Hace 1 año | Por Ratoncolorao a elpais.com
Publicado hace 1 año por Ratoncolorao a elpais.com

Tanto la primera ministra finlandesa, Sanna Marin, como la cómica española Carolina Iglesias, de Estirando el chicle, han subrayado su condición humana tras las polémicas en que se han visto envueltas. Los terribles delitos de ambas son, respectivamente, bailar en una fiesta e invitar a una cómica a un podcast. El gentío les ha convencido de que son culpables de algo, y solo mediante la contrición pueden ser perdonadas. Poco a poco, la sociedad descreída en la que crecí se transforma en una sociedad neorreligiosa.

Comentarios

JohnBoy

En el caso de Sanna Marin desde luego.

En el caso de Carolina Igleias, pues mira, quien a hierro mata, a hierro muere, y si te has dedicado a cancelar chistes del pasado porque hoy en día no son políticamente correctos, tendrías que haber tenido el mismo cuidado para llevar a tu programa a gente que hace chistes que hoy no son considerados polítcamente correctos para gran parte de tu audiencia, y si no, pues efectivamente, atenerte a las consecuencias cuando la horda con antorchas, en lugar de estar encabezada por ti venga hacia ti.

GeneWilder

#2 No es nuevo. Alimentas al monstruo y al final el monstruo te devora.

D

Si a la presidenta de Finlandia le molestan las críticas por su vida privada tiene dos opciones:
A. No ser un cargo público.
B. No grabarse cuando está de fiesta.

Siete_de_picas

De todas formas es curioso ver cómo estas polémicas siempre suelen cebarse en mujeres de cierto éxito mientras que a los señores (ejem Broncano ejem) se les pasa más por alto, así como pelillos a la mar y esas cosas…
Lo dicho, curioso.

h

#4 El caso de Boris Johnson es bastante parecido. Tambien esta Feijoo con un narco en un yate.

De lo que podemos deducir que tu comentario es 100% falso.

Siete_de_picas

#6 pones al mismo nivel una borrachera evidente y una foto con un narco con un baile en una fiesta y una invitada a un podcast que hizo declaraciones transfobas (aunque no en él podcast) . Y dices que mi comentario es falso… aún cuando estás confirmado el sesgo.
Curioso.

D

#7 El sesgo lo pones tú también con tu moralidad.

j

El que tiene los medios tiene el poder para decir quién es culpable, da igual lo que sea. Y no van a permitir que una mujer que no sea de los suyos actúe con libertad.