Publicado hace 1 año por FatherKarras a mobile.twitter.com

Cuando hace casi nueve años Felipe VI accedió al Trono, prometió al pueblo en el discurso de investidura “una conducta íntegra, honesta y transparente". Pero a día de hoy aún desconocemos a cuanto asciende su Patrimonio.

Comentarios

FatherKarras

#3 O en hemeroteca

D

pero y lo preparao que esta y como controla el buen funcionamiento de todas las instrucciones.

el CGPJ en su lugar y sus inmediatos subordinados construyendo cuarteles sin cuarteles.

D

Pero a día de hoy aún desconocemos a cuanto asciende su Patrimonio.

Pues espérate a que el yayo casque a ver en qué consiste la "renuncia" que tanto ha publicado la prensa borbona,

makinavaja

"una conducta íntegra, honesta y transparente"... y alguno se lo creería y todo....

D

Claro, y lo dijo sin reírse, por eso lo llaman "El Preparao".

cocolisto

A ver si avisamos cuando sea una noticia de EMT.¿O no?

Sinfonico

El que es jefe de un estado por obra y gracia de un dictador, pero se llena la boca con la palabra democracia.
Si fuese demócrata abdicaría...

d

Si incumple sus promesas siempre podemos no volver a votarle la próxima vez.

D

editado

D

A la monarquía no se le puede quitar la inviolabilidad absoluta monárquica porque hacerlo haría que la monarquía dejase de ser monarquía, porque abriría la puerta a que el rey pudiera ser expulsado de la Jefatura de Estado si cometiera actos indebidos suficientemente graves, mientras que un rey en sentido estricto es rey por portar el apellido y genes que porta, no por ser honrado o cualificado; y si, caso de ser expulsado, la Jefatura del Estado tuviera que seguir siendo ocupada por otro Borbón, entonces no existiría realmente una derogación de la inviolabilidad absoluta monárquica (es decir, una "violabilidad") que afectase a la dinastía familiar borbónica en su conjunto, porque no sería posible expulsar al linaje familiar borbónico de la Jefatura de Estado, y por tanto los mismos intereses familiares seguirían parasitando la Jefatura de Estado, de forma inviolada.

La inviolabilidad absoluta monárquica es una prerrogativa desproporcionada, y nada justifica que las prerrogativas, como todos los instrumentos facilitadores o posibilitadores del trabajo, tengan que ser desproporcionadas. Si un policía pide una bomba atómica para poder resolver un atraco en un banco le diremos que no, que esa bomba atómica es una herramienta desproporcionada, cuyo uso causará una gran cantidad de daños colaterales, así que le daremos solo una pistola.

La inviolabilidad absoluta monárquica, pues, no es un instrumento de disciplina de la tarea de Jefatura de Estado, sino exactamente lo contrario, es un instrumento de indisciplina, que no admite disciplina, y que no está al servicio de la disciplina de la tarea de Jefatura de Estado.

Así, la inviolabilidad absoluta monárquica, por ejemplo, nos ha dado los 40 años de delincuencia de Juan Carlos I.

Es estúpido pensar que permitir delinquir a un delincuente hará que ese delincuente no delinca. Y es más estupido aún aplicar esta estupidez a la Jefatura de un Estado.

Lamantua

Y así lo hace para los suyos.