Publicado hace 1 año por MiguelDeUnamano a blogs.publico.es

Cada vez que algún estudiante de periodismo me cuenta sus esperanzas profesionales, no puedo reprimir una mueca de compasión y desconsuelo. Vista la degradación del runrún comunicativo. Cómo explicarles que la honestidad profesional se paga con la precariedad y con la indiferencia. Cómo decirles que los que llegan a todo lo alto, los escultores de la opinión pública, los propietarios de todas las pantallas, son aquellos que todavía hoy siguen día tras día matando a García Márquez.

Comentarios

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Ana Rosa, por cierto, acaba de recibir una medalla de honor en el Senado "por su lucha por el fin del terrorismo de ETA". Su compromiso va más allá del deber. En 2020, le afeó a Rafael Simancas que hubiera acordado con los independentistas vascos la derogación de la reforma laboral y la prórroga del estado de alarma. "EH Bildu tiene a sus espaldas muchas muertes de españoles". Dos años después, los tribunales la obligaron a rectificar en directo.

Auténticos profesionales de esparcir basura para beneficio de las cloacas y en detrimento de la sociedad,esa imagen me da repelús.

sotillo

Es un síntoma de la podredumbre de la sociedad

yvero

El periodismo ha muerto cuando más se le necesitaba, y se pegó un tiro él mismo al venderse por cuatro duros a cambio de convertirse en un panfleto que como un perro con su amo solo ladra hacia los que están detrás de la valla y se mantiene bien sujeto por la correa.
Ahora si alguien quiere informarse sabe que debe huir de periódicos y medios de comunicación e ir directamente a la fuente, y eso dice cosas horribles del que un día fue el cuarto poder y ahora no es más que el megáfono del que pone dinero. Realmente triste.

DISIENTO

Siempre queda la alternativa periodística de "matar" a Vargas Llosa, el que sabe votar bien,