¿con quién hablo? –Sí, ¿con quién hablo? –¿Con quién tengo el gusto de hablar? –Sí, ¿quién llama? Pues vaya mierda de adivino.
–Iván, soy José el Finanzas. –¿Qué tal, José me podrías dar consejos de dónde invertir mi dinero?
Las profecías autocumplidas y los mandarines de las Iglesias.
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–¿Con quién tengo el gusto de hablar?
–Iván, soy Santiago.
–¿Qué tal, Santi?
–Estoy perdiendo momentum.
–Bueno, cómprate un poco de ónix, mira nuestra web, te lo enviamos a domicilio.
–Me siento estancado, no avanzo. ¿Qué me recomiendas?
–¿Qué montón prefieres, el derecho o el izquierdo?
–Mejor el derecho.
–Aquí está la carta, el Colgado. Pendes de un hilo, tus rivales te copian, quieren ser como tú. Tienes que radicalizarte más.
–¿Y entonces, qué?
–Santi, hazte de Jusapol, di que vas a ir por los inmigrantes, que son delincuentes, yo se lo recomendé a un amigo de Badalona y funcionó.
–¿No hay otra solución?
–Tienes que romper la ventana de Overton, que lo monstruoso se vuelva natural.
–Gracias, Iván.
#3 El de Leonor también se las trae........
–Hola Iván, soy Leonor.
–Hola Leonor, ¿qué te preocupa, salud, amor o trabajo?
–Trabajo, me gustaría saber si encontraré empleo en lo mío.
Sólo con eso ya me he echado unas risas buenas.
–Hola, ¿con quién hablo?
–Sí, ¿con quién hablo?
–¿Con quién tengo el gusto de hablar?
–Sí, ¿quién llama?
Pues vaya mierda de adivino.
–Iván, soy José el Finanzas.
–¿Qué tal, José me podrías dar consejos de dónde invertir mi dinero?
Las profecías autocumplidas y los mandarines de las Iglesias.