Trabajo en un centro educativo en el que, por motivos que no pienso comentar aquí, he tenido la oportunidad de ver el falo, pene o, simplemente pollón o pollazo del director del mismo. Además sé, por lo que comentan las compañeras femeninas del Claustro, que ese miembro se usa, a pesar del tamaño, relativamente bien. Incluso han publicado fotos en un grupo de Facebook que tenemos solo los docentes de ese centro.
Este experimento suele ser bastante recurrente. En Twitter, donde los mensajes divididos pueden hacer que el engaño cuele más fácilmente, lo he leído hasta en tres ocasiones, adaptado siempre a la polémica viral de turno.
En este caso la última etiqueta que has puesto, #0, ha sido bastante reveladora y nada más entrar al artículo he podido confirmar mis sospechas
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Este experimento suele ser bastante recurrente. En Twitter, donde los mensajes divididos pueden hacer que el engaño cuele más fácilmente, lo he leído hasta en tres ocasiones, adaptado siempre a la polémica viral de turno.
En este caso la última etiqueta que has puesto, #0, ha sido bastante reveladora y nada más entrar al artículo he podido confirmar mis sospechas
Sensacionalista, de un vistazo no puede saber si realmente medía 30 centímetros.
Eso me recuerda a un profe de matemáticas, al que llamaban Don Paquete, y a su R12 (ya antiguo por la época) el paquetemovil